Rosalía Vergara / Apro
Al grito de “¡estamos hasta la madre de este gobierno!”, miles de personas salieron a las calles en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos en Guerrero y de la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto.
La manifestación comenzó a las tres de la tarde y en esta ocasión partió del Zócalo capitalino. La encabezaron los padres de los normalistas de Ayotzinapa, sin embargo, hasta las nueve de la noche todavía se observaban contingentes que querían llegar al Ángel de la Independencia, donde se instaló un templete por cuenta del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)
Tocó abrir la ronda de los discursos a Clemente Rodríguez, en representación de los padres de los muchachos de Ayotzinapa.
Madres, padres y hermanos de los desaparecidos, con una infinita tristeza desbordándoles los ojos, insistieron en el micrófono que desde la noche del 26 de septiembre no quieren comer ni pueden dormir, pues se preguntan si sus hijos estarán alimentados, si no los estarán torturando, y sólo les queda la fe de recuperarlos con vida.
Clemente cargaba una cartulina que advertía: “Christian ¿dónde estás?”, que contrastó con otra que traía un muchacho: “¡Disculpen las molestias, pero nos están desapareciendo!”.
Durante el recorrido, un hombre en el altavoz gritó: “Los 43 fue la gota que derramó el vaso. Los 43 fue la mecha que encendió la pradera”.
A lo largo de la marcha, cinco observadores de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas acompañaron a los inconformes.
En un momento de su discurso a Clemente Rodríguez se le quebró la voz, luego de contar que proviene de Tixtla, Guerrero, pero está en el Distrito Federal porque exige justicia para su hijo; lo quiere de vuelta, vivo.
También compartió que dejó de trabajar vendiendo agua de garrafón. Su esposa lo acompañó y también depuso su empleo.
“Los estamos buscando. (El exgobernador) Ángel Aguirre nos ofreció mucho dinero, pero lo mandamos a la chingada. Peña Nieto tiene que renunciar”, indicó, y la gente comenzó a corear: “¡Fuera Peña!”, en incontables ocasiones.
“¡Queremos la renuncia del pájaro loco de Peña Nieto!”, resaltó Clemente para luego agradecer la solidaridad de la sociedad mexicana y pidió que no los dejaran solos.
“No me voy a agachar, vamos a buscarlos hasta encontrarlos. Llegando a Guerrero me voy a manifestar y no voy a descansar hasta encontrarlos. No nos van a cortar las ilusiones”, advirtió.
También recordó las veces que se han reunido con Peña Nieto y el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sin resultados favorables.
Arriba del templete treparon los de Atenco, con su machete en alto; pintada la consigna hasta el filo: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”
Dos representantes del IPN leyeron un extenso comunicado en el que piden a la sociedad comenzar a organizarse y preparar la huelga nacional. Los estudiantes se sumaron a la renuncia de Peña, pero la extendieron con un “¡que se vayan todos!”
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) anunció una movilización masiva el jueves 6, día en que se hará la toma simbólica del Distrito Federal, informó el SME.
A la protesta se sumaron contingentes del STUNAM, SME y CNTE, así como de la UNAM, IPN y UAM, pero la mayoría eran personas sin partido que se solidarizaron con los padres de los normalistas.
Las feministas también se hicieron presentes portando un enorme collage con la foto y el nombre de los 43 desaparecidos.
También marcharon representantes de Amnistía Internacional y Greenpeace, aunque esta vez no hubo policías que resguardaran hoteles y oficinas, donde sólo se colocaron vallas metálicas.
Alrededor de las ocho de la noche concluyó el mitin luego de que todos los manifestantes entonaran solemnes el Himno Nacional.
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