miércoles, agosto 05, 2009

"Opresor"

Teodoro Rentería Arróyave

El rechazo a la nueva Cédula de Identidad Biométrica se ha generalizado por dos razones de peso: el costo millonario de la misma, sobre todo en tiempos de crisis, por lo que resulta absurdo implementarla y por el peligro que representa un banco de datos en manos del gobierno federal puesto que se puede convertir en un arma para reprimir a los movimientos sociales o a los enemigos políticos.

Muchos años de esfuerzos y de luchas continuas, en las que precisamente participó el Partido Acción Nacional, para separar del gobierno central el organismo encargado de organizar las elecciones y por ende de implementar el padrón de los electores, para que ahora el gobierno blanquiazul de Felipe Calderón Hinojosa nos salga con esa gansada.

Nuevamente es de referirse a su equipo cercano, ya que continúa fracasando en su labor de asesoramiento o de consejo. No es posible aceptar que el propio primer mandatario se encargue de anunciar tal intención, que debería corresponder en todo caso a uno de sus colaboradores, y muchos menos afirmar, orondo, que dicha Cédula va a ser la aportación histórica de su administración.

Cuesta trabajo imaginar que en el mismo seno del grupo gobernante se trate de ignorar la agenda de los pendientes, que primero fueron promesas de campaña y hoy son reclamos de un pueblo desesperado por la pobreza y la marginación en la que se le ha sumido. La amenaza del despertar del “México bronco” de la que hablaba el maestro, entiéndase el maestro don Jesús Reyes Heroles, cada día se hace más latente para que ahora nos salgan con estos gastos millonarios superfluos.

También cabe la sospecha de que por esta misma realidad de que se puedan producir estallidos sociales, el gobierno se esté preparando para atajarlos o reprimirlos con el banco de datos más completo de los mexicanos.

Por ello mismo resalta el señalamiento de la bancada del Partido Revolucionario Institucional en el Senado de la República de que sería “un grave retroceso” que la Cédula Única de Identidad, que pretende implementar el gobierno federal, sea sólo un pretexto “para volver a etapas ya superadas, cuando la Secretaría de Gobernación tenía el control de esos instrumentos”

Exacto, es de exigirle al Ejecutivo federal que explique a detalle los términos y alcances de la misma, ya que el actual marco jurídico es “insuficiente” para dar soporte a su emisión. El coordinador de la fracción tricolor, Manlio Fabio Beltrones, además de advertirlo, dijo que hacen suyas “las preocupaciones manifestadas en el seno del Consejo General del Instituto Federal Electoral, IFE, respecto del anuncio presidencial”.

Sobre la falta de un marco jurídico apropiado para emitir el documento, aseveró que, de ser necesario, la bancada priísta habrá de presentar las iniciativas de reformas constitucionales o legales para garantizar que el proyecto sea un verdadero avance en materia de identidad y no un instrumento de control ciudadano. Lo anterior, cuando menos representa un respiro para evitar la entronización de un gobierno central, opresor y represor.

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