CDMX podría enfrentar peor sismo que el del 19-S y 1985: expertos de UNAM y Japón

Los expertos temen que un movimiento registrado en la Brecha de Guerrero, entre Acapulco y Zihuatanejo, tenga un efecto devastador en la capital del país.

El Semanario

El poderoso sismo del pasado 19 de septiembre volvió a abrir una herida todavía fresca en la memoria de millones de mexicanos. Ocurrió exactamente en el aniversario del terremoto de 1985 que destruyó gran parte de la capital del país, y ha dejado a muchos preguntándose ¿éste es el terremoto que los expertos esperan desde hace tres décadas? La respuesta, desafortunadamente, podría ser no.

Y es que de acuerdo con investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM, un terremoto de magnitud superior a 8 todavía se espera para la Ciudad de México, que se ha puesto a prueba por el movimiento del pasado martes, que fue apenas de 7.1 grados.

Debemos recordar que el epicentro del sismo del 19-S se originó en los límites de Morelos y Puebla, no en las costas de Guerrero, en la que los expertos esperan desde hace varios años que ocurra un nuevo terremoto parecido al del 85.

Según rescata la UNAM, bajo las costas de Guerrero hay una brecha sísmica de 250 kilómetros de longitud, lo que podría generar un movimiento superior a 8 grados. Lo preocupante es que la Ciudad de México se ubica a 300 kilómetros de este punto, y un terremoto con epicentro en ese lugar sería más cercano que el ocurrido hace 32 años.

“Estimaciones realizadas por sismólogos de la UNAM sugieren que si este sismo ocurriera, las aceleraciones del suelo blando en la Ciudad de México podrían ser, bajo ciertas condiciones, mayores a las del sismo de magnitud 7.1  ocurrido este 19 de septiembre; y de 2 a 3 veces mayores a las de 1985″.

Los expertos aseguran que el movimiento que se espera tendría una duración mayor al que se vivió la semana pasada y las afectaciones serían sumamente graves para edificaciones de 10 pisos.

La distancia del punto en el que se origine el movimiento con respecto a la capital del país es crucial para estimar el posible grado de destrucción que un nuevo terremoto podría generar. Por ejemplo, el sismo de 1985 se originó a 350 kilómetros de distancia, pero el de la semana pasada fue a 120, por lo que a pesar de ser menos fuerte, originó severos daños en la CDMX.

Es por esto que los expertos temen que un movimiento registrado en la Brecha de Guerrero, entre Acapulco y Zihuatanejo, tenga un efecto devastador en la capital del país.

“Sabemos que nada ni nadie puede predecir un sismo, pero también sabemos que desde diciembre de 1911 no ha ocurrido un movimiento de gran magnitud en esa zona. Aunque han pasado 106 años, no tenemos datos de cuándo fue el movimiento anterior a 1911, así que no podemos establecer el intervalo de recurrencia. Pero lo que es un hecho es que no se ha liberado energía ahí”, aseguró Raúl Valenzuela Wong, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Con información de la UNAM y El Financiero.

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