lunes, octubre 27, 2008

Nacionalistas

Teodoro Rentería Arróyave

Un periodista muy reconocido, Enrique Montero Ponce en la celebración del XXXIII aniversario de su noticiario “Tribuna”, el foro más escuchado en la entidad, y un político, Manuel Bartlet Díaz, ex gobernador del estado, a quien el cuerpo de ese sistema de noticias reconoció como “El Personaje 2008”, se conjuntaron en su fe nacionalista moderna, de ninguna manera trasnochado o su equivalente al chauvinismo.

En los momentos que vive el país, cuando está a punto de legislarse una Reforma Energética, que seguramente pudiera quedar refrendada este martes por la Cámara de Diputados después de que la colegisladora, el Senado de la República, la aprobara por amplísima mayoría, fue muy oportuno escuchar los sendos mensajes que esperamos que las mujeres y los hombres en el poder los asuman como propios.

Todos los miembros de los partidos representados en el Poder Legislativo, también en su inmensa mayoría, avalan la Reforma Energética, que desde luego es de insistirse nada tiene que ver, privatizadora, con la que envió el presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Sin embargo es de considerarse que todavía existe un vericueto que pudiera dar paso sesgado o encubierto al capital privado, sobre todo al extranjero, que negaría el espíritu de la enmienda, es el renglón en el que insiste Andrés Manuel López Obrador, sobre la nula restricción territorial en cuanto a obras de contratación y que pudieran determinar monopolios de áreas.

El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el priísta César Duarte Jáquez, ha señalado la disposición del órgano a su cargo, de recibir al líder de la Resistencia Civil en Defensa de la Soberanía Energética para conocer sus argumentos y en última instancia incorporar a la Reforma Energética, las ya famosas 12 palabras, que según él mismo y sus seguidores, aseguraría la integridad nacional, y de lograrse, dejarían en ese instante todo rastro de resistencia.

Enrique Montero Ponce tiene un record ejemplar, en 39 años y días, jamás ha dejado de transmitir su noticiario, inclusive por circunstancias, obvio, ajenas a su voluntad, desde el hospital. El programa diario matutino es un ejercicio cotidiano de pluralidad, pero sobre todo una línea editorial inquebrantablemente nacionalista. Su amor a México, aflora en cada emisión.

En su discurso de aniversario resaltó ese su pensamiento, en el cual advirtió que los funcionarios deben de comprender que son sujetos del escrutinio público por lo que sus actos serán calificados, primero por los pueblos que conforman sus contemporáneos y luego por la historia. Y recurrió a un ejemplo de actualidad: Se podrá estar de acuerdo o no en la forma de gobernador del presidente venezolano, Hugo Chávez, pero nadie puede negar que es el único jefe de Estado que blindó a su nación contra la actual crisis económica que globalizada nos exportó el gobierno estadounidense de George W. Bush.

Por su parte, Manuel Bartlet Díaz se refirió a las batallas que ha dado en defensa de la soberanía de la nación, que desde luego todos conocemos, y se refirió a los graves momentos por lo que atraviesa el país en renglones tan delicados como la economía, la seguridad y desde luego muy puntual en la defensa de nuestros recursos naturales y en particular de nuestro petróleo.

Mentira que los nacionalismos son caducos y contrarios a los intereses de los pueblos, nada menos que la gran potencia del norte, misma que dictó las doctrinas fallidas del libre mercado o mejor dicho del neoliberalismo, aceptó su error al nacionalizar sus bancos, además sus vudús financieros ahora no saben donde esconder sus cabezas, que impunes, empobrecieron al mundo. Necesitamos mexicanos de la talla de Bartlet y de Montero.

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