lunes, febrero 02, 2009

Globalización, proceso de distorsión

La globalización es un proceso que de a poco ha comenzado a surgir y que actualmente se encuentra fuertemente arraigado en nuestra sociedad, abarcando todos los ámbitos en que se mueve una persona.

Marcos Quezada


La globalización es un proceso que de a poco ha comenzado a surgir y que actualmente se encuentra fuertemente arraigado en nuestra sociedad. Este hecho abarca todos los ámbitos en que se mueve la persona, pasando desde lo político, lo social, lo económico (fuertemente), lo ético, hasta llegar a lo religioso.

Así, este proceso va a marcar fuertemente una nueva dirección de los tópicos y de la humanidad y esto hará que el hombre busque conectarse de otra forma con una cultura nueva y desconocida, como será la cultura de la aldea global, que apunta principalmente a destruir el núcleo de la sociedad, la familia, creando así una cultura más individualista y personalizada en cada individuo que habita en la aldea.

Cada persona que se mueve en este mundo, lo hace inserta en una nueva etapa, que ya ha comenzado en nuestro tiempo y que es conocida como “Globalización”.

Existen tres aspectos importantes y que son causa actual de la desaparición de la cultura de las personas como lo son el neoliberalismo, que es un proceso que afecta y que conlleva a los pueblos directamente a un consumismo excesivo y por ende, un endeudamiento muy importante como pueblo y como personas. De hecho hay importantes tiendas o empresas multinacionales que hacen que las personas caigan en este juego del endeudamiento.

Por otro lado, como causa de esta dificultad social aparece el individualismo, que es un problema que afecta directamente a la sociedad por que con esta problemática desaparece poco a poco su núcleo, que es la familia, un pilar importante para alimentar y caminar junto con la sociedad.

Esta corriente produce un ostramiento de la persona y este cierre, un quiebre realmente importante, en y para la sociedad, ya que desaparecen grandes momentos y costumbres en las que se alimentan las costumbres, las tradiciones y la cultura de cada una de las personas y sus grupos sociales, esta problemática viene dada por la globalización.

Este movimiento ha hecho que cada persona entre en sí misma y se aísle como individuo, lo que crea un ensimismamiento en el que solamente es posible mirar hacia adentro, siendo primero yo, segundo yo, tercero yo..., y no poder observar y convivir con todo lo que me rodea.

Pero este hecho, no afecta a las personas solamente, sino que también vemos que los grandes organismos: políticos (Congreso, partidos políticos, dirigentes, etc.), económico (Empresas, empresarios, mercado, bolsa de valores, etc.), sociales (clases sociales alta, media y baja, sí es que en realidad en este proceso se puede encontrar una distinción entre clases, ya que estas cada vez se ven en menor intensidad, ya que la brecha entre ricos y pobres lo único que hace es aumentar y esto, hace que existan sólo dos clases) y religiosos (la iglesia, congregaciones religiosas, laicos, etc.) también están insertos, y no de una manera menor, dentro de este problema.

Aunque también nos encontramos con partes de estas instituciones que aún sueñan en que este gran movimiento mundial puede ser detenido, y si no puede detenerse, guiarse hacia otro lugar, o simplemente cambiar su objetivo, como lo es la sociedad y los que realmente nos necesitan, como los pobres, que están cada día más desplazados en este mundo.

Por eso no podemos perder de vista que, en medio de los fracasos de las realizaciones revolucionarias, de ninguna manera ha perdido vigencia la construcción de un poder popular, verdadera socialización humana, de medios económicos, de formas organizativas, de sueños culturales, que son aquellas personas que no quieren perder sus raíces, y poder luchar por sus intereses que los lleva a caminar y que los impulsa a estar de manera autónoma e interesada en proteger la cultura.

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