J. Jesús Esquivel / Apro
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que por necesidades de premura, el gobierno de su país, sufragará los gastos de la construcción de un muro fronterizo, pero que eventualmente México repondrá los fondos.
A 14 días del viernes 20 de enero, cuando iniciará su mandato presidencial de 4 años, Trump retomó el tema de la construcción de su “gran muralla” en la frontera México-Estados Unidos, modulando un poco su idea de quien cubrirá el costo del proyecto.
“La prensa deshonesta -de Estados Unidos- no reporta que cualquier dinero que se gaste en la construcción de la Gran Muralla (por la rapidez con la que se requiere su edificación), después será pagado por México”, escribió Trump la mañana de este viernes en su cuenta personal de la plataforma de Twitter.
El comentario cibernético del próximo presidente de los Estados Unidos responde a los despachos periodísticos en su país en los que explican el proceso, las consecuencias, los efectos económicos, medioambientales y sociales de la edificación de una barda fronteriza como la que ambiciona Trump.
La prensa ha reportado que el gasto de la construcción del muro fronterizo, de llevarse a cabo, tendrá que ser cubierto con los impuestos que paga la sociedad estadunidense, ya que el gobierno mexicano no entregará ni un solo centavo a Trump, cuando el mandatario quiera llevar a cabo su plan y lo inicie.
El proyecto de la construcción del muro en la frontera con México requiere de un presupuesto que tendrá que ser diseñado por el gobierno de Trump. El cálculo de los miles de millones de dólares que costaría la “Gran Muralla”, debe, por ley, ser aprobado por el Congreso federal de los Estados Unidos.
La constitución política a la que está obligada el Capitolio y la Casa Blanca requiere de la celebración de audiencias públicas para analizar cualquier proyecto que implique gastar dinero de las arcas del Estado. En dichas sesiones legislativas se tienen que analizar todo tipo de aspectos, positivos y negativos en todos los ámbitos del plan, en este caso incrustado en los objetivos de seguridad fronteriza. El proceso constitucional de la construcción de un muro en la frontera que está siendo reportado por la prensa de su país, es lo que aparentemente Trump considera como acto deshonesto.
El gobierno de Enrique Pena Nieto ha dicho en más de una ocasión que no pagará los costos de la construcción del muro fronterizo de Trump. Aunque débiles, las palabras de Peña Nieto han sido reportadas por la prensa de Estados Unidos, que en sus análisis le dan la razón al gobierno mexicano porque no ven la manera de obligarlo a hacer lo contrario.
La crítica de Trump a la prensa de su país y su insistencia sobre la construcción de la “Gran Muralla” pagada por México, podría ser una más de sus acciones premeditadas para que los estadunidenses que votaron por él y a quienes prometió la barda limítrofe, no conozcan las dificultades que podría enfrentar para hacer realidad su promesa y las limitaciones constitucionales que deberá acatar.
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