La cabeza de Aguirre


PRD se reacomoda
Mazón, Morena, Abarca
Narcotuit en Reynosa

Julio Hernández López / Astillero

Con la calculadora electoral apenas en segundo plano, privilegiando en lo inmediato la urgencia de aparentar que algo cuando menos efectista se ha hecho en busca de justicia por el caso Iguala, Los Pinos congregaba ayer a su alrededor a los nuevos pactistas no declarados, PAN y PRD, para definir el momento exacto de la caída del insostenible Ángel Aguirre Rivero, con la esperanza poco fundada de que arrojar al foro la cabeza política del gobernador del estado pudiera conjurar los evidentes riesgos que para el sistema significa la convergencia de activismos probadamente recios hoy en Acapulco, cuando se realizará una marcha en la que participarán normalistas de Ayotzinapa, centenares de profesores oaxaqueños, la Ceteg, otras delegaciones de la CNTE y estudiantes de diversas instituciones públicas (la embajada estadunidense emitió un mensaje de emergencia para advertir a sus ciudadanos de los riesgos de esa marcha porteña).

Mientras esta columna iba siendo tecleada, Enrique Peña Nieto se mantenía reunido con su gabinete de seguridad, sabedor de que los excesos, de manifestantes o de fuerzas públicas, tendrán resonancia internacional en el puerto de Acapulco, y que su capital político disminuye progresivamente cada hora que pasa sin que la administración federal haga algo más que declaraciones, pantomimas (como las de Jesús Murillo Karam) y un ridículo evidente (cada vez se descubren más fosas, como si el territorio entero de México fuera un gran cementerio clandestino sin siquiera un velador hipotéticamente despierto). Hasta ahora, el peñismo no ha mostrado oficio político, capacidad de respuesta ni visión estratégica, pues se ha quedado bajo pasmo, aterido, estupefacto, sin poder ofrecer a los mexicanos siquiera un atisbo de inteligencia política eficaz, de sensibilidad social no demagógica y de vocación justiciera imperiosa.

En el Partido de la Revolución Democrática han girado con rapidez sobre sí mismos para reconocerse ahora como opositores de lo que antes defendían. Primero saltaron, con Carlos Navarrete estrenándose penosamente como presidente nacional del sol azteca, en presunto apoyo de su circunstancial correligionario, el sustancialmente priísta Ángel Aguirre Rivero. Conforme Los Pinos fue cambiando de postura, los chuchos dirigentes también fueron reacomodándose, al extremo de que ayer el mismo Navarrete que antes casi portaba camisetas en pro de Aguirre ahora apremiaba al mismo gobernador a que evaluara instante por instante la situación guerrerense para que tomara con rapidez la decisión adecuada. En el Senado, por su parte, se procesaba la solicitud de desaparición de poderes presentada por el PAN, a la que finalmente se sumarían PRI y PRD si Aguirre se aferrara a no pedir una licencia definitiva.

Aun así, caminando en la cuerda floja, el políticamente desahuciado Ángel Aguirre Rivero (a la hora de cerrar esta columna seguía siendo formalmente el gobernador de Guerrero) alcanzó a tirar un manotazo contra Morena al destituir al secretario de Salud del gabinete estatal, Lázaro Mazón Alonso, cuyo papel en la urdimbre político-criminal igualteca es tan inocultable que, al enviarlo a que precise ante las autoridades ‘‘competentes’’ la relación que ‘‘tenía, tenga’’ con el alcalde con licencia, José Luis Abarca, el médico Mazón podrá afectar la imagen del partido, Morena, del que es precandidato único a gobernador del estado.

Mazón fue presidente municipal de Iguala y luego impulsó a quien aún sigue reconociendo como su amigo, el ahora prófugo Abarca. Tan estrecha es la relación entre ambos que el suplente en la presidencia es Luis, hermano de Lázaro, y una hermana, Fabiola, es la secretaria de desarrollo social de esa presidencia municipal. Mazón no es el único secretario del equipo de Aguirre que tiene relación con Morena. Arturo Martínez Núñez es el secretario de cultura. Su madre, María de la Luz Núñez Ramos (casada con Arturo Martínez Nateras, quien fue preso en 1968, dirigente comunista y funcionario del Pronasol en el salinismo), es la precandidata única de Morena a gobernadora de Michoacán (a pesar de que su carrera política la hizo en Guerrero) y César Núñez Ramos es el presidente estatal de Morena en la entidad.

Otro proyectil en la cartuchera de los adversarios de Morena y Andrés Manuel López Obrador son los testimonios publicados en mayo de 2012 (http://bit.ly/1yIjITS) de la petición pacífica que durante una visita del tabasqueño a Iguala, en su campaña presidencial, se le hizo para que ayudara a impedir que se impusiera a José Luis Abarca Velázquez como candidato del PRD a la presidencia municipal. Los seguidores de Óscar Díaz Bello aseguraban que éste había ganado una encuesta que mañosamente había hecho pasar Lázaro Mazón como favorable a su protegido, Abarca. Mazón era en ese tiempo miembro de la corriente Los Chuchos.

La espiral de violencia criminal macabra inauguró ayer en Reynosa la modalidad del narcotuit. María del Rosario Fuentes Rubio, médica que bajo el seudónimo de Felina denunciaba y reportaba en Twitter actos del llamado crimen organizado, fue asesinada y su cuenta, @Miut3, tomada para simular que ella misma hubiese dado noticia de su muerte y advirtiera a otros (citando incluso algunas cuentas, como #Follow Reynosa y @valortamaulipas) que de nada sirve ese ejercicio ciudadano que, en realidad, según esos sicarios, sólo lleva a desenlaces como el de la hasta entonces anónima tuitera, cuyo nombre se reveló en esos mensajes suplantados, dando a conocer su fotografía en vida y otra en la que aparece muerta, con sangre en la cara.

Aun cuando hay versiones de que la médica fue identificada circunstancialmente, luego de que en su consultorio murió el sobrino de un capo local y en represalia la secuestraron y así supieron de su vida tuitera secreta, la inauguración del narcotuit para amedrentar al ‘‘periodismo ciudadano’’ se produjo en un contexto de creciente control (criminal o gubernamental, o en combinaciones que acaban siendo lo mismo, y no sólo en Reynosa y alrededores) de gran parte de los medios de comunicación. ¡Hasta el próximo lunes!

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