Claudia Rodríguez
En la recta final de las campañas electorales con la meta de cosechar el mayor número de sufragios el próximo domingo 5 de julio, los partidos políticos se encuentran en la última parte de su estrategia mediática y publicitaria en donde los ciudadanos hemos visto y escuchado decenas de frases que prometen alternancia, cambio, nuevas formas, mejores resultados, seguridad, oportunidades de salud, educación y empleo.
Cabe señalar, que la mayoría de las acciones de todos aquellos involucrados en la consigna de la caza del sufragio, obedecen a un plan detallado. Han sido días y más días de proselitismo, en los que todo ha tenido un enfoque electoral --aunque mucho se empeñen en negarlo. Lo importante era llegar a la conciencia ciudadana con un sinnúmero de artilugios; desde espectaculares, mantas y carteles en las calles, así como entrevistas -muchas nada espontáneas--, remedos de debates, e incluso; flores, plumas, gorras y camisetas.
Lo grosero de todo este asunto que pareciera estar dirigido al conjunto total de electores --aún los focales--, es que, tanto gasto lo justifican unos cuantos votos. El equipo de cada candidato, sabe de antemano que todo el trabajo se enfocará mayoritariamente hacia los votantes probables, los demás, si votan por él, aún siendo ignorados, son ganancias en las urnas.
Las campañas electorales son un montaje. El escenario colorido, no tendrá nada que ver con el después, la exposición exagerada del candidato, es como las mil representaciones de una obra, porque después de esto, si se obtiene el éxito electoral, la fama los hará desaparecer y el contacto con quienes le dieron el gane, será poco o de plano, nulo. Todo lo que se dice es aprendido, hasta las poses, las sonrisas y los ademanes. Bueno, qué decir de el cambio de imagen personal, hay quienes hasta se peinan.
Lo que hemos escuchado en este periodo de campañas rumbo a la elección federal, no han sido sólo descalificaciones, sino también una gran dosis de frases diseñadas y por ende, alejadas de la realidad inmediata.
Cuentos de cambio, sería una buena forma de definir las multicitadas expresiones de todos quienes por el momento tienen su momento de fama –para algunos efímera para otros de despegue--, porque tanto nos han prometido y a la hora de la verdad, los resultados han mostrado que o se han burlado de nosotros o simplemente no saben cómo hacerlo.
Seguridad, seguro médico, igualdad para las mujeres, los niños y los discapacitados, fuentes de trabajo, educación gratuita y profesional, casa propia…. ¿Cuántos cuentos cuentan?
Acta Divina… En debate televisado, entre los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Acción Nacional (PAN); Beatriz Paredes, Jesús Ortega y Germán Martínez, respectivamente; la primera ofreció que su instituto político es la mejor opción para gobernar y planteó soluciones de fondo a la crisis económica. Ortega convocó a un gran acuerdo nacional entre todos los actores políticos para cambiar el modelo económico que ha causado la crisis y Martínez defendió y destacó los logros del presidente Felipe Calderón.
En la recta final de las campañas electorales con la meta de cosechar el mayor número de sufragios el próximo domingo 5 de julio, los partidos políticos se encuentran en la última parte de su estrategia mediática y publicitaria en donde los ciudadanos hemos visto y escuchado decenas de frases que prometen alternancia, cambio, nuevas formas, mejores resultados, seguridad, oportunidades de salud, educación y empleo.
Cabe señalar, que la mayoría de las acciones de todos aquellos involucrados en la consigna de la caza del sufragio, obedecen a un plan detallado. Han sido días y más días de proselitismo, en los que todo ha tenido un enfoque electoral --aunque mucho se empeñen en negarlo. Lo importante era llegar a la conciencia ciudadana con un sinnúmero de artilugios; desde espectaculares, mantas y carteles en las calles, así como entrevistas -muchas nada espontáneas--, remedos de debates, e incluso; flores, plumas, gorras y camisetas.
Lo grosero de todo este asunto que pareciera estar dirigido al conjunto total de electores --aún los focales--, es que, tanto gasto lo justifican unos cuantos votos. El equipo de cada candidato, sabe de antemano que todo el trabajo se enfocará mayoritariamente hacia los votantes probables, los demás, si votan por él, aún siendo ignorados, son ganancias en las urnas.
Las campañas electorales son un montaje. El escenario colorido, no tendrá nada que ver con el después, la exposición exagerada del candidato, es como las mil representaciones de una obra, porque después de esto, si se obtiene el éxito electoral, la fama los hará desaparecer y el contacto con quienes le dieron el gane, será poco o de plano, nulo. Todo lo que se dice es aprendido, hasta las poses, las sonrisas y los ademanes. Bueno, qué decir de el cambio de imagen personal, hay quienes hasta se peinan.
Lo que hemos escuchado en este periodo de campañas rumbo a la elección federal, no han sido sólo descalificaciones, sino también una gran dosis de frases diseñadas y por ende, alejadas de la realidad inmediata.
Cuentos de cambio, sería una buena forma de definir las multicitadas expresiones de todos quienes por el momento tienen su momento de fama –para algunos efímera para otros de despegue--, porque tanto nos han prometido y a la hora de la verdad, los resultados han mostrado que o se han burlado de nosotros o simplemente no saben cómo hacerlo.
Seguridad, seguro médico, igualdad para las mujeres, los niños y los discapacitados, fuentes de trabajo, educación gratuita y profesional, casa propia…. ¿Cuántos cuentos cuentan?
Acta Divina… En debate televisado, entre los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Acción Nacional (PAN); Beatriz Paredes, Jesús Ortega y Germán Martínez, respectivamente; la primera ofreció que su instituto político es la mejor opción para gobernar y planteó soluciones de fondo a la crisis económica. Ortega convocó a un gran acuerdo nacional entre todos los actores políticos para cambiar el modelo económico que ha causado la crisis y Martínez defendió y destacó los logros del presidente Felipe Calderón.
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