Los destapes de AMLO


¿Dedazos o asambleas?
Opositor a nosotros
La sabida zanahoria electoral

Julio Hernández López / Astillero

Ayer, en su cuenta de Twitter, Andrés Manuel López Obrador escribió: “Julio Hernández López siempre ha sido opositor a nosotros y partidario del ‘todos son iguales’, promovido por los conservadores de ahora”.

Las anteriores palabras se dieron en respuesta a las preguntas y señalamientos del autor de estos teclazos (un periodista, no un militante de su partido) respecto de los anuncios con los que ha ido destapando candidaturas del partido en vías de consolidación que creó y dirige, Morena, a diversos puestos de elección popular. Los primeros tuiteos astillados decían así: “¿AMLO ‘destapa’ candidaturas (Ma de la Luz Núñez en Mich., Yeidckol para Naucalpan) por sí mismo o hubo asambleas, o qué?” y ¿Cuáles órganos colectivos de Morena han discutido y decidido en sesiones formales esas candidaturas anunciadas x AMLO?

El par de preguntas tenía como sustento lo inequívocamente publicado en páginas oficiales de AMLO y de su órgano informativo, Regeneración. En la primera se puede leer (http://bit.ly/1oLgGcG) el encabezado que dice Anuncia López Obrador a María Núñez Ramos candidata de Morena por Michoacán en 2015. En la segunda (http://bit.ly/1oLgGcG) se expresa: Michoacán decide, María de la Luz Núñez Ramos será candidata de Morena: AMLO. Ante tales decisiones unipersonalmente anunciadas en Michoacán, y el anuncio de que la ex dirigente empresarial Polevnsky será candidata en Naucalpan, el tuiteador astillado preguntó: ¿Alguien de Morena en Michoacán o Naucalpan que informe si hubo asambleas para candidaturas d Núñez y Yeidckol-Citlali? Luego se habló del caso de Campeche, donde Layda Sansores fue destapada por AMLO en marzo recién pasado para ser candidata a gobernadora por Morena.

La inusual respuesta de AMLO (no por el contenido, pero sí por cuanto no es frecuente que responda a algo por vía tuitera) prefirió la descalificación de la persona, promoviendo una suerte de excomunión por herejía (¿quiénes formarán el nosotros que enigmáticamente extiende el dirigente político?), eludiendo el fondo de la osadía astillada que preguntó si se está en presencia de un dedazo patriótico y acusando a este columnista incómodo de suscribir una postura promovido por los conservadores de ahora (ha de suponerse que AMLO no es ideológicamente conservador).

Más allá de los tonos descuadrados que se produjeron en este episodio, lo sustancial sigue sin respuesta. Morena, como partido en proceso de registro, es una entidad de interés público que recibirá recursos públicos y está sujeta al escrutinio público en actos que tienen relevancia pública. Como partido que ha aceptado la legalidad que lo define y financia, Morena está obligado a respetar sus propios estatutos, en este caso, las reglas de operación interna que corresponden a procesos de postulación de candidatos de elección popular. En ese sentido, es relevante saber cómo se ha llegado a la definición de finalistas en procesos estatales que ha anunciado AMLO, con Luis Walton y Lázaro Mazón en Guerrero, y Ana Guevara o Alfonso Durazo en Sonora, por dar ejemplos de una especie de competencia acotada, o los abiertos señalamientos a favor de Sansores en Campeche, Núñez en Michoacán y Polevnsky en Naucalpan.

¿Decisiones personales (que en el lenguaje político, que iguala a todos, es conocido como dedazo) o procesos estatutariamente correctos? No asambleas informativas que son mítines, sino asambleas formales. No es un asunto menor, pues toca las fibras de la legalidad (los inconformes con los anuncios indicativos de AMLO podrían recurrir al tribunal electoral, que gustoso se esmeraría en aprovechar ese regalo para poner piedras en el camino de Morena, que ya anda repartiendo candidaturas cuando ni declaratoria formal de registro tiene), de las formas políticas (fundamentales en un partido que se ha promovido como una esperanza de cambio, como una opción que no caerá en las prácticas putrefactas de los demás partidos) y de viabilidad electoral (la urgencia por presentar candidatos sigue haciendo a un lado a eventuales cuadros nuevos y se refugia en la misma clase política de izquierda que suele competir por un cargo alto para negociar otro menor, plurinominal de preferencia, todo con la vista puesta en captar votos, aunque no se consigan las gubernaturas o las presidencias municipales, pues con esos votos habrá más recursos y más representaciones proporcionales).

Aun cuando el tuit de AMLO haría las delicias diseccionadoras de un astillador en su respuesta (tachó al periodista de opositor, en una especie de neos(t)alinismo versión 4, reveló casi infantilmente un mundo de exclusiones e inclusiones al hablar de ataques contra nosotros y arrejuntó nomás porque sí al tecleador con los conservadores de ahora), lo importante y trascendente es la izquierda (de la que un tuit hepático no puede expulsar a nadie) y Morena.

En el fondo, los problemas de Morena y de López Obrador provienen de la fallida apuesta personal que se hizo para crear un nuevo partido, como si hubiera una vía electoral limpia y sana que permitiera albergar esperanzas sensatas de que no se volverán a repetir las triquiñuelas que en dos ocasiones le han robado la Presidencia de la República y que hoy están más fortalecidas que nunca, con un peñismo marrullero, fortalecido en el control del INE, antes IFE, y del tribunal electoral federal y en vías de rediseñar para su beneficio los consejos estatales electorales. Insistir en el mismo ciclo de participación electoral-fraude-participación electoral, sin fortalecer los movimientos sociales y sin elevar el nivel de la lucha pública pacífica, recurriendo a la misma clase política de izquierda y usando tretas de anuncios de candidaturas por autoconsulta, acaba por convalidar y fortalecer ese mismo esquema de poder concentrado en las élites que ya tienen sellado su pacto PAN-Madero, PRD-Chuchos y PRI-Los Pinos repartidor de pastel.

Por todo ello, y a pesar de los exabruptos, este tecleador desea que AMLO recomponga el camino, deseche la zanahoria electoral y mantenga en alto su posición de líder social y político. ¡Hasta mañana!

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