martes, julio 21, 2009

Rebelión en el PAN


Georgina Saldierna / La Jornada

Inconformes por la intromisión gubernamental en el proceso de selección del presidente del Partido Acción Nacional (PAN), y porque la cúpula blanquiazul ha eludido una reflexión a fondo sobre la derrota electoral del 5 de julio pasado, senadores, diputados y el ex dirigente de ese instituto político, Manuel Espino, anunciaron ayer que no participarán en la contienda para elegir al sucesor de Germán Martínez en la jefatura nacional panista.

Mencionados como posibles candidatos a la dirigencia, los senadores Santiago Creel, Ricardo García Cervantes y Humberto Aguilar; el diputado electo Javier Corral y el diputado saliente Gerardo Priego informaron que no se inscribirán en el proceso; por el contrario, realizarán acciones para promover que César Nava, considerado el candidato oficial, no alcance 66 por ciento de los votos requeridos para suceder a Martínez, y de esa manera se tenga que convocar a una nueva elección en la que no intervenga el gobierno federal.

Proceso en marcha

Por su lado, el secretario general del blanquiazul, Rogelio Carbajal, aseguró que la reflexión sobre los resultados electorales se encuentra en marcha y consideró una falacia que el proceso de elección del presidente del partido obstruya, impida o cancele dicha discusión, pues eso sería suponer que el análisis de todos los panistas depende de una sola persona.

Refirió además que la revisión de los objetivos y la acción política del panismo no puede darse fuera del marco institucional. Si bien dio la bienvenida a las opiniones y las voces de todos los militantes, consideró que ninguno debe pretender colocarse por encima de las facultades del Consejo Nacional, y tampoco son aceptables los intentos de imponer reflexiones unipersonales o de grupo. Poner en duda que existen cauces institucionales para el debate y la deliberación interna es contrario a la esencia del PAN, subrayó.

Al mediodía, en un hecho inusitado, Creel, Corral, Aguilar, García Cervantes, Priego y Espino se reunieron para manifestar el rechazo a la intromisión gubernamental en la selección del próximo dirigente del PAN y cuestionar el proceso de reflexión que ofreció el ex dirigente Germán Martínez.

¿Dónde está el análisis sobre la situación del partido?, ¿dónde está la reflexión sobre su vida interna?, ¿ dónde está el reporte de la Comisión de Estrategia del PAN?, ¿dónde está la reflexión sobre la pérdida de 4 millones de electores?, preguntó García Cervantes en una conferencia de prensa realizada en el auditorio Manuel Gómez Morín de la sede nacional panista.

Agregó que si no existe esa revisión, el Consejo Nacional encargado de elegir al próximo dirigente no está en posibilidad de dar un mandato y tampoco hay condiciones de postular una candidatura, aunque sea testimonial.

Gerardo Priego calificó de simulación el proceso iniciado para renovar la presidencia, e hizo un llamado a los panistas a alejarse del pragmatismo a ultranza, el cual ha dado pie a alianzas cuestionables.

Humberto Aguilar sostuvo que mientras persista el afán de imponer al presidente del partido, no participará en la contienda. Manifestó su respaldo al Ejecutivo federal, pero al mismo tiempo demandó respeto para generar equidad en el proceso de sucesión. El senador exigió que primero se haga la reflexión y después la elección interna.

Por su lado, el diputado electo Javier Corral también pidió que antes de la selección del nuevo jefe nacional se privilegie la discusión interna, si en efecto se quiere rescatar al partido y volver a sus principios. Pero ante esta demanda señaló que la respuesta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) ha sido asombrosa e inaudita: en "bola rápida" se evita la discusión, no se convocó a la renovación total del CEN, se da una semana para el registro de candidatos y 24 días para elegir al dirigente, sin previa reflexión.

Participar en el proceso de sucesión en esta condiciones equivaldría a avalar un mecanismo cuyos resultados, a vistas del partido, están predeterminados. De igual manera, señaló que empeñarse en dirigir la vida interna del blanquiazul desde el gobierno es suicida, porque se está haciendo exactamente lo que se criticó al PRI: la simbiosis ilegal e inmoral del PRI-gobierno.

Explicó que su pronunciamiento no es contra Nava ni contra Calderón, a quienes manifestó respeto, colaboración y lealtad, sino contra la autocomplacencia y la intromisión indebida del aparato gubernamental en la vida del instituto político.

Creel Miranda subrayó que elegir al próximo jefe nacional blanquiazul, sin antes haber reflexionado sobre los resultados del 5 de julio, equivale a que se seleccione a alguien que no tenga un mandato cierto, para realizar las transformaciones que requiere el PAN.

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