Ezequiel Flores Contreras / Apro
La Procuraduría General de la República (PGR) comenzó a realizar peritajes en los autobuses donde viajaban los normalistas de Ayotzinapa, quienes fueron masacrados y desaparecidos por policías municipales de Iguala y Cocula en contubernio con sicarios al servicio del grupo delictivo Guerreros Unidos.
Los peritos de la PGR realizan este trabajo a casi dos meses de que se cumpla el asesinato de seis personas, entre ellos tres normalistas, y la desaparición de 43 estudiantes durante los ataques realizados por uniformados y pistoleros durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, informaron fuentes oficiales.
Durante un recorrido que Apro realizó este lunes en Iguala, se pudo constatar que tres de los cuatro autobuses donde viajaban los normalistas el día de los hechos trágicos, así como 32 patrullas de la policía municipal de Iguala, permanecen en un corralón con razón social Meta, localizado sobre la lateral de Periférico Sur, a la altura de la colonia Candelaria y a un costado del canal del río San Juan, que atraviesa esta ciudad y pasa por Cocula.
Los autobuses presentan impactos de bala en el parabrisas y tienen las ventanas destrozadas, mientras que las camionetas de la corporación policiaca se encuentran estacionadas en batería y acordonadas con cinta amarilla.
Todos los vehículos están cubiertos con un polvo blanco denominado resaltador magnético para detectar huellas dactilares en la superficie de la carrocería y ventanas.
Desde hace tres días el lugar es resguardado por personal de la Secretaría de Marina, mientras que los peritos de la PGR realizan estudios de balística, criminalística, química, dactiloscopia y mecánica forense al interior del corralón.
Lo anterior pese a que estos peritajes ya fueron realizados por la Fiscalía General Estatal (FGE) luego de la masacre de normalistas.
Las fuentes consultadas por Apro refieren que los vehículos fueron trasladados a este corralón desde hace tres días, remolcados por grúas.
Los autobuses en los que se desplazaban los normalistas permanecían resguardados en las instalaciones de la sede de la Fiscalía General Estatal (FGE), en la Zona Norte, ubicada sobre en las inmediaciones del centro de esta ciudad.
En tanto que las patrullas de la policía municipal estaban estacionadas en el cuartel de la Policía Estatal, ubicado a un costado de la cárcel de Tuxpan, indicaron las mismas fuentes.
Al respecto, peritos especializados en criminalística señalaron que los trabajos que realizan autoridades de la PGR son “a destiempo”, debido a que las pruebas no son perennes y se trata de un trámite burocrático para integrar el expediente.
“Una de las leyes máximas de la criminalística indica que el tiempo que pasa es la verdad que huye”, señaló un experto que pidió el anonimato.
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