Chuchos se defienden
Peña, China, negocios
Protestas redobladas
Julio Hernández López / Astillero
Anclados en sus manuales obsoletos, practicantes de rituales siempre huecos y fofos pero ahora más evidentes en su insustancialidad, los personajes del poder se aferran al rictus que antaño les funcionó, sin valorar adecuadamente las masivas y plurales manifestaciones de inconformidad de una parte consciente de la sociedad mexicana que pareciera dispuesta a no permitir más el cuadro de abusos e injusticias que han caracterizado y sostenido al régimen político vigente, sean cuales sean las siglas del partido que ocupe el mando formal.
Las calles de algunas de las principales ciudades del país fueron pobladas de ciudadanos perseverantes en la exigencia de que aparezcan con vida los 43 estudiantes de Ayotzinapa y se castigue a todos los responsables de lo sucedido en Iguala, mientras, al mismo tiempo, el jefe máximo de la corriente que domina al PRD, Jesús Ortega, se organizaba una conferencia de prensa para denunciar lo que a su entender es una campaña de desprestigio lanzada contra su partido al darse difusión (lo hizo el diario Reforma) a los vínculos que con el PRD y el gobierno capitalino ha tenido la empresa de grúas propiedad del padre de Noemí Berumen, quien ayudó a los esposos Abarca a encontrar refugio en Iztapalapa hasta que fueron elegantemente detenidos en la madrugada de este martes (la fecha, según el parte oficial).
El Chucho mayor aceptó la responsabilidad política del sol azteca en la postulación de José Luis Abarca para presidir Iguala, pero rechazó que hubiera complicidades específicas en el proceso de gobierno municipal que desembocó en la agresión contra normalistas del pasado 26 de septiembre. Un día antes, Jesús Zambrano, quien presidió el comité nacional perredista justamente cuando se produjo la candidatura de Abarca, había sido obligado a interrumpir su exposición nocturna durante un foro organizado en la Facultad de Derecho de la UNAM y, enseguida, a abandonar el inmueble entre acusaciones de ‘‘¡Asesinos!’’ y ‘‘¡Fuera el perredé!’’ Zambrano comentó posteriormente que eran unos cuantos quienes le insultaron en el campus capitalino y, en un giro retórico emparentado con lo que Luis Echeverría solía argumentar frente a jóvenes que le impugnaban (también en CU), señaló que ‘‘la intolerancia –basada en la calumnia– de una minoría le hace el juego a la derecha autoritaria que dice combatir’’. Entre otras frases, LEA hizo famosa aquella de ‘‘jóvenes fascistas, manipulados por la CIA’’.
Fluir de vitalidad cívica en expresiones múltiples por todo el país y varios lugares del extranjero, con su punto más notable en términos cuantitativos en la ciudad de México, donde todo apuntaba, a la hora vespertina de cerrar esta columna, a que se volvería a tener una marcha sumamente concurrida, es decir, otra protesta muy significativa en contra de la barbarie de Iguala y de la inaceptable incapacidad y corresponsabilidad grave del ‘‘gobierno’’ federal, mientras los responsables formales de la conducción del país mantienen sus rutinas de desapego e inconsciencia.
Enrique Peña Nieto, por ejemplo, continúa con la preparación de un impensable viaje a Australia, pero sobre todo a China, donde cerrará el proceso político de asignación de uno de los principales negocios del sexenio a un entramado empresarial del que se beneficiarán firmas relacionadas con Carlos Salinas de Gortari y con cercanos al propio mexiquense. El país hirviendo y Los Pinos saltando entre continentes para participar irónicamente en una ‘‘cumbre de líderes’’ y para cerrar un negocio escandalosamente corrupto. Hoy podría Peña Nieto corregir cuando menos el tema del calendario y cancelar ese viaje, aunque mantendrá el negocio oscuro (o, más bien, suficientemente claro) asignado a un consorcio chino-mexicano, con la traficante influencia participativa de la Constructora Teya, del empresario muy cercano a EPN Juan Armando Hinojosa Cantú, y de GIA+A, propiedad del hermano de la esposa de Carlos Salinas de Gortari (los datos fueron revelados por Aristegui Noticias).
Al mando de la capital del país desde un sillón reclinable de hospital (un Reposet, describió uno de sus subordinados), el convaleciente Miguel Ángel Mancera recibía ayer la visita del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Según las declaraciones oficiales, nada hablaron sobre el caso Abarca y su ubicación en Iztapalapa. Si hablaran a tiempo Osorio y Mancera podrían haber impedido, por ejemplo, contradicciones en cuanto al origen de la detención del igualteco, pues la PGR lo atribuyó a una larga, concienzuda, científica y casi heroica labor de investigación de fuerzas federales, mientras el subsecretario general del gobierno capitalino, Juan José García Ochoa, aseguraba que la captura se había realizado gracias a una ‘‘denuncia ciudadana’’ que se ‘‘hizo hace varios días’’ (http://bit.ly/1pm8660 ).
En la teatralidad del poder que incluso juega a practicar cierta crítica conforme a las circunstancias (en este caso, frente a la reivindicación del salinismo en la etapa peñista), Ernesto Zedillo Ponce de León asomó ayer en un foro auspiciado por Banorte para advertir que en México ‘‘estamos mal, muy mal’’ en cuanto a estado de derecho. Tomando su cuota de responsabilidad, pues fue presidente de este país, el ahora consejero de varias firmas internacionales dijo que aquí ‘‘la justicia tiene un precio’’ y que no hay condiciones reales para que un pobre y un rico sean iguales ante la ley. Con Zedillo, vale recordar, se impuso a la totalidad de los mexicanos el pago durante décadas de un rescate bancario que favoreció a los mismos multimillonarios que siempre ganan al quebrar, ser ‘‘rescatados’’, recomprar, vender y demás artificios de delincuencia de cuello blanco. También la riqueza del país fue saqueada mediante negocios como la venta de los ferrocarriles nacionales.
Y, mientras las protestas continúan, todos los días y a toda hora, en demanda de que los 43 regresen vivos, ¡hasta mañana, con Peña Nieto asegurando que hay un fortalecimiento interno de México y que deben ser aprovechadas por inversionistas las nuevas ‘‘condiciones’’ del país!
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