¿Sólo con refinerías privadas?

Antonio Gershenson

El ocupante principal de Los Pinos culpó al PRI y a los partidos de izquierda de que en México no se puedan construir varias refinerías al mismo tiempo, por haber rechazado su propuesta de refinerías de empresas privadas. Que por haber mantenido el postulado constitucional de que sólo el Estado, Pemex en este caso, puede hacer refinerías, por eso sólo se pueden hacer de una en una.

Primer punto que no es cierto: no fueron sólo el PRI y los partidos de izquierda los que votaron en ese sentido. También el PAN y otras agrupaciones de derecha votaron por la iniciativa actual que excluye refinerías privadas y deja la responsabilidad a Pemex.

Segundo: no es cierto que con Pemex, que con una empresa estatal, se deban hacer las refinerías una por una. De esto nos vamos a ocupar más en detalle.

Tercero: el estudio de Pemex para una nueva refinería concluye que para la mayor rentabilidad no se debe hacer sólo un tren de refinación que procese 300 mil barriles de petróleo crudo diarios, sino 600 mil en dos trenes de refinación. Y establece que “una vez que se determinen el tamaño y configuración del primer tren de refinación (lo cual ya se hizo), pueden iniciarse los estudios para definir el segundo tren”, del cual dice que incluso podría ser en un sitio diferente del primero, o sea, una segunda refinería… y nada dice de esperar a que se termine la primera.

Se plantea que la ingeniería sea en 2009 y 2010, y que de 2010 a 2015 sea la obra. Todo 2009 debería aprovecharse consiguiendo el terreno, aplanándolo y en general empezando la obra civil en lo que ésta no requiere de los proyectos específicos.

Es un problema la lentitud con que se procede con esa parte inicial de la refinería. No sólo nos referimos a las declaraciones que sustituyen a los hechos. Una publicación especializada del medio petrolero internacional publica una información firmada en Los Ángeles. Dice que Pemex retrasa la construcción de la nueva refinería hasta fines de año (se refiere a fines de 2009). Se atribuye a funcionarios mexicanos a que de aquí a fin de año se definiría la mejor ubicación para la planta. Sin embargo, el estudio que, entre otras cosas, evalúa nueve posibles sitios y concluye cuál es el más rentable, no sólo ya se terminó sino que se envió al Congreso de la Unión desde el 31 de julio de 2008.

El artículo mencionado señala que Pemex anunció el plan de la refinería a mediados de 2008, y preveía empezar a preparar el sitio antes del final de 2008. Es obvio que eso implica un retraso.

No he visto que haya ningún desmentido de Pemex al citado artículo.

En cuanto a que siendo una empresa pública sólo se pueden hacer las refinerías una por una, ponemos un ejemplo que acaba de ocurrir: Brasil y la empresa pública Petrobras. Ya lo mencionamos el domingo pasado en este espacio; vamos a detallar más la información.

El viernes 23 de enero pasado, el consejo de administración de Petrobras aprobó el plan quinquenal 2009–2013, con un aumento de 55 por ciento frente al plan anunciado hace poco más de un año para 2008-2012. El aumento se aprobó a pesar de las críticas de sectores privados que decían que con la crisis esa inversión no se iba a recuperar. La respuesta fue que para cuando se terminen las refinerías de exportación, a partir de 2013, ya no va a haber crisis y sí una gran demanda de refinados, especialmente de diesel.

Una parte del plan de cinco años son las nuevas refinerías. Y sí se pueden hacer simultáneamente por una empresa estatal. La de Pernambuco, con capacidad de 200 mil barriles de crudo al día, entrará en operación en 2011. La de Río de Janeiro, que alimenta un nuevo complejo petroquímico del cual forma parte, procesa 150 mil barriles diarios y se termina en 2012. La unidad Premium I de Marianao, con 600 mil barriles diarios de capacidad, entra en 2013. Esta última tiene una capacidad doble que la de la única refinería que se anuncia para México. La Premium II, con 300 mil, en Ceara, entra en operación en 2014. Las Premium son para exportar refinados a Europa y Estados Unidos. También se construirá una refinería pequeña, para 30 mil barriles diarios, en Río Grande do Norte.

No se trata sólo de palabras y escritos. Para el complejo de Río de Janeiro, del que dijimos que entra en operación en 2012 (habrá una segunda etapa que se termine en 2013), ya se convocaron los primeros concursos (y no como aquí, puros discursos) de la parte de refinería, incluyendo la destilación atmosférica. Se anuncia que las obras de aplanado de tierras y otras asociadas estarán terminadas en diciembre de 2009.

Los nuevos yacimientos del área bajo la roca salina entrarán a tiempo para ayudar a alimentar las refinerías que vayan entrando en operación. La intención es no exportar crudo, sino vender ya el producto con el valor agregado por la refinación.

Las obras se llevan a cabo con recursos presupuestales, en buena medida con ingresos propios y lo demás consiguiendo dinero en el mercado. Ya hubo un crédito enorme de un banco japonés.

Así que sí se puede. Tal vez sean las personas a cargo del asunto quienes no sean las indicadas para que se pueda.

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