sábado, abril 25, 2009

Fidel Castro, el articulista, escribe sobre Kennedy y Nixon

Pedro Echeverría V.

1. Fidel Castro ha escrito, después de dejar el gobierno de Cuba, quizá unos 200 artículos sumamente interesantes. Son importantes porque él demostró, desde sus larguísimos discursos de cinco horas en los primeros años de la Revolución, que era muy claro y pedagógico en sus exposiciones frente a decenas de miles de cubanos; pero además porque tiene la ventaja de poder allegarse documentos de archivo y poder consultar con funcionarios de gobiernos amigos de otros países. Lo que sea, pero los artículos de Castro que recibo todas las mañanas vía internet, me han ayudado a ver lo que pasa en el mundo en el campo político. Su más reciente colaboración es dedicada a comentar un artículo de una joven hija de los Kennedy que ha planteado la apertura hacia Cuba siguiendo, según Castro, el camino de John F. y Robert Kennedy.

2. Lo interesante es que Castro, quizá pensando en la futura política del presidente Obama respecto a Cuba y el mundo, parece decir que el presidente Kennedy y su hermano Robert -quien fuera procurador y candidato presidencial asesinado- estaban de acuerdo en que no se continuara bloqueando a Cuba y quizá fueron ellos quienes impidieron que toda la fuerza militar yanqui se lanzara contra la isla cuando la invasión de Playa Girón y la crisis de los famosos misiles. Es interesante “tejer fino”, como lo hace Castro, pues muchos de los que crecimos en el marxismo siempre partimos de análisis globales y aún lo seguimos haciendo. ¿Pero pudieron los Kennedy –asesinados los dos- hacer otra cosa que no respondiera a los intereses de los fabricantes de armas y las fuerzas de los halcones que se han movido en el Pentágono, la CIA y el FBI?

3. ¿Cómo olvidar aquellos años sesenta de la gran invasión contra el pueblo de Vietnam, de las gigantescas manifestaciones en EEUU y otros países, de las luchas de los negros contra el racismo, por la integración y por la revolución negra? ¿Cómo olvidar el rock, la psicodelia, el hippismo, la liberación femenina y todas las rupturas? ¿Y el significado de los asesinatos de los hermanos Kennedy, la persecución brutal contra los negros, las luchas de las panteras negras, de Ángela Davis, Malcom X y otros perseguidos y asesinados por los yanquis? ¿Y la lucha pacifista de Luther King que luego fue asesinado? Por todo ello, al recordar Fidel Castro aquellos años del poderoso derechismo yanqui encabezado por Nixon, Goldwater, el mismo presidente Johnson y todos aquellos ultras que dirigían las guerras, remueve en mí los recuerdos.

4. Quizá Obama tenga en el fondo –pero muuuy en el fondo- algunas buenas intenciones como al parecer las tuvieron los hermanos Kennedy en la primera mitad de la década de los sesenta. Fidel lo supo hace 50 años y lo confirma ahora: la política en el capitalismo nunca se ha movido por las buenas intenciones o los buenos deseos; la política se mueve por una gran cantidad de intereses económicos donde siempre triunfan, como alguna vez escribió Darwin, los más fuertes y mejor adaptados. Para responder a la gran esperanza de que la justicia siempre triunfa a la larga habría que decir que sí pero, muuuy a la larga, cuando ya la mayoría estemos muertos. La justicia debería ser “aquí y ahora” para que nuestros pueblos del mundo no sufran hambres, enfermedades y muertes cuando está en los seres humanos evitarlos.

5. Fidel Castro gobernó la isla de Cuba casi 50 años; dejó el gobierno a su hermano Raúl quien, después de Guevara, fue el tercer hombre más importante porque participó en el ataque al Moncada (1953) y en la guerrilla del triunfo de la Revolución cubana en 1959. ¿Gobernar medio siglo hizo a Castro un indiscutible dictador? Confieso que no tengo clara esa categoría a pesar de que para los leninistas las dictaduras son de clase: dictadura de la burguesía (de manera formal cada cuatro, seis u ocho años cambian de cara) y dictadura del proletariado (a pesar de que no sean obreros pero sí representar los intereses de esa clase social) Lo importante, dicen los leninistas, no son las elecciones “democráticas” formales, sino los intereses de clase que cada gobierno sirve. ¿A qué clase social sirvieron los dictadores Díaz, Batista, Somoza, Strossner y Pinochet?

6. No quisiera morderme la lengua, pero me parece que los leninistas tienen algo de razón. En los países llamados de la democracia y la libertad cada determinado número de años se celebran formalmente elecciones, se cambian presidentes y gobiernos y todo sigue igualito: la clase social dueña de latifundios, fábricas, bancos y decenas de miles de negocios siguen imponiendo su dominio dictatorial sobre el 80 por ciento de la población y ésta sigue viviendo en la miseria, como ha vivido durante siglos. Si bien en Cuba no pudo construirse ningún socialismo que desapareciera el trabajo asalariado y las clases sociales -por todo lo que significó el bloqueo instalado en América en 1962 por los yanquis, así por las dificultades para superar a gran escala la producción- Cuba es el país donde la pobreza es pareja y no aparece la acumulación de riqueza ni la miseria.

7. ¿Cuántos “dictadores” después de salir del gobierno siguen siendo queridos y admirados en el mundo por sus posiciones políticas? ¿Cuántos de ellos han seguido aportando sus ideas en charlas y publicaciones expuestas a la crítica mundial? Aunque he estado en la Habana y creo conocer la historia de los últimos 50 años de esa nación caribeña, no me atrevo a aventurar juicios acerca del alto nivel educativo y la conciencia ideológica de su pueblo. No tengo elementos para medir los cambios que el pueblo cubano registró durante el gobierno de Castro, pero sí pude medir las grandes batallas antiimperialistas que Cuba dio para contribuir a la lucha mundial contra el capitalismo. ¿Conoció la humanidad la solidaridad de maestros, médicos y soldados cubanos en los programas de alfabetización, de salud y en la lucha en desgracias en otros países?

8. Espero que Castro viva muchos años más y que continúe con esa gran tarea de escribir que se ha propuesto. A mi me ha gustado mucho reflexionar acerca del socialismo y las revoluciones, de las teorías marxista y anarquistas y las aportaciones de Fidel y otros estudiosos a esa historia son extremadamente valiosas. Analizar los problemas en “micro” permite descubrir y entender las particularidades de las cosas, pero es un error –sobre todo en los últimos años- el sacar las cosas del contexto histórico social. Si bien para nosotros los generalistas es difícil mirar los árboles nos hemos dado el método para entender a los árboles a través del bosque. Entendemos a los Kennedy y a los Obama en sus posibles buenas intenciones pero no podemos olvidar que ellos sólo han sido parte del engranaje de una terrible maquinaria de explotación y de guerra.

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