Julio Astillero · ¿De que sonríe Javier Duarte? ¿"No te preocupes Javier"?


El mensaje visual escogido por Javier Duarte de Ochoa en su diligencia judicial de ayer en Guatemala, al allanarse al proceso de extradición a México, por cuanto a acusaciones del fuero veracruzano, fue el de la sonrisa permanente, actuada, sugerente. Pudo haber sido, desde luego, una reacción de índole absolutamente personal, surgida de una personalidad patológica (un criminal que pretende mostrarse seguro, confiado, tranquilo) o podría tener sustento en una convicción fundada (acaso como mensaje que le fue dejado durante algún viaje poderoso a esa ciudad centroamericana) de que el proceso judicial en su contra será desahogado con benevolencia por sus amigos gobernantes, y que, por tanto, merece sonreír, sabedor de que esta etapa de desasosiego dará paso a sanciones menores y al posterior disfrute de la riqueza acumulada en su escandaloso y delincuencial paso por la administración de Veracruz.

Comentarios