miércoles, julio 01, 2009

San Luis Potosí, Sonora

Miguel Ángel Granados Chapa / Plaza Pública

Mientras que es probable la retención del gobierno potosino por el Partido Acción Nacional, acaso no sea posible para el PRI seguir gobernando a los sonorenses, sobre todo después del crimen del 5 de junio

Además de gobernador, los potosinos elegirán el próximo domingo 58 ayuntamientos e integrarán un nuevo Congreso, compuesto por 15 diputaciones de mayoría y 12 de representación proporcional. San Luis Potosí es una más de las entidades en que la historia y la tendencia apuntan a una contienda bipartidista en que las posiciones de poder se dividen entre el PAN y el PRI.

En pos de la gubernatura contienden el candidato panista Alejandro Zapata Perogordo y el doctor Fernando Toranzo Fernández, un singular médico que fue dos veces secretario de Salud, con un gobierno priista la primera vez, y con el actual que pertenece al PAN la segunda. De allí saltó inesperadamente a la disputa interna por la candidatura, en que batió a dos poderosos precandidatos que durante meses habían desplegado esfuerzos por alcanzar la postulación priista. Uno de ellos, Jesús Ramírez Stabros, con el apoyo del líder priista en San Lázaro, consiguió el apoyo de casi todos los alcaldes y dirigentes municipales de su partido. Pero no le sirvió de mucho porque, acaso por un acuerdo entre el gobernador Marcelo de los Santos y la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, se acordó seleccionar candidato a través de una votación interna en que el doctor Toranzo salió avante sorpresivamente, con una ventaja numéricamente irrecusable. Ramírez Stabros impugnó sin éxito la elección mientras que el senador Carlos Jiménez Macías se limitó a descalificarla. Ninguno de ellos se sumó a la candidatura de quien los venció.

Zapata Perogordo, a su vez, derrotó a su compañero de banca en el Senado Eugenio Govea, quien se inconformó con el resultado del certamen interno sin impugnarlo legalmente. Jorge Lozano Armengol, presidente municipal de la capital, avenido en apariencia a la postulación de Zapata Perogordo -que había ocupado su misma silla de 1997 a 2000- se retiró de su partido, se declaró alcalde independiente y denunció el mal estado del PAN en esa entidad. No es posible calcular en qué medida su inconformidad afectará el resultado final, que probablemente se caracterizará por el estrecho margen que separe al candidato priista del panista (apoyado también por el Panal, cuyos malabarismos lo llevan a ser aliado del PAN en este caso y del PRI en otros varios).

El gobernador De los Santos intentó serlo dos veces. La primera vez fue derrotado por Fernando Silva Nieto pero en su segunda oportunidad, con apenas 7 mil votos más que los obtenidos en 1997, doblegó a Luis García Julián, con cuya controvertida candidatura perdió el PRI ese gobierno que es difícil, si bien no imposible, que recupere ahora. El predominio panista comprende no sólo una holgada mayoría en la legislatura local sino también la representación en el Congreso de los siete distritos federales.

En Sonora buscan la gubernatura miembros de una misma familia, primos como sus nombres lo indican: Guillermo Padrés Elías y Alfonso Elías Serrano. El primero ya derrotó al segundo en la contienda por la senaduría, hace tres años y, según las encuestas recientes lo hará de nuevo: ayer el sondeo practicado por El Universal le daba cuatro puntos de ventaja sobre su pariente. No es una diferencia muy ancha y que se confirme dependerá de cómo se traduzca en votos la grosera reyerta entre el gobierno estatal, volcado en apoyo de Elías Serrano, y el gobierno federal y su partido, que convirtió a Sonora en la principal pieza a disputar el próximo domingo.

Bours ganó la gubernatura hace seis años por muy estrecho margen, apenas el 1 por ciento de la votación, en contienda cerrada resuelta en último término por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. No obstante la protesta de Ramón Corral, el panista derrotado, Bours mantuvo estrecha relación con Vicente Fox y con Felipe Calderón. A éste le fue especialmente útil la alianza antimadracista del sonorense con Elba Esther Gordillo, y el apoyo que expresamente le ofreció cuando la coalición Por el Bien de Todos cuestionó rudamente el resultado de la elección presidencial.

Sin embargo, el uso político que Bours y Calderón -a través de sus colaboradores- han dado al infanticidio múltiple del 5 de junio afectó la tersa relación hasta entonces mantenida. La misma se trocó en áspero intercambio de invectivas e imputaciones en que Bours resulta especialmente dañado. Se hizo evidente su soledad en el entorno político nacional. No han acudido en su apoyo los dirigentes nacionales del PRI, al que formalmente pertenece, entre otros factores por su abierta enemistad con Manlio Fabio Beltrones. Es tan grave el crimen colectivo de la guardería ABC, y tan centralmente está involucrado Bours en la suma de corrupción y abulia que condujo al atroz desenlace, que ni siquiera su aliada Gordillo se ha manifestado, presa como está entre esa liga y sus intereses en el gobierno federal.

Además de la gubernatura este domingo se disputan 72 ayuntamientos y las 33 curules del Congreso local, así como las siete correspondientes a San Lázaro. Actualmente, el PAN posee cinco y sólo dos el PRI. La contienda por esas posiciones se vio gravemente afectada por el atentado contra el candidato panista Ernesto Cornejo Valenzuela, cuya camioneta fue tiroteada en una agresión en que murieron dos de sus acompañantes. El propio destinatario del ataque y el líder de su partido, Germán Martínez, acusaron a Bours por ese atentado y con ello crisparon aún más la situación en el estado. Por eso mismo Martínez estará en Sonora el próximo domingo.

Cajón de Sastre

La unanimidad de los países centroamericanos y del resto del continente en torno del presidente Manuel Zelaya, depuesto de su cargo mediante un mecanismo sólo en apariencia legal (como el que empleó en México en 1913 Victoriano Huerta, que hizo actuar en su favor al Congreso para sacralizar el golpe militar que había asestado al presidente Madero al que además mandó asesinar), debe hallar su traducción a los mecanismos prácticos para hacer sentir al gobierno espurio de Honduras las consecuencias del rechazo internacional. Si como se anuncia ya el presidente constitucional será arrestado tan pronto vuelva a su patria -lo que se ha calculado para mañana jueves-, la comunidad internacional no podrá limitarse a la condena al cuartelazo disfrazado de congresazo y, por supuesto sin acudir al uso de la fuerza, impedir ese desafuero.

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