Álvaro Cepeda Neri / Conjeturas
Han transcurrido más de dos meses de la muerte de 49 niños (uno más sobrevive en el filo del deceso) en el incendio de la guardería ABC, mientras el resto, con lesiones de por vida ha vuelto a sus hogares, a condición de tener que regresar al hospital para cuidados y terapias psicológicas, tanto como la de sus padres que, con ellos habrán de sufrir para siempre.
Y todo por los actos deliberados del gobierno de Robinson-Bours, a unos cuantos días de irse al ostracismo y políticamente muerto, de haber guardado los archivos de su mala administración en los terrenos contiguos a la guardería ABC de la capital de Sonora y donde se provocó el incendio (con toda la mala fe, unos obreros fueron enviados a soldar, en ese lugar donde, además, había tanques de gasolina).
En las vísperas del terrible infierno al que se sometieron los niños, estaban en marcha las campañas para elegir al nuevo gobernador. El “gober” Bours estaba de vacaciones en Tucson. Y el presidente municipal, Ernesto Gándara, andaba para Guaymas también de descanso.
Hermosillo había sido dejada en manos del asesor de Bours: Juan Antonio Lam, alias El Chino. No hubo omisiones, ya que el incendio fue provocado, pensando incinerar los documentos hacendarios de Bours, para no dejar huella, pero las llamas fueron atraídas por el techo flamable de la guardería y éste de inmediato cayó sobre los niños quemando entre 40 y 90 por ciento de sus cuerpos.
En ese contexto se celebró la elección, y el PAN logró una contundente victoria; pero, contra lo que se sostiene, la alternancia se veía venir porque los ciudadanos, en su mayoría, habían decidido botar a Bours y su candidato, apoyando al panista y con éste a varios candidatos municipales.
Que los padres y familiares de los niños –si fueron a votar, que no lo hicieron ocupados como estaban en sus desgracias– aumentaron con unos cuantos cientos la votación favorable a los panistas, no decidieron los miles de votos que derrotaron al PRI. Desde entonces Bours ha maniobrado para hacer cansada la resolución definitiva, reclamando inequidad, cuando él utilizó el aparato burocrático y el dinero de los sonorenses para tratar de ganar la elección.
Le salió el tiro por la culata. Bours interpuso un reclamo ante el tribunal electoral local quien se declaró incompetente, para hacerlo ante el Trife y lo ha regresado para que aquel falle antes de la toma de posesión.
Bours, más que cardiaca, la está haciendo cansada. En el entendido de que revertir la victoria panista incendiaría de indignación a los sonorenses que masiva y mayoritariamente votaron a favor del PAN. está claro que el candidato panista, ya gobernador electo, tomará posesión. De lo contrario la entidad vivirá una revuelta de consecuencias imprevisibles por las protestas que ya no serán pacíficas (como las 12 que han celebrado los padres de las víctimas) y la violencia social y política harán un estallido gravísimo.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
Han transcurrido más de dos meses de la muerte de 49 niños (uno más sobrevive en el filo del deceso) en el incendio de la guardería ABC, mientras el resto, con lesiones de por vida ha vuelto a sus hogares, a condición de tener que regresar al hospital para cuidados y terapias psicológicas, tanto como la de sus padres que, con ellos habrán de sufrir para siempre.
Y todo por los actos deliberados del gobierno de Robinson-Bours, a unos cuantos días de irse al ostracismo y políticamente muerto, de haber guardado los archivos de su mala administración en los terrenos contiguos a la guardería ABC de la capital de Sonora y donde se provocó el incendio (con toda la mala fe, unos obreros fueron enviados a soldar, en ese lugar donde, además, había tanques de gasolina).
En las vísperas del terrible infierno al que se sometieron los niños, estaban en marcha las campañas para elegir al nuevo gobernador. El “gober” Bours estaba de vacaciones en Tucson. Y el presidente municipal, Ernesto Gándara, andaba para Guaymas también de descanso.
Hermosillo había sido dejada en manos del asesor de Bours: Juan Antonio Lam, alias El Chino. No hubo omisiones, ya que el incendio fue provocado, pensando incinerar los documentos hacendarios de Bours, para no dejar huella, pero las llamas fueron atraídas por el techo flamable de la guardería y éste de inmediato cayó sobre los niños quemando entre 40 y 90 por ciento de sus cuerpos.
En ese contexto se celebró la elección, y el PAN logró una contundente victoria; pero, contra lo que se sostiene, la alternancia se veía venir porque los ciudadanos, en su mayoría, habían decidido botar a Bours y su candidato, apoyando al panista y con éste a varios candidatos municipales.
Que los padres y familiares de los niños –si fueron a votar, que no lo hicieron ocupados como estaban en sus desgracias– aumentaron con unos cuantos cientos la votación favorable a los panistas, no decidieron los miles de votos que derrotaron al PRI. Desde entonces Bours ha maniobrado para hacer cansada la resolución definitiva, reclamando inequidad, cuando él utilizó el aparato burocrático y el dinero de los sonorenses para tratar de ganar la elección.
Le salió el tiro por la culata. Bours interpuso un reclamo ante el tribunal electoral local quien se declaró incompetente, para hacerlo ante el Trife y lo ha regresado para que aquel falle antes de la toma de posesión.
Bours, más que cardiaca, la está haciendo cansada. En el entendido de que revertir la victoria panista incendiaría de indignación a los sonorenses que masiva y mayoritariamente votaron a favor del PAN. está claro que el candidato panista, ya gobernador electo, tomará posesión. De lo contrario la entidad vivirá una revuelta de consecuencias imprevisibles por las protestas que ya no serán pacíficas (como las 12 que han celebrado los padres de las víctimas) y la violencia social y política harán un estallido gravísimo.
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