Álvaro Delgado
Felipe Calderón hizo en Brasil lo que no puede hacer en México: Asistir a un espectáculo masivo tras la herencia de sangre, pobreza y corrupción que marcaron su sexenio.
“Con mi hijo Luis Felipe y aficionados durante el triunfo de México en Natal, Brasil”, escribió Calderón en el selfie que difundió el sábado 14, un día después de que la selección mexicana de futbol debutó con un triunfo sobre el enclenque Camerún.
Con aficionados mexicanos de fondo, Calderón se tomó la foto sonriente, mostrando los colmillos y los ojos hinchados.
Y cómo no va a sonreir si los mexicanos pagan el viaje en avión y crucero.
Y la comida.
Y los tragos.
Aun si tuviera la valentía de acudir a un sitio público en México –a un restaurante, por ejemplo–, lo que consuma se carga a la cuenta de los mexicanos que le pagan, pagamos, sólo en sueldo, 215 mil pesos cada mes, aguinaldo, seguro de vida, de gastos médicos mayores y 78 soldados y marinos a su servicio.
Y en caso de que muera, la pensión pasará a la viuda y a sus hijos menores de 18 años.
La misma cantidad la cobran sus antecesores Vicente Fox, Carlos Salinas y Luis Echeverría. Sólo Ernesto Zedillo tuvo escrúpulo y decidió no recibir la pensión vitalicia.
Calderón cumplirá 52 años de edad el 18 de agosto y, si tuviera dignidad, podría ganarse la vida sin sangrar a los mexicanos.
Pero no: La voracidad ha marcado su vida política, desde que quiso ejercer un crédito de 5 millones de pesos en Banobras, sin tener derecho, y al que renunció sólo cuando fue exhibido, hasta los ingresos sospechosos que recibió al dejar el cargo.
En efecto, en su última declaración patrimonial, Calderón recibió, además de los 2 millones 494 mil 467 pesos en sueldos, casi medio millón de pesos en “premios”. ¿Quién y por qué lo premió? Es un misterio. O un abuso.
De manera que en el último año del sexenio Calderón cobró, ya con los “premios”, 2 millones 973 mil 187, libres de impuestos, para un ingreso mensual de 247 mil 765 pesos.
Muchos ya lo han olvidado, pero al asumir el cargo al que llegó ilegítimamente, en 2006, emitió un decreto “de austeridad” para disminuir en 10% su salario: De 167 mil 255 pesos al mes –que fue el último sueldo de Fox– a 150 mil 530 pesos.
Pero al año siguiente Calderón mostró que era un impostor: Aumentó cuatro veces lo que había descontado, así que lo fijó en 208 mil 570 pesos mensuales, más prestaciones. Y ahora cobra exactamente lo mismo que Peña.
Y aunque no tiene el valor para salir a la calle en México –donde incrementó en más de 12 millones los mexicanos pobres, enriqueció a un grupo de panistas y heredó un regadero de cadáveres–, Calderón puede ir a carreras de Fórmula Uno, al beisbol de Grandes Ligas y al Mundial de Brasil.
Es un mantenido…
Apuntes
En Michoacán es sabido que, desde antes de ser gobernador, Fausto Vallejo sabía de las andanzas de su hijo Rodrigo con criminales. La fotografía en la que “El Gerber” aparece en convivencia con Servando Gómez, “La Tuta”, es una filtración que ya puso a temblar a la familia Vallejo.
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