miércoles, julio 22, 2009

¿Tula?, ¿Salamanca?

Francisco Rodríguez

La igualdad de la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, nininguno tan pobre que se vea necesitado de venderse.

Jean Jacques Rousseau

GUANAJUATO YA ESTÁ
listo para recibir la muy cacareada Refinería Bicentenario cuya construcción, pareciera, prometió “hace un siglo” el señor Felipe Calderón.

En Hidalgo, mientras tanto, siguen “pidiendo frías” al banco de la CTM, perdón, de Roberto González Barrera (Banorte), y al de Barack Obama (Banamex), en ánimo de conseguir un préstamo de mil 500 millones de pesos, de los cuales sólo mil 50 serán para pagar los terrenos a los ejidatarios a quienes se comprarían sus parcelas. El destino de los otros 450 millones con los que Miguel Ángel Osorio Chong endeudará a los hidalguenses es aún un misterio.

El plazo para Hidalgo vence mañana. Dentro de unas horas, en efecto, se habrán agotado los 100 días que como prórroga dio el muy generoso señor Calderón a la administración priísta de Osorio Chong para conseguir un terreno de 700 hectáreas para que, finalmente, Pemex construya la planta de refinación de petróleo crudo. El anhelo del ocupante de Los Pinos, empero, es que la nueva planta de la paraestatal se construya en una entidad panista.

Presentada como segunda opción, caso dado que Hidalgo no pueda cumplir, la administración estatal a cargo de Juan Manuel Oliva ya tiene todo listo para “guanajuatizar” el único proyecto de obra de gran envergadura que la fallida Administración de Calderón ha anunciado.

Sin pedir prestado, Guanajuato ya tiene desde el pasado sábado 18 de julio 700 hectáreas listas para ser entregadas a la paraestatal, por si en Hidalgo se llegaran a atorar los trámites con los bancos a los que se ha solicitado el apoyo financiero, que cobrarán muy bien por cierto.

Y ha sido hasta el día 98 de ese plazo que la Legislatura con sede en Pachuca, mayoritariamente priísta, autorizó por ¡unanimidad! la iniciativa de decreto que autoriza a Osorio a contraer el crédito que durante doce años gravitará sobre los contribuyentes de una de las entidades más pobres del país.

En Guanajuato, no se endeudaron. Para adquirir los terrenos que ya están disponibles para Pemex, simplemente utilizaron recursos de un fondo llamado Bolsa de Atracción de Inversiones.
Y compraron no 700, sino 900 hectáreas por si a Pemex le hicieran falta otros 2 millones de metros cuadrados más de terreno.

En Hidalgo hay manifestaciones sociales de inconformidad.

Ayer mismo, previo a la sesión en la que se aprobó la contratación de la deuda con los bancos mencionados, integrantes de Unidad y Fuerza Indígena Campesina (UFIC) cerraron el principal acceso al Congreso local para demandar a los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) una postura acorde con su posición de izquierda. Pero, ya conoce usted a estos perredistas de la corriente Nueva Izquierda. Los “chuchos”, pues, que bailan al $on que el poder les to¢a.

También por ahí estuvieron integrantes de Antorcha Campesina, quienes hicieron un plantón frente a la sede del Poder Legislativo estatal, para exigir a los diputados un voto razonado para la iniciativa enviada por el gobernador Osorio Chong.

En Guanajuato, en contraste, hay muestras de adhesión a la medida de buscar para esa entidad la erección de la refinería.

Muestra de ello la brinda el diputado independiente Anastasio Rosiles Pérez, secretario de la Comisión de Hacienda y Fiscalización, de la actual Legislatura guanajuatense, quien el sábado anterior declaraba su satisfacción por la que él considera muy posible cesión de terrenos en esa entidad a Pemex: “Estamos previendo que Tula no va a lograr tener todo listo, entonces por sí o por no, estamos preparando todo en Guanajuato a afecto de que el 23 de julio el gobernador Juan Manuel Oliva ‘levante el dedo’, cuando se le vence el plazo a Hidalgo”.

Dos entidades de la Federación echadas a pelear el 14 de abril por el señor Felipe Calderón. Una se regodea. La otra estira la mano, en busca de préstamos.

Índice Flamígero: En Los Ángeles, California, sacan cuentas sobre el costo que para los contribuyentes del Distrito Federal implica la representación de Marcelo Ebrard en esa ciudad. Los gastos mensuales de esa oficina, dicen, ascienden a 20 mil dólares. A cambio, sólo han tramitado un promedio de 80 actas de nacimiento cada 30 días. O sea, que cada uno de esos documentos sale a un mil 440 dólares. “Hubiera salido más barato ir al DF a gestionarlas, con gastos pagados”. También platican que la representante, Lorena Valles, llegó al cargo encinta. Recurrió al Welfare, en su calidad de madre soltera. La apoyaron y ahora también su vástago recibe beneficios que cubren los taxpayers de allá. Tal contrasta con un reciente viaje que Valles hiciera a Nueva York, donde dicen gastó algo así como 3 mil dólares en una sola tienda. La “diplomática”, por cierto, pertenece a las huestes de Dolores Padierna y René Bejarano. + + + Ni siquiera es autopromoción. Germán Martínez no está ni remotamente considerado para una “chamba” en la Administración Pública Federal. Eso de que podría ir a Pemex, es una broma de pésimo gusto. + + + Y el señor Calderón sigue pidiendo paz a los factores políticos, esencialmente partidistas, ofendidos durante la reciente campaña electoral. Por lo que se ve, sus anteriores llamados no han sido oídos.

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