jueves, diciembre 10, 2009

Adiós

Teodoro Rentería Arróyave

Ante la nula posibilidad de reelegirse, por el pasado que le acusa y por su pésima y dolosa actuación, el muy cuestionado contador, Arturo González de Aragón renunció a presentar nuevamente su candidatura al frente de la Auditoría Superior de la Federación, ASF, por un segundo periodo de 8 años, con el argumento insolente de que duda de la legalidad, transparencia y equidad del proceso que la Cámara de Diputados lleva a cabo para renovar la titularidad del órgano fiscalizador.

La Auditoria Superior de la Federación no es un simple apéndice de la Cámara de Diputados como lo comprometió su actual titular, afortunadamente hasta el próximo 31 de diciembre, Arturo González de Aragón, es por el contrario el órgano por excelencia para fortalecer los trabajos de fiscalización, transparencia y rendición de cuentas.

Comprobado que la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental es una ley mordaza y, ese sí, su apéndice, el Instituto Federal de Acceso a la Información, IFAI, es una entelequia, la ASF para todos los que creemos en que la información gubernamental es patrimonio del pueblo porque se genera con sus impuestos, es como lo dijimos la institución por excelencia para esos efectos, puesto que no sólo debe concretarse a levantar auditorias sino que además en forma preponderante hacer los análisis que provoquen nuevas normas y leyes para enriquecer en todos sentidos la eficacia y pulcritud del gobierno mexicano.

Por eso González de Aragón no se pudo reelegir, ya que existe consenso entre los diputados de todos los partidos de reformar el marco jurídico de la ASF para fortalecer sus trabajos y darle más facultades para que no sólo haya sanciones administrativas, sino también de carácter penal para todo aquel funcionario que cometa ilícitos con recursos públicos.

Desde que se mencionó su nombre, hace más de 8 años, para ocupar el alto y delicado puesto dimos a conocer en este Comentario a Tiempo las debilidades del contador González de Aragón, fue obvio, nadie nos hizo caso; en la propia LX Legislatura lo apoyaban sus socios en el negocio de la radiodifusión.

Ahora los mexicanos fuimos más afortunados: ante su posible reelección con la cual se embolsaría otros 19 millones 488 mil pesos, además de otras canonjías, puesto que su sueldo es de 203 mil mensuales, nuevamente dimos cuenta del impostor y la valiente colega, Erika Ramírez reportera de las revistas Fortuna y Contralínea, publicó con detalle los procesos de investigación y las conclusiones en torno al caso del conflicto de interés que, sin duda, ha marcado a González de Aragón. Todo hace pensar que ahora sí los legisladores tomaron en cuenta el trabajo periodístico.

Altanero como es, González de Aragón primero recurrió al chantaje para asegurar la reelección, amenazó con ampararse y luego cuando fue llamado por el líder de la bancada priísta, Carlos Rojas Gutiérrez de quien más que su subalterno ha sido su lacayo, no tuvo más remedio que recular al presentar por escrito su renuncia a continuar en el proceso de selección ¿por qué? porque la decisión estaba tomada: González de Aragón no podía ni debía continuar como auditor superior de la Federación.

“En la cartera de clientes”, abunda Erika Ramírez, “del despacho de contadores públicos González de Aragón y Asociados -del que el auditor superior fue socio fundador por 16 años y que, a su llegada a la ASF, transfirió a sus hijos Gerardo, Javier y Arturo González de Aragón Rodríguez, junto con el contador Juan Rodríguez Flores-, la Presidencia de la República se convirtió en una de las entidades gubernamentales que durante todo el sexenio foxista solicitó de manera consistente los servicios de la firma familiar”.

“Casualmente, durante el período 2001-2003, el Auditor Superior de la Federación falló para encontrar las irregularidades que ocasionaron un daño al erario en la revisión de las cuentas de la Presidencia de la República, a pesar de que justo en ese período tendría que haber encontrado antes que nadie los casos del desvío de recursos a “Vamos México”, en donde Martita Sahagún era la mandamás; el despilfarro en la construcción de las cabañitas de Los Pinos, en donde estuvo involucrado directamente el entonces presidente Fox y su amigo el constructor; o por lo menos el involucramiento de los hermanitos Bribiesca Sahagún que se dedicaban a traficar influencias con empresarios privados para conseguirles contratos con el gobierno, siempre contando con la venia de los de la Presidencia”.

Estos son sólo algunos de los “pecadillos” del contador oficial de presidentes, ex presidentes, funcionarios y ex funcionarios públicos. Decimos “pecadillos”, porque es obvio que nadie lo va a investigar y muchos menos le imputarán los cargos en los que pudo haberse involucrado.

Y no contento con ello, el descalificado sujeto ahora dicta consejos en el sentido de no deteriorar a la ASF, “como ha sido el caso de muchas otras instituciones”, cuando él fue el primero en no ajustarse a la ética que reclama el alto puesto. Además Erika, debemos denunciar, unida la prensa, al contador que también es amante a lanzar amenazas hasta de muerte. Al decirle adiós, lo importante es desnudarlo cuando todavía tiene poder.

No hay comentarios: