miércoles, marzo 31, 2010

Cada vez más cerca el fin de la TV abierta

Tarde o temprano la señal que por años ha cooptado a la opinión pública y ha mantenido atomizada la generación de contenidos en México perderá influencia frente a la televisión de paga. Pero la competencia no está garantizada. Los gigantes quieren controlar los nuevos formatos.

Bendito avance tecnológico. La frenética carrera en la que está trepada la industria de las telecomunicaciones, inevitablemente, permitirá la puesta en escena de un escenario que hoy es inimaginable: el debilitamiento de un poder omnímodo, que ha mantenido secuestrada las conciencias de millones de mexicanos y que hoy es el vivo ejemplo de un mercado capturado por gigantes. Sin embargo, y a pesar de las fuerzas del mercado, nada garantiza que la competencia en los nuevos frentes sea una realidad.

Como sea, se aproxima el boom de otras variantes para transmitir contenidos, que se manifestará a través del creciente consumo de las televisión de paga, y que con su difusión marcará un hito pues el amplio menú de opciones ampliará los espacios para la comentocracia, que finalmente contribuirá a la formación de una cultura democrática en el país.

La conjunción de diversas tendencias indica que el tiempo y la difusión de diversas tecnologías de distribución lograrán romper finalmente el duopolio que existe en la televisión mexicana. Es decir, el avance tecnológico logrará algo que, hasta ahora, ni el Estado ni el Congreso han podido conseguir.

Bajo este panorama, los jugadores del sector han empezado a mover sus fichas para mudar su poder de penetración hacia los nuevos formatos de transmisión. En otras palabras, la competencia que podría abrirse ante esta dinámica tecnológica, podría ser disfrazada y mantener viva la hegemonía de los gigantes de la industria.

Por lo pronto, hoy, las tendencias marcan que los líderes de opinión que hoy se personifican en los adalides de la información, y que en buena medida son instrumentos para preservar el statu quo, pasarán de moda y sus mensajes perderán eco; además, una tercera o más cadenas de televisión seguirán siendo necesarias, pero la diversidad de formatos sembrarán la raíz de una competencia bárbara en la industria; todavía más, tendrá lugar una feroz guerra de contenidos.

De momento, la televisión de paga tiene una penetración relativamente baja en el país. De acuerdo con un reporte del Consejo Latinoamericano de Publicidad en TV de Paga (Lamac), este formato registra una penetración de 76.1% entre la población de Colombia y de 72.9% entre la de Argentina, mientras que en México es de apenas 30.8%. Sin embargo, existen factores que están abonando para que se acelere la expansión de la televisión de paga.

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