domingo, octubre 12, 2008

Devaluación y represión, mientras la izquierda sólo ve gremios no clase oprimida

Pedro Echeverría V.

1. Las campañas multimillonarias de las clases dominantes, tanto capitalistas como socialdemócratas, han querido borrar las ideas de Marx que tanto proclamaron la lucha de clases y la revolución de los trabajadores explotados y oprimidos. Después de que el falso socialismo se vino abajo a fines de los ochenta (precisamente por ser falso) y que el imperio yanqui se quedó sólo sin contrapeso fuerte haciendo y deshaciendo como le venga en gana, la ideología burguesa aparece triunfante y la socialdemocracia irrumpe reivindicando su colaboracionismo de clase. Hoy las luchas sólo son reivindicativas de derechos gremiales dentro del marco capitalista; los dirigentes esconden el carácter clasista de esas batallas por miedo al poder de las campañas de radio y televisión. Parece que ha llegado el tiempo de unir a todas las luchas indígenas, campesinas, obreras, estudiantiles, de colonos, en lucha clases contra la explotación y opresión.

2. Mientras la gente tiende a ver (en mi entender correctamente) que todos los gobiernos y sus funcionarios, que todos los ricos explotadores son lo mismo, es decir, que conforman una clase social enriquecida con la explotación del trabajo y mediante el robo y la corrupción, las ideas burguesas en la sociología tienden a ver a funcionarios y empresarios individuales, buenos o malos, que empujan hacia un lado u otro. Como si el origen de los buenos o malos frutos estuvieran en las ramas y las hojas y no en el propio árbol. ¿Por qué en vez de criticar y reiterar a diario las condenas contra Fox, Calderón, Gordillo o Carlos Slim, no los ubicamos como simples instrumentos o títeres de la sociedad explotadora que los trabajadores deben destruir con esos opresores adentro? Parecería que el análisis “micro” ha contribuido a desaparecer los análisis de clase (que planteó de manera brillante Marx) para dar paso al individualismo en toda su extensión.

3. López Obrador ha dicho, con razón, que hay que exigir que se transparente el destino de los cerca de 10 mil millones de dólares subastados por el Banco de México en sólo tres días para apuntalar al peso mexicano. Ha pedido que se actúe con responsabilidad y con criterio técnico de libre mercado y competencia y que no vaya esto a convertirse en un rescate encubierto de empresas y bancos”, tal como ha sucedido en varias ocasiones. Informado de la evolución del mercado cambiario y de la subasta de 6 mil 400 millones de dólares manifestó su preocupación porque tales reservas sean utilizadas “como siempre para favorecer a los de arriba, a unos cuantos, a costa de la mayoría, del pueblo”. Desde un análisis de clase, en esas especulaciones financieras el único perdedor será el pueblo explotado que cada día es más miserable; también algunas empresas perderán dinero en beneficio de las más poderosas, de las más ligadas con los que controlan la información.

4. ¿Qué haría un gobierno realmente revolucionario? Parar y expropiar en seco, sin la menor averiguación, a todos aquellos especuladores del dinero, sean bancos, empresas o personajes multimillonarios. Todos ellos son archiconocidos porque pertenecen a los mismos grupos y sociedades que actúan bajo la protección gubernamental. Pero no solamente habría que expropiarles sus gigantescas “ganancias” sino además ponerlos en la cárcel por el profundo mal que al pueblo y al país realizan. Pero esos verdaderos delincuentes de traje y corbata, que siempre operan en la “legalidad” y a la luz del día, con oficinas y sucursales en EEUU y varios países, forman parte de la élite empresarial y política que dirige este paraíso donde el narcotráfico, los especuladores financieros y el gobierno viven en santa alianza. Así que podrá haber más devaluaciones y golpes certeros contra el pueblo, mientras la izquierda hace declaraciones que provocan risa.

5. Podrán asesinar a luchadores sociales de Oaxaca, Morelos o Guerrero; podrán venir devaluaciones y mayor hambre en la mayoría del pueblo; podrán aparecer algunos multimillonarios más producto de las especulaciones financieras que dañan de manera directa al pueblo, pero la izquierda enredada en sus pleitos por obtener más poder y cargos de gobierno, mayor control jerárquico en su partido y mejor posición estratégica para dominar los movimientos sociales, no deja de confrontarse, dividirse y subdividirse. ¿De qué sirven las declaraciones o desplegados de apoyo político y moral a Oaxaca, Morelos, a las luchas campesinas, obreras y estudiantiles, si no se coordina y se sale a bloquear calles e instituciones para que los problemas sean resueltos? Existe una visión muy limitada y con esa visión gremialista se ha “educado” a las masas. Cada quien lucha por su “gremio”, por sus intereses inmediatos y particulares. ¿Y la lucha de clases?

6. En México hay más de cinco mil indígenas rebelados en Chiapas, otro número parecido lucha en Oaxaca y otros más, de similar cantidad, se confronta en Guerrero por defender su vida. También hay campesinos en el centro y norte de la república indignados porque el gobierno les niega presupuestos, créditos, apoyos; porque se burla de sus demandas y porque cada día son más miserables. Estos indígenas y campesinos llevan más de un siglo reclamando a los diferentes gobiernos del PRI, y ahora del PAN, ser atendidos para tener empleos, para evitar ser expoliados en el mercado, hospitales para curar sus enfermedades y escuelas para que sus hijos no tengan que sufrir hambre y miseria. Pero todas sus luchas han sido aisladas, meramente campesinas y muy lejos de responder a una conciencia de clase explotada. Los indígenas son indígenas y los campesinos, pues campesinos. Mientras tanto la burguesía aplaude el autoengaño.

7. Los obreros electricistas, petroleros, mineros; los empleados del sindicato del IMSS, de teléfonos, los burócratas, los profesores, tampoco comprenden que son tan trabajadores explotados y oprimidos como los indígenas y campesinos. Esos, según su entender, sólo son obreros y empleados que deben luchar por sus propios intereses y por nada más. Le dan la razón a la burguesía dominante que exige que cada sector gremial deba defenderse sólo y que es ilegal que los trabajadores del campo y la ciudad mezclen sus intereses. ¿Cuándo los dirigentes honestos podrán hacerles entender que los campesinos, obreros, profesores, empleados, son todos explotados y oprimidos por el sistema capitalista y no por la maldad de algún funcionario al servicio del poder? Todos los presidentes de la República del PRI y el PAN han servido, por igual, a la clase explotadora. Jongitud derrocó en 1972 a una camarilla en el SNTE, luego Gordillo lo derrocó a él en 1989, pero los sistemas económico y educativo están iguales o peor.

8. Es necesario impulsar una gran campaña política e ideológica para que los trabajadores comprendan que sus luchas son de clase, no de sector o de gremio; que si bien deben luchar por sus demandas concretas, incluso muy inmediatas, tienen que comprender que nadie o ninguna organización puede resolver sus problemas sin que se resuelvan los problemas de los demás trabajadores y que por tanto debemos unir fuerzas. La burguesía empresarial y política siempre se unifica para enfrentar a los trabajadores; cuando algún gobierno o empresario está en peligro de una huelga o un paro, todos se unen para darse apoyo y solidaridad. ¿No se recuerda acaso que cuando Chávez fue derrocado en Venezuela por 48 horas toda la burguesía mundial se unió con los empresarios venezolanos y cuando Chávez hizo cerrar un monopolio televisivo todos los empresarios del mundo lo condenaron?

pedroe@cablered.net.mx

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