Joel Hernández Santiago
El viernes 12 de marzo vino a México, en misión secreta, el director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, Leon Panetta. Se sabe que tuvo una larga reunión de trabajo en la Embajada de los Estados Unidos de América en el D.F, a la que asistieron el embajador Carlos Pascual y funcionarios vinculados con temas de seguridad nacional asignados a la Oficina de Asuntos Jurídicos.
La CIA es la dependencia de gobierno de aquel país que atiende asuntos de seguridad nacional para EUA y su director acuerda directamente con el Presidente Obama, quien nombró a Panetta para este cargo el 13 de febrero de 2009: “Somos la primera línea de defensa de la nación. Logramos lo que otros no pueden lograr y vamos a donde otros no pueden ir”, es la consigna de la Agencia. Luego, México es un asunto de seguridad nacional para los estadounidenses y vinieron. De hecho han estado aquí todo el tiempo, aunque ahora están desplegando sus radares, a sus agentes y sistemas de inteligencia de alto voltaje para garantizar la estabilidad de aquella nación en tiempos de inseguridad en nuestro país.
El sábado 13 de marzo fueron asesinados en Ciudad Juárez tres personas vinculadas con el consulado de EUA en esa ciudad. La reacción del presidente Obama fue de inmediata indignación a la que, asimismo de inmediato, contestó el presidente Calderón que lamentaba lo ocurrido y que se buscaría a los culpables del homicidio con todo ahínco.
El domingo 15 y el lunes 16, el gobierno de los Estados Unidos dijo que ‘a petición de las autoridades mexicanas’ el FBI se sumaría a la investigación de autoridades mexicanas sobre el asesinato de los tres funcionarios de la representación diplomática en esta ciudad ubicada al sur de la frontera estadounidense, dijo la vocera del Buró, señora Andrea Simmons.
Antes, el jueves 18 de febrero la Secretaria de Seguridad Interna estadounidense, señora Janet Napolitano, trajo a México una ‘declaración de principios para mejorar el control del tráfico de drogas, armas y dinero en la frontera’. El acuerdo fue firmado por ella en representación de su país y el Secretario de Seguridad Pública mexicano, Genaro García Luna: “Esta declaración nos permitirá proteger mejor a ambos países de los violentos carteles de drogas y el tráfico transnacional de drogas, dinero en efectivo y armas de fuego, y a la vez facilitar el transporte y comercio legítimos” dijo Napolitano.
Entre los puntos principales del documento están: “la realización de operativos basados en información de inteligencia para lograr resultados precisos y específicos de manera coordinada; mejorarla producción de informes ‘fidedignos’ sobre las actividades criminales para aumentar la capacidad de intercambio de información en tiempo real sobre arrestos, confiscaciones, investigaciones, tendencias y amenazas” Luego diría la misma funcionaria estadounidense: “la colaboración nunca ha sido más fuerte entre México y Estados Unidos”. Así, pues, ellos darán información a la PGR y ésta dará toda la información que en la materia requieran los estadounidenses.
Y por si hubiera alguna duda de que el tema de seguridad nacional de Estados Unidos tiene a México en su agenda roja, el jueves 18 de marzo, la Casa Blanca anunció que el 23 de marzo habrá una reunión de altos funcionarios estadounidenses con mexicanos, encabezada por la Secretaria de Estado, Hillary Clinton. “Tras los asesinatos de ciudad Juárez no cabe duda que los dos países tenemos que extraer las lecciones debidas, sobre todo por los retos que tenemos ambas naciones hacia el futuro”; oficialmente vienen para “estrechar la colaboración estratégica binacional en la lucha contra los cárteles de la droga.”
De tal forma, el equipo de trabajo que viene a México está integrado, ni más ni menos que por: Robert Gates, secretario de la Defensa; Janet Napolitano, secretaria del Departamento de Seguridad Interna; el vicealmirante Dennis Blair, director nacional de Inteligencia… y así el calibre.
Naturalmente la prensa internacional publica con esmero la ‘violencia mexicana’. Por ejemplo, el editorial de The Washington Post del jueves 18 de marzo sugiere a su gobierno más ‘ayuda a México’ y reprocha el fracaso de la estrategia de Felipe Calderón.
Sin duda estamos en la víspera de una abierta intervención policiaca estadounidense, maquillada de apoyo en la lucha mexicana contra del narcotráfico y el crimen organizado, aunque el fondo es, sin duda, la seguridad nacional estadounidense y aunque lo manejan con eufemismos, conociendo la sensibilidad mexicana respecto de su soberanía, también están aprovechando el momento sicológico que vivimos aquí pues ya hay un clamor general porque paren esta situación… “Aunque vengan los gringos”, se dice ya…
De hecho, dos periodistas mexicanos que atienden información desde Estados Unidos, al pedir su opinión dijeron enfáticamente: “Ya no estamos para andar envolviéndonos en la bandera nacional: no importa quién lo haga, pero ya tiene que terminar esto”; el señor Gabriel Guerra en su comentario en televisión hizo, asimismo alusión a no envolvernos en la bandera nacional para estos asuntos: carte blanche.
Lamentablemente el Congreso mexicano mira hacia otro lado en lo que se refiere a esta intervención policiaca estadounidense en México; empresarios afirman que es bueno que así sea y los organismos de seguridad nacional mexicanos están dispuestos a otorgar toda la información y los apoyos que los estadounidenses requieran.
Y, sin ánimos de envolvernos en esa tan gastada bandera nacional, sería muy conveniente que el señor Calderón explicara hasta qué punto están avanzadas esas pláticas secretas entre autoridades de ambos países, cuáles son los compromisos y responsabilidades que se están adquiriendo ‘en nombre del pueblo mexicano’ y por qué se permite esta intervención de la que podríamos arrepentirnos tarde o temprano.
Un funcionario de la embajada de Estados Unidos le dijo a un amigo suyo, mexicano: “Si puedes, saca tu dinero y arreglen sus papeles tú y tu familia, por si tienen que salir con urgencia” ¿Qué sabe este personaje? ¿Qué sabe la CIA? ¿Qué sabe el gobierno mexicano? O mejor ¿Qué no sabemos los mexicanos de a pie?
* Es periodista y editor, egresado de la UNAM. Ha sido productor de programas especiales en Radio Educación; editorialista en UnomásUno, La Jornada, El Financiero.Ha sido coordinador de opinión en El Financiero y director de opinión de El Universal. Ha coordinado suplementos de cultura política como Zona Abierta y Bucareli Ocho.Como editor ha sido director de publicaciones de la SEP, del Senado de la República, del Instituto de Cultura de Tabasco, de la UNESCO y de Le Monde diplomatique.
El viernes 12 de marzo vino a México, en misión secreta, el director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, Leon Panetta. Se sabe que tuvo una larga reunión de trabajo en la Embajada de los Estados Unidos de América en el D.F, a la que asistieron el embajador Carlos Pascual y funcionarios vinculados con temas de seguridad nacional asignados a la Oficina de Asuntos Jurídicos.
La CIA es la dependencia de gobierno de aquel país que atiende asuntos de seguridad nacional para EUA y su director acuerda directamente con el Presidente Obama, quien nombró a Panetta para este cargo el 13 de febrero de 2009: “Somos la primera línea de defensa de la nación. Logramos lo que otros no pueden lograr y vamos a donde otros no pueden ir”, es la consigna de la Agencia. Luego, México es un asunto de seguridad nacional para los estadounidenses y vinieron. De hecho han estado aquí todo el tiempo, aunque ahora están desplegando sus radares, a sus agentes y sistemas de inteligencia de alto voltaje para garantizar la estabilidad de aquella nación en tiempos de inseguridad en nuestro país.
El sábado 13 de marzo fueron asesinados en Ciudad Juárez tres personas vinculadas con el consulado de EUA en esa ciudad. La reacción del presidente Obama fue de inmediata indignación a la que, asimismo de inmediato, contestó el presidente Calderón que lamentaba lo ocurrido y que se buscaría a los culpables del homicidio con todo ahínco.
El domingo 15 y el lunes 16, el gobierno de los Estados Unidos dijo que ‘a petición de las autoridades mexicanas’ el FBI se sumaría a la investigación de autoridades mexicanas sobre el asesinato de los tres funcionarios de la representación diplomática en esta ciudad ubicada al sur de la frontera estadounidense, dijo la vocera del Buró, señora Andrea Simmons.
Antes, el jueves 18 de febrero la Secretaria de Seguridad Interna estadounidense, señora Janet Napolitano, trajo a México una ‘declaración de principios para mejorar el control del tráfico de drogas, armas y dinero en la frontera’. El acuerdo fue firmado por ella en representación de su país y el Secretario de Seguridad Pública mexicano, Genaro García Luna: “Esta declaración nos permitirá proteger mejor a ambos países de los violentos carteles de drogas y el tráfico transnacional de drogas, dinero en efectivo y armas de fuego, y a la vez facilitar el transporte y comercio legítimos” dijo Napolitano.
Entre los puntos principales del documento están: “la realización de operativos basados en información de inteligencia para lograr resultados precisos y específicos de manera coordinada; mejorarla producción de informes ‘fidedignos’ sobre las actividades criminales para aumentar la capacidad de intercambio de información en tiempo real sobre arrestos, confiscaciones, investigaciones, tendencias y amenazas” Luego diría la misma funcionaria estadounidense: “la colaboración nunca ha sido más fuerte entre México y Estados Unidos”. Así, pues, ellos darán información a la PGR y ésta dará toda la información que en la materia requieran los estadounidenses.
Y por si hubiera alguna duda de que el tema de seguridad nacional de Estados Unidos tiene a México en su agenda roja, el jueves 18 de marzo, la Casa Blanca anunció que el 23 de marzo habrá una reunión de altos funcionarios estadounidenses con mexicanos, encabezada por la Secretaria de Estado, Hillary Clinton. “Tras los asesinatos de ciudad Juárez no cabe duda que los dos países tenemos que extraer las lecciones debidas, sobre todo por los retos que tenemos ambas naciones hacia el futuro”; oficialmente vienen para “estrechar la colaboración estratégica binacional en la lucha contra los cárteles de la droga.”
De tal forma, el equipo de trabajo que viene a México está integrado, ni más ni menos que por: Robert Gates, secretario de la Defensa; Janet Napolitano, secretaria del Departamento de Seguridad Interna; el vicealmirante Dennis Blair, director nacional de Inteligencia… y así el calibre.
Naturalmente la prensa internacional publica con esmero la ‘violencia mexicana’. Por ejemplo, el editorial de The Washington Post del jueves 18 de marzo sugiere a su gobierno más ‘ayuda a México’ y reprocha el fracaso de la estrategia de Felipe Calderón.
Sin duda estamos en la víspera de una abierta intervención policiaca estadounidense, maquillada de apoyo en la lucha mexicana contra del narcotráfico y el crimen organizado, aunque el fondo es, sin duda, la seguridad nacional estadounidense y aunque lo manejan con eufemismos, conociendo la sensibilidad mexicana respecto de su soberanía, también están aprovechando el momento sicológico que vivimos aquí pues ya hay un clamor general porque paren esta situación… “Aunque vengan los gringos”, se dice ya…
De hecho, dos periodistas mexicanos que atienden información desde Estados Unidos, al pedir su opinión dijeron enfáticamente: “Ya no estamos para andar envolviéndonos en la bandera nacional: no importa quién lo haga, pero ya tiene que terminar esto”; el señor Gabriel Guerra en su comentario en televisión hizo, asimismo alusión a no envolvernos en la bandera nacional para estos asuntos: carte blanche.
Lamentablemente el Congreso mexicano mira hacia otro lado en lo que se refiere a esta intervención policiaca estadounidense en México; empresarios afirman que es bueno que así sea y los organismos de seguridad nacional mexicanos están dispuestos a otorgar toda la información y los apoyos que los estadounidenses requieran.
Y, sin ánimos de envolvernos en esa tan gastada bandera nacional, sería muy conveniente que el señor Calderón explicara hasta qué punto están avanzadas esas pláticas secretas entre autoridades de ambos países, cuáles son los compromisos y responsabilidades que se están adquiriendo ‘en nombre del pueblo mexicano’ y por qué se permite esta intervención de la que podríamos arrepentirnos tarde o temprano.
Un funcionario de la embajada de Estados Unidos le dijo a un amigo suyo, mexicano: “Si puedes, saca tu dinero y arreglen sus papeles tú y tu familia, por si tienen que salir con urgencia” ¿Qué sabe este personaje? ¿Qué sabe la CIA? ¿Qué sabe el gobierno mexicano? O mejor ¿Qué no sabemos los mexicanos de a pie?
* Es periodista y editor, egresado de la UNAM. Ha sido productor de programas especiales en Radio Educación; editorialista en UnomásUno, La Jornada, El Financiero.Ha sido coordinador de opinión en El Financiero y director de opinión de El Universal. Ha coordinado suplementos de cultura política como Zona Abierta y Bucareli Ocho.Como editor ha sido director de publicaciones de la SEP, del Senado de la República, del Instituto de Cultura de Tabasco, de la UNESCO y de Le Monde diplomatique.
1 comentario:
Como regla para recopilar las notas con que respaldo las afirmaciones sobre el apocalipsis nacional en que nos arrastró el enano espurio fecal calderón, evito en lo posible las aseveraciones escandalosas y sin fuente identificable.
Sin embargo, la creciente descomposición social causada por el calderonismo ya genera alarmas a nivel nunca antes pensado. De esa manera, recojo con reservas del caso la cita del analista joel hernández santiago en la página electrónica “eje central” el 19 de marzo de 2010.
Bajo el título de “el director de la cia visitó el df en secreto”, hernández santiago menciona el arribo secreto del jefe del espionaje norteamericano, león panetta, para reunirse con funcionarios de la embajada gringa en México el 12 de marzo. Habrían analizado el agravamiento de la descomposición en el país bajo el régimen del chaparro.
Lo llamativo del episodio lo concluye hernández al final de su columna, al mencionar lo siguiente que de ser cierto indicaría que hemos entrado a una fase en que los rumores, la secrecía y los mitos empiezan a constituirse en fuentes fiables de mecanismos informativos de la sociedad ante el fracaso ¿y derrumbe? del régimen.
Asegura joel hernández: “Un funcionario de la embajada de estados unidos le dijo a un amigo suyo, mexicano: ´Si puedes, saca tu dinero y arreglen sus papeles tú y tu familia, por si tienen que salir con urgencia´ ¿Qué sabe este personaje? ¿Qué sabe la CIA? ¿Qué sabe el gobierno mexicano? O mejor ¿Qué no sabemos los mexicanos de a pie?”
De ser cierto lo afirmado por joel hernández todo indica que los servicios de espionaje norteamericano prevén un escalamiento gravísimo de la descomposición social, con factores que apuntarían a escenarios factibles de ingobernabilidad en el país. ¿quién resultó el peligro para México?
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