Eje Central
Miles de gorros rosas con orejas de gato fueron el emblema de las mujeres se concentraron en el centro de Washington para participar en la denominada “Marcha de las Mujeres”, que marcará el inicio de la resistencia a la presidencia de Donald Trump.
Una de las primeras oradoras en el Capitolio fue la actriz America Ferrara de origen hondureño. “El presidente (Trump) no es Estados Unidos. Nosotros somos Estados Unidos y estamos aquí para quedarnos”, proclamó.
Tocó el turno a la actriz Scarlett Johansson “Yo no voté por usted. Dicho esto, respeto que sea el presidente y quiero apoyarlo, pero primero le pido que usted me apoye a mí, apoye a mi hermana, a mi madre, a mi mejor amiga, a toda la gente que espera ansiosa a ver cómo su próxima maniobra puede afectar drásticamente sus vidas”.
El cineasta Michael Moore quien también fue orador de este previo, quiso ser más gráfico y rompió una portada de periódico de hoy con la noticia de la investidura de Trump.
Madonna hizo acto de presencia de manera sorpresiva, provocadora y combativa dijo que “la revolución empieza aquí”, una revolución de amor. Llamó a la rebelión a su negativa como mujeres a aceptar “esta nueva era de la tiranía”.
Ya al calor del discurso, la cantante soló al nuevo presidente unos cuantos “Fuck you” para cerrar su aparición con el tema “Express Yourself” para dar salida a gran marcha de mujeres.
Alicia KeysPor su parte la cantante y activista Alicia Keys, con un torrente de energía, alabó la “fortaleza” de las (y los) que marcharon y les cantó un oportuno “This girl is on fire”.
Otras celebridades que apoyaron la marcha fueron Beyoncé, Katy Perry y Charlize Theron se manifestaron en otros puntos del país como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Boston, Chicago, Filadelfia o San Francisco.
La ex candidata demócrata Hillary Clinton, a la que apoyaron en las elecciones muchos de los que hoy participaron en la marcha, no estuvo en la protesta pero envío a primera hora un mensaje agradecido en Twitter por, en sus palabras, “hablar y marchar por nuestros valores”.
Desde allí la marcha arrancó a las 13:15 hora local (12:15 hora de México) por el National Mall para concluir ante el Monumento a Washington, frente a la parte sur de la Casa Blanca.
Desde primera hora las estaciones del metro que da servicio a Washington y su área metropolitana se vieron abarrotadas de mujeres que se sumaban a la marcha, convocadas en defensa de la diversidad, la igualdad y los derechos de las mujeres que ven amenazados con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Uno de los emblemas de la marcha son los gorros “pussy cat” (gatito), que se cuentan por miles y son una respuesta al polémico comentario de Trump de que a las mujeres hay que agarrarlas por sus partes íntimas (“pussy”, en inglés).
Se espera que sea una de las manifestaciones más concurridas de la historia de EU. Se prevé la asistencia de unas 250 mil personas aunque otras proyecciones hablaban del medio millón.
La marcha se realiza un día después de que la capital de la nación fue sacudida por una violenta protesta contra Trump, con encapuchados que rompieron ventanas, incendiaron vehículos y se enfrentaron a la policía antidisturbios, que respondió con granadas de aturdimiento.
La marcha surgió del impulso feminista de un grupo de jóvenes que no podían creer que un candidato, Trump, que había sido acusado de acoso sexual por varias mujeres y pronunciado comentarios denigrantes sobre ese género ganase las elecciones de noviembre pasado.
Y tiene entre sus impulsoras a famosas celebrities como Scarlett Johansson, Katy Perry, Julianne Moore y America Ferrera, entre otras.
La marcha de mujeres no se limita a Washington, sino que estará arropado por 670 “marchas hermanas” en todo Estados Unidos y en el resto del mundo, con manifestaciones en ciudades como Buenos Aires, Lima, Bogotá; Madrid, Barcelona y Granada (España), además de ciudad de México y otras 16 en el país.
Pero desde entonces el movimiento ha crecido hasta abarcar un abanico de demandas progresistas, con una plataforma que va desde la igualdad de salario y el derecho a abortar hasta la defensa de los derechos de los inmigrantes, los homosexuales y los musulmanes, unidas a proclamas ecologistas y sindicalistas.
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