Después de Nochixtlán: el Movimiento Magisterial en la encrucijada

La derrota de la reforma educativa será menos violenta en la medida en que el movimiento sea lo más masivo posible. Debemos cerrar el paso a los verdugos.

El asesinato de 8 valientes, a manos de la Policía Federal, ha puesto de luto al movimiento contra la reforma educativa. No es para menos. Una semana antes el gobierno había capturado a las dos cabezas más visibles de la sección 22. En otras palabras, el gobierno repitió contra el movimiento magisterial la receta que en el pasado aplicó a autodefensas y policías comunitarias por igual: encarcelamiento de líderes y ataque armado a quienes se negaban a rendirse para extirpar cualquier ánimo de lucha. Así fue posible el desmantelamiento casi total de las autodefensas.

En Oaxaca, sin embargo, el apresamiento de líderes y el ataque armado, más que apagar las combatividad, la ha avivado. Ayer a medio día ya caminaba por las calles de la ciudad una numerosa protesta de indignación por los asesinatos. De modo similar, también en la capital del estado, el paro aumentó a cerca de 90% de escuelas en huelga. El ánimo de seguir y fortalecer la lucha fue captado por el resto del movimiento en Oaxaca. Un ejemplo: si ayer a las 7am la principal barricada en el Istmo de Tehuantepec se había reducido a tan sólo 20 personas –“si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”–, después de medio día ya habían 500.

El parecido de los funerales de los mártires de Nochixtlán con las imágenes de la Palestina ocupada por Israel no es mera coincidencia. En la Franja de Gaza o Cisjordania, los funerales de los mártires son verdaderos actos de protesta –el luto se combina con la indignación y la promesa de seguir la lucha. Este es justo el ánimo que ayer transpiraba el homenaje a las víctimas de los gatilleros del régimen.

La regla ‘normal’ que guía la acción estatal para enfrentar a los movimientos sociales es contener, no tirar a matar. Pero no vivimos en tiempos normales. Las fuerzas armadas actúan como ejército de ocupación en el territorio nacional. Con tal de defender a su protegido Nuño, el gobierno de Peña Nieto ha cruzado una frontera que no se le puede perdonar. Sus voceros primero dijeron que no dispararon, luego que las fotos eran falsas, y después otras mentiras pintando a la Policía Federal como víctima. El crimen contra los mártires de Nochixtlán no debe quedar impune.

Es momento de extender el movimiento. Hay que transformar el movimiento magisterial en un movimiento popular. Esto, por cierto, ya viene ocurriendo en los hechos. Es revelador que los compañeros que perdieron la vida este domingo no fueran maestros, y es que la lucha ha sido adoptada por otros sectores de clase trabajadora. Pero la CNTE no ha convertido esta solidaridad en una política concreta. La CNTE, para ganar, necesita llevar su movimiento al resto de la clase trabajadora. Hace cuarenta años, la “madre” del CNTE, la Tendencia Democrática del SUTERM, buscó llevar su movimiento al resto de la clase obrera. La Declaración de Guadalajara sería testimonio de esa voluntad de agrupar e incentivar la democracia en todas las organizaciones de trabajadores. La Tendencia Democrática del SUTERM se dio cuenta de que para ganar en su propio sector, requería extender su movimiento los demás sectores. Ellos fueron derrotados, pero no sin antes causar una revuelta obrera en los años 1970s, de la cual se derivarían varios frutos: el más importante de ellos, vivo hoy, el principal sindicato independiente de América Latina, es la CNTE. Hoy la CNTE debe repetir lo que hizo su progenitora. Para ganar, debe sumar; debe poner su movimiento al servicio de los demás.

En Oaxaca, eso tal vez significa revivir la APPO. A nivel nacional, hará falta un nuevo cónclave como el que hace cuarenta años dio lugar a la Declaración de Guadalajara. El gobierno sabe que corre el riesgo de que el movimiento crezca y se fortalezca, y es por eso que acaba de lanzar a la CNTE un hipócrita llamado a negociar. ¿Qué va a negociar Osorio Chong? ¿Aceptará poner sobre la mesa la renuncia de Aurelio Nuño? ¿Estará dispuesto a cancelar las mal-planteadas evaluaciones? Peña Nieto se ató a sí mismo las manos cuando declaró que la reforma educativa era la “más importante” de sus reformas. No cederá fácilmente, habrá que obligarlo.

Cuando cayó el muro de Berlín, no hubo una sola bala disparada. ¿Por qué? Porque la protesta contra el muro fue tan masiva que los gendarmes entendieron que esa era su mejor opción; la alternativa era disparar sabiendo que al día siguiente irían a la cárcel. La semana pasada, el movimiento magisterial se había extendido a partes de Tabasco y Puebla. Más lejos del sur, el movimiento venía a la alza en Sonora. Lo crucial es proseguir esta dinámica, que no se detenga. Cualquier negociación con el régimen sólo será favorable en el contexto de un movimiento imparable, y para allá hay que ir.

Editorial de 30-30.com.mx

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