El 2 de octubre la CNTE marcha en apoyo a Morelos

Pedro Echeverría V.

1. A 40 años, la matanza de estudiantes en Tlaltelolco, Ciudad de México (del 2 de octubre de 1968) no se olvida. Hoy aquellos estudiantes, de enseñanza media superior y superior, tienen como promedio 60 años y probablemente son profesionistas de medio y alto nivel. Los dirigentes de aquel movimiento estudiantil, que al parecer representó un corte histórico para muchos, hoy son dirigentes y funcionarios del PRD, han ocupado cargos en el PRI y el gobierno, trabajan como académicos en las universidades o siguen manteniéndose pobres económicamente, pero con mucha dignidad, en la lucha social. Es importante seguir recordando aquellas batallas libertarias de los años sesenta, en particular las del año de 1968; pero no se puede vivir sólo de recuerdos. Es necesario que los pocos que de manera consecuente hemos continuado batallando en las calles lo sigamos haciendo a pesar de haber transcurrido más de cuatro décadas.

2. La educación en México es una de las peores del mundo. Es lo que se ha demostrado en los informes internacionales que se han publicado en los últimos 10 años. Lo más seguro es que la educación en nuestro país siempre haya estado muy mal y el movimiento estudiantil de 68 fue una muestra, pero no se contaban con informes internacionales o fácilmente se escondían. Los profesores, los estudiantes, los padres de familia, no son los culpables de la situación porque ellos nunca han elaborado o dirigido las políticas educativas del país. El origen de todos los males han sido las políticas gubernamentales instrumentadas por los diferentes gobiernos del PRI y del PAN desde la Presidencia de la República al aplicar los más bajos presupuestos en educación, al
carecer de los conocimientos y la honradez necesarios y al perseguir a las disidencias estudiantiles y magisteriales que han reclamado la participación democrática.

3. Las batallas de los trabajadores de la enseñanza, agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), así como de otros maestros que hacen causa común con ella en repudio a las políticas del gobierno y las acciones sindicales de la líder Esther Gordillo, se han incrementado en los últimos meses. De todas ellas, las que está en la vanguardia en este momento y, por ello, en la que se ha centrado el apoyo de la CNTE, es en la gran lucha de los compañeros profesores del estado de Morelos que exigen, en paro y plantón de más de 40 días, al gobierno federal y estatal panistas, la revocación de la llamada Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) que han querido imponer por la fuerza el presidente ilegítimo Felipe Calderón y la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)

4. La Asamblea Nacional de Representantes (ANR) de la CNTE acordó el domingo 28 (en el auditorio cedido por los trabajadores de la Nissan en Cuernavaca) la participación masiva de sus miembros en la manifestación programada por los compañeros de la sección 19 de Morelos para el 2 de octubre (para conmemorar la matanza de estudiantes en 1968 en Tlaltelolco) Será una manifestación de maestros de la CNTE para demostrar la justeza de sus luchas por el logro de una buena educación pública, gratuita, laica y popular; al mismo tiempo una reiteración del apoyo masivo de la CNTE a los trabajadores de Morelos que de manera valiente y decidida han enfrentado al gobierno, a los charros y a los empresarios (que no dejan de joder) en su justo plantón en el que (sin colchonetas ni cobijas para descansar) están atentos y vigilantes ante cualquier agresión..

5. No solamente son los compañeros de Morelos, también los trabajadores de la educación de Guerrero, Quintana Roo, la Novena del DF, Zacatecas, Chiapas y Tlaxcala han estado enfrentando a esa trinidad sombría de "gobierno, charro y patrón" que han agredido juntos los intereses de los trabajadores. Aunque el gobierno panista y la líder Esther Gordillo del SNTE tuvieron que aceptar que en Oaxaca y Michoacán (por la enorme oposición de los profesores de la CNTE) no podrían llevar adelante la llamada ACE, siguen tercos en otros lugares porque significaría un triunfo del programa educativo privatizador del sexenio panista. En tanto la CNTE lucha por consolidar una educación al servicio del pueblo, los dirigentes mafiosos del sindicato, al servicio de la Gordillo, buscan maniatar al magisterio de los demás estados de la República obligándolo a aceptar la ACE incondicionalmente.

6. Los discursos de gobierno sobre "la calidad educativa" se han repetido desde siempre. En cada sexenio los gobiernos organizan "consultas" y reuniones con sus incondicionales con el fin de "planear un plan educativo sexenal" en el que los más altos funcionarios de educación se entretengan mientras cobran sus altísimos salarios. Se les han llamado a esos planes: "reforma educativa", "revolución educativa", "calidad educativa" y mil nombres más que sexenio tras sexenio sirven sólo para que una mafia de funcionarios oportunistas sigan frenando o destrozando la educación. Con excepción de la obra de Vasconcelos a principios de los veinte, del sexenio cardenista (1934/40), de Torres Bodet a principios del Plan de Once Años en los sesenta y de la creación de los CCH, UAM y Bachilleres en los setenta, la mediocridad ha estado manifiesta.

7. La ACE, las pruebas de Enlace, la llamada Carrera Magisterial, lo que ha significado la empresa del Ceneval, no han sido otra cosa que planes privatizadores de gobiernos que buscan debilitar y romper con las organizaciones sindicales y las luchas colectivas o comunitarias de los trabajadores mediante la individualización de los intereses. Los empresarios, en comunión de intereses con el gobierno panista, fueron los primeros en aplaudir la llamada ACE, sin embargo, como bien dice la CNTE, con este plan todos los trabajadores de la educación pierden derechos escalafonarios, se les sobreexplota su trabajo aumentado el tiempo por el mismo sueldo. Así el Estado abandona su obligación de crear nuevos espacios educativos, privatiza áreas de la educación pública tales como equipamiento, mantenimiento, capacitación y evaluación. Y, para rematar, se trasladan costos a los padres de familia.

8. No hay nada positivo para los profesores que pudiera justificar su aceptación de ese ACE; por el contrario: deberían exigir los profesores y la población de que todos los proyectos y planes se difundan y se abran ampliamente a debate para que los interesados puedan aportar con libertad sus ideas y contribuir para que las cosas salgan lo mejor posible. ¿Por qué desde hace más de 20 años no hay plazas de nueva creación a pesar de que hay cientos de miles de estudiantes a quienes se les niegan escuelas, maestros y servicios por carencia de presupuesto público? ¿Por qué se siguen aplicando presupuestos económicos insuficientes en educación y muchas veces (el colmo) hay subejercicios presupuestales, es decir, se devuelve dinero de educación cuando las necesidades son extremas? Por eso fueron las batallas estudiantiles de 1968 y por ello también los profesores de Morelos, Quintana Roo, Guerrero, Zacatecas, DF, Oaxaca, Michoacán, etcétera, nadie las podrá parar. ¡Qué viva la unidad de los estudiantes, los profesores y demás trabajadores!

pedroe@cablered.net.mx

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