Como desde hace mucho tiempo no se veía, la vida cotidiana en la Ciudad de México se vio abruptamente interrumpida por plantones magisteriales y de padres de familia en las 16 delegaciones políticas de esta capital.
Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) opuestos a la reforma educativa ahorcaron literalmente la circulación en las principales avenidas de la ciudad sin que el gobierno capitalino pudiera reaccionar.
Lo único que hizo fue enviar cientos de elementos del cuerpo de granaderos para retirar a los manifestantes y en algunos casos provocar conatos de bronca, como los que dejaron dos reporteros lesionados, entre ellos a Ana Rosete, del diario La Crónica.
En una tarjeta informativa, el gobierno capitalino registró más de 67 movilizaciones, entre ellas 15 bloqueos, dos marchas, así como “expresiones públicas”, concentraciones y “semáforos informativos”, además del paro en 267 escuelas pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública (SEP).
Todo empezó alrededor de las 10 de la mañana, cuando las principales vialidades de la Ciudad de México tuvieron presencia de maestros y padres de familia inconformes con la medida impuesta por el gobierno federal.
En algunos puntos de protesta se presentaron diputados, informó el gobierno capitalino, aunque no especificó de qué partido. En reportes periodísticos se identificó que en el cruce de Pino Suárez e Izazaga el legislador Renato Molina Arias y otras tres personas fueron agredidos por los uniformados.
Agregó que algunas movilizaciones partieron de escuelas ubicadas en las avenidas Francisco del Paso y Troncoso, calzada de Las Bombas, calzada de la Viga y la glorieta de San Jerónimo.
Los inconformes también hicieron presencia en Periférico y Tlalpan, Izazaga y Eje Central, calzada de Tlalpan y Viaducto, avenida Constituyentes, Rojo Gómez y Eje 4, Taxqueña y Escuela Naval, Eje 3 Oriente y Consulado, así como la caseta de la Autopista México-Cuernavaca. En muchos de los casos sólo hubo policías de tránsito que intentaban ordenar el tráfico, pero de poco servían.
La autoridad reportó que en las avenidas San Jerónimo y Luis Cabrera, “decenas de personas impidieron el paso de vehículos”. Y es que, a pocos metros de ese cruce ubicado en la delegación Magdalena Contreras, se encuentra la entrada a la Supervía Poniente. De hecho, desde el lunes por la noche se observó presencia de decenas de granaderos con patrullas y camiones que por la mañana de este martes fueron estacionados en la gasolinera del lugar, razón por la que fue suspendido el servicio.
Hacia el mediodía, la SEP informó que en las manifestaciones y cierre de escuelas en la capital del país había “grupos ajenos” al magisterio de la ciudad, aunque no los identificó. Agregó que de los cuatro mil 200 planteles públicos de educación básica, sólo 252 suspendieron actividades, es decir, 15 menos de los que reportó el gobierno capitalino.
Alrededor de las 16:00 horas, el gobierno informó que en cinco casos de las movilizaciones “se requirió la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina”, pero no dio detalles ni informó de personas detenidas.
Hacia las 17:00 horas, todavía se reportaban movilizaciones en Pantitlán y en Lomas Estrella, en la zona oriente de la ciudad.
Las manifestaciones concluyeron con una marcha que, como las anteriores, pretendía llegar al Zócalo capitalino pero fue frenada por una barrera de decenas de granaderos en la avenida Juárez antes del cruce con el Eje Central.
Ahí fue donde los dirigentes anunciaron que este miércoles habrá cuatro movilizaciones desde las 10 de la mañana.
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