En una jornada histórica para el país y con una Cámara de Diputados sitiada por policías, la tribuna tomada por legisladores del FAP y Andrés Manuel López Obrador y sus huestes manifestándose afuera de San Lázaro, se aprobó la reforma energética.
A pesar de los vaticinios de enfrentamientos como los ocurridos en otras tomas de tribuna en la Cámara de Diputados, al final el debate se desarrolló con gritos, sombrerazos, acusaciones, mantas, altavoces e improvisaciones.
Bastaron seis horas de sesión para aprobar los siete dictámenes sin modificar ni una coma de lo avalado por el Senado y sin incluir la llamadas "doce palabras" que propuso López Obrador para explicitar en la reforma la prohibición de ceder a empresas privadas "parcelas" o bloques para la exploración y explotación.
Pasadas las 11 de la mañana alrededor de 40 diputados del Frente Amplio Progresista (FA) tomaron la Mesa Directiva del Salón de Plenos con el fin de bloquear la inminente discusión y aprobación de la reforma energética, lo cual derivó en que priístas y panista hicieran lo mismo pero con la zona de tribuna.
Desorden generalizado y consultas entre el presidente César Duarte y los coordinadores del PRI, Emilio Gamboa, y del PAN, Héctor Larios. Todo estaba dispuesto para el cambio de sede al Centro Banamex en el norte de la ciudad de México.
Momentos de tensión cuando en la lucha por cada centímetro de la tribuna, Layda Sansores, de Convergencia, y la panista Elia Hernández, intercambiaron su repertorio de palabras altisonantes y un leve escarceo físico.
Sin embargo, el cónclave de los dos coordinadores y el líder camaral acordó iniciar la sesión en el Salón de Plenos, trasladando la Mesa Directiva a la parte baja de la tribuna y desde ahí a las 11:35 inició la larga jornada en un San Lázaro sitiado por manifestantes y policías federales.
Ya para esos momentos los legisladores del FAP, encabezados por la campechana Layda Sansores, con una gran bandera de México y un altavoz en mano y una sirena, buscaban evitar el debate que continuaba por la vía "fast track" la aprobación de los dictámenes.
Desde sus curules, diputados de las ocho fracciones fijaban su postura respecto a la reforma energética, mientras que en la calle Emiliano Zapata, López Obrador se mantenía atento al debate y lanzaba consignas a las "adelitas" e integrantes del Frente Nacional por la Defensa del Petróleo.
El inusual clima gélido en las calles acompañaba la protesta y al interior del recinto los ánimos se calentaban en la discusión en lo particular de la nueva Ley de Pemex y las reformas a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 constitucional.
Desfile de mantas, de acusaciones, de consignas, de aplausos y la "aplanadora" PAN, PRI, sumada a votos perredistas, verdes, de Alternativa y Nueva Alianza, conformaban la mayoría de todos los dictámenes y el rechazo a votos particulares, reservas y mociones suspensivas.
A las 17:12 horas los frentistas empezaron a arriar banderas y literalmente doblaron la última manta donde solicitaban incluir las 12 palabras de AMLO. Los perredistas Gerardo Villanueva, Valentina Batres y Claudia Cruz, entre otros, alistaban el retiro de la tribuna.
Antonio Soto, en la última participación de las reservas a la Ley de Pemex, acusó al presidente de la Comisión de Energía, de intentar modificar la exposición de motivos para que se aprobara "en lo oscurito" temas como los contratos a empresas privadas.
El presidente de la Mesa Directiva, César Duarte, a las 17:39 anunciaba la aprobación de los siete dictámenes y los remitía al Ejecutivo federal para su publicación, entre el júbilo y los aplausos de panistas y priístas, el malestar de los frentistas y el enojo y frío de los manifestantes en las calles que próximas a San Lázaro.
Notimex
A pesar de los vaticinios de enfrentamientos como los ocurridos en otras tomas de tribuna en la Cámara de Diputados, al final el debate se desarrolló con gritos, sombrerazos, acusaciones, mantas, altavoces e improvisaciones.
Bastaron seis horas de sesión para aprobar los siete dictámenes sin modificar ni una coma de lo avalado por el Senado y sin incluir la llamadas "doce palabras" que propuso López Obrador para explicitar en la reforma la prohibición de ceder a empresas privadas "parcelas" o bloques para la exploración y explotación.
Pasadas las 11 de la mañana alrededor de 40 diputados del Frente Amplio Progresista (FA) tomaron la Mesa Directiva del Salón de Plenos con el fin de bloquear la inminente discusión y aprobación de la reforma energética, lo cual derivó en que priístas y panista hicieran lo mismo pero con la zona de tribuna.
Desorden generalizado y consultas entre el presidente César Duarte y los coordinadores del PRI, Emilio Gamboa, y del PAN, Héctor Larios. Todo estaba dispuesto para el cambio de sede al Centro Banamex en el norte de la ciudad de México.
Momentos de tensión cuando en la lucha por cada centímetro de la tribuna, Layda Sansores, de Convergencia, y la panista Elia Hernández, intercambiaron su repertorio de palabras altisonantes y un leve escarceo físico.
Sin embargo, el cónclave de los dos coordinadores y el líder camaral acordó iniciar la sesión en el Salón de Plenos, trasladando la Mesa Directiva a la parte baja de la tribuna y desde ahí a las 11:35 inició la larga jornada en un San Lázaro sitiado por manifestantes y policías federales.
Ya para esos momentos los legisladores del FAP, encabezados por la campechana Layda Sansores, con una gran bandera de México y un altavoz en mano y una sirena, buscaban evitar el debate que continuaba por la vía "fast track" la aprobación de los dictámenes.
Desde sus curules, diputados de las ocho fracciones fijaban su postura respecto a la reforma energética, mientras que en la calle Emiliano Zapata, López Obrador se mantenía atento al debate y lanzaba consignas a las "adelitas" e integrantes del Frente Nacional por la Defensa del Petróleo.
El inusual clima gélido en las calles acompañaba la protesta y al interior del recinto los ánimos se calentaban en la discusión en lo particular de la nueva Ley de Pemex y las reformas a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 constitucional.
Desfile de mantas, de acusaciones, de consignas, de aplausos y la "aplanadora" PAN, PRI, sumada a votos perredistas, verdes, de Alternativa y Nueva Alianza, conformaban la mayoría de todos los dictámenes y el rechazo a votos particulares, reservas y mociones suspensivas.
A las 17:12 horas los frentistas empezaron a arriar banderas y literalmente doblaron la última manta donde solicitaban incluir las 12 palabras de AMLO. Los perredistas Gerardo Villanueva, Valentina Batres y Claudia Cruz, entre otros, alistaban el retiro de la tribuna.
Antonio Soto, en la última participación de las reservas a la Ley de Pemex, acusó al presidente de la Comisión de Energía, de intentar modificar la exposición de motivos para que se aprobara "en lo oscurito" temas como los contratos a empresas privadas.
El presidente de la Mesa Directiva, César Duarte, a las 17:39 anunciaba la aprobación de los siete dictámenes y los remitía al Ejecutivo federal para su publicación, entre el júbilo y los aplausos de panistas y priístas, el malestar de los frentistas y el enojo y frío de los manifestantes en las calles que próximas a San Lázaro.
Notimex
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