viernes, septiembre 04, 2009

Hidalgo, basurero nacional

Francisco Rodríguez

Es mas fácil organizar una conferencia mundial sobre el medio ambiente, que agacharse a levantar la basura que esta tirada en el suelo.

POETA Y POLÍTICO, JAIME
Sabines escribió la mejor definición del concepto que la casta gobernante tiene de los gobernados, sus contribuyentes o electores: el pueblo mexicano:

“El pueblo es una entidad pluscuamperfecta / generosamente abstracta e infinita / sirve también para que jóvenes idiotas / aumenten el área de los panteones / o embaracen las cárceles / o aprendan a ser ricos.
“Lo mejor de todo lo ha dicho un señor Ministro: / ‘“Con el pueblo me limpio el culo’ / He aquí lo máximo que puede ser el pueblo: / un rollo de papel higiénico / para escribir la historia contemporánea con las uñas.”

En prosa, pues, el pueblo mexicano, los contribuyentes y electores venimos valiéndoles… una pura y dos con sal a los señores gobernantes.

Una y otra vez no sólo el pueblo, también las leyes, se las pasan por el arco del triunfo. Y sí. De ese tamaño es su pírrico triunfo.

Ha sucedido una vez más en Zimapán, misérrimo municipio del endeudado estado de Hidalgo, donde la empresa española Befesa ha construido un confinamiento de desechos tóxicos, pese a la oposición de la mayoría de sus habitantes que, con justeza, reclaman el peligro que a su salud y a sus vidas mismas implica la vecindad con este basurero a donde irán a parar desperdicios hospitalarios y otros que, como las baterías eléctricas, perjudicarán la calidad del agua que de esa zona se extrae para el abasto, incluso, de Querétaro.

Hace dos días, apenas, el gobierno federal que encabeza Felipe Calderón Hinojosa, a través del subsecretario de Gobernación, Gerónimo Gutiérrez, le habría dicho al alcalde de Zimapán, José María Lozano Moreno, que el confinamiento de residuos tóxicos de Befesa entraría en funcionamiento este miércoles con o sin autorización de la presidencia municipal.

El artículo 115 constitucional y el pueblo de Zimapán
Todo ello pese a que la autoridad municipal retiró, a mediados del mes de abril más reciente, la licencia de funcionamiento de este peligroso confinamiento.

A esta decisión soberana del gobierno municipal, se han impuesto el gobierno de Hidalgo, y por supuesto la fallida administración calderonista, ya no nada más a través de la Secretaría de Medio Ambiente y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

Osorio Chong, polémico gobernador hidalguense, ha defendido la inversión hispana en Zimapán, alegando “desarrollo” y “progreso” para sus habitantes, a lo que éstos le han respondido que, si así entiende ambos conceptos, vayan entonces él y su familia a habitar en ese municipio, cerca del basurero tóxico.
“Alborotadores” llaman los defensores de Befesa –empresa harto cuestionada en España, no sólo por la contaminación que genera donde ubica algunas de sus instalaciones, lo mismo por cuestiones políticas que implican corrupción-- a quienes defienden su salud, vida y el equilibrio natural.

Y en tal calidad han sido reprimidos. Una de esas ocasiones en las que relucieron garrotes y cachiporras de las llamadas fuerzas del orden, éstas iban “comandadas” por el ahora flamante diputado priísta David Penchyna Grub, sicario de Osorio Chong, pero también de Beatriz Paredes.

Dictámenes científicos han avalado el porqué de la resistencia de los habitantes de Zimapán al basurero. Y han sido ignorados.

¿Qué intereses económicos y políticos impulsan al gobierno estatal y a la fallida Administración para que protejan los intereses de la empresa ibérica por sobre los del pueblo de Zimapán? ¿Qué han recibido a cambio de violentar las leyes?

El pueblo… El pueblo no les importa.
Sabines diría que, como en 1968, cuando escribió “Diario Oficial”, el pueblo es un rollo de papel higiénico.
Con él se limpian los gobernantes, aunque lo invoquen para las elecciones o, ahora en el clímax de la crisis de la incompetencia gubernamental, para demandarle “un sacrificio adicional”.

Con ese rollo, como también escribió el poeta chiapaneco, también se puede escribir la historia contemporánea de nuestro México. Aunque sea con las uñas.
Hidalgo, mientras tanto, “progresa” y se “desarrolla”. Ya es el basurero nacional.

Índice Político: Casi no hay secretaría de Despacho que no tenga dos sedes. Una, la oficial. Otra, cerquita de Los Pinos. En afán de ahorro, las segundas deben desaparecer. Y en una de esas, también las oficinas instaladas en la residencia oficial, pues la sede del Ejecutivo es el Palacio Nacional. + + + El aplausómetro está listo. Mañana en Toluca rinde Enrique Peña Nieto su informe de gobierno. Estará más concurrido que la ceremonia por el mensaje de Felipe Calderón. La clase política está instalada en el futuro esperanzador y no en el caótico presente.

No hay comentarios: