Significativos exabruptos
Burla a hondureños
‘‘Amleros resentiditos’’
Julio Hernández López / Astillero
El contador público Erwin Manuel Lino Zárate dio difusión días atrás en Twitter a una imagen presuntamente humorística con el título ‘‘Llegada de la selección de Honduras a Brasil’’, en la que se veía un avión de línea con algunas personas trepadas por fuera, tal como muchos migrantes centroamericanos lo hacen en el tren llamado La Bestia (pic.twitter.com/uAEn12A58N ).
La cuenta de la que se reprodujo tamaño disparate corresponde al ‘‘secretario particular del presidente Enrique Peña Nieto’’, lleva como referencia la página oficial del gobierno mexicano y no tiene ninguna mención de que lo allí publicado corresponda a las opiniones personales de tan relajado funcionario público. Muy preocupante sería la forma de entender el fenómeno migratorio y el nivel de respeto hacia centroamericanos que viven tragedias en México, si las posturas de Lino Zárate correspondieran a las de su jefe, como suele suceder en esos altos niveles políticos en los que un poderoso no cede una posición estratégica tan cercana a alguien con quien no tenga una gran afinidad en formas de pensar y actuar.
La frivolidad discriminatoria generó reacciones airadas de rechazo en las redes sociales, a lo que siguió un mal pase torero de parte del funcionario peñista (@Erwin_Lino_, en Twitter), quien simplemente explicó que ‘‘mi cuenta ha sido utilizada por alguien ajeno a mí. Ya cambié mi contraseña y mail. Una disculpa por el twitt publicado con anterioridad’’. Es natural que casi nadie creyera esa excusa tan pedestre, así que la reacción tuitera fue implacable. No sólo hubo ofensa a los hondureños en general y a su selección de futbol profesional, sino a muchos mexicanos que reprobaron la conducta del mencionado secretario particular. Uno de los usuarios del sistema del pajarito azul, Ramón Félix Valencia, @RamonFelVal, insertó en la cuenta de Lino una pregunta con lógica impecable, aunque una parte de su exposición resultó mexicanísimamente cruda: ‘‘Por ejemplo, ‘alguien’ ajeno a mí puede publicar desde mi cuenta ‘chinga tu madre @Erwin_Lino’, y luego digo que no fui yo. ¿Así funciona?’’.
Sin evasivas, con orgulloso machismo burocrático, el harvardiano doctor Fausto Alzati Araiza demostró cómo funciona la adhesión reverencial al máximo jefe político y cómo debe combatirse cualquier asomo que pudiera parecer una crítica a ese jefe, en este caso el licenciado Peña Nieto. Alzati es el director general de Televisión Educativa de la SEP, secretaría ésta de la que el celoso vigía de la institucionalidad fue breve titular al inicio del gobierno de Ernesto Zedillo, antes de que se descubriera que, habiendo cursado los estudios del doctorado harvardiano en economía política y gobierno, no se había titulado, ni siquiera porque antes de su efímera estancia como secretario de la educación pública había sido director de Conacyt y allí había hecho respetar rigurosamente las reglas de cumplimiento de requisitos académicos. De allí surgió el juego de palabras: ‘‘Falsati’’.
Pues resulta que el comisario Alzati, siempre dispuesto a ejercer su papel de cazafantasmas de papel, tuvo a bien participar en un acto en las instalaciones de la televisora educativa que dirige. El motivo era un homenaje a la pintora y escritora Aurora Reyes, la primera muralista mexicana. Según fue oportunamente denunciado por Tania J. Enríquez, @tanjiem en Twitter, el defensor de honras nonatas se enojó porque en esa ceremonia formal un nieto de la difunta artista leyó un poema escrito en 1948, ‘‘Hombre de México’’, dedicado al general Lázaro Cárdenas. Al doctor Alzati le pareció que con ese texto se faltaba al respeto a su empleador actual, el licenciado Peña Nieto, así que interrumpió la lectura y dio por terminado el acto inaugural de la exposición en turno.
La defensa que luego hizo Alzati de su condición de confiscador del pensamiento crítico es de antología. Ante el señalamiento de Tania J. Enríquez de que estaba ebrio a la hora de cancelar la lectura del poema que a través del túnel del tiempo habría sido concebido décadas atrás para agraviar al licenciado Peña en 2014, el comisario de la Tv educativa sentenció, altivo, desde @alzati_phd : ‘‘No me prestaré a críticas a mi Presidente @EPN. Dices que lo defiendo ebrio. Imagínate sobrio’’, y explicó, reiterativo, que ‘‘no amenacé. La cancelé. Si ‘‘ebrio’’ defiendo públicamente a @EPN imagínate sobrio’’.
Caninamente aferrado a su tesis de ‘‘Defenderé a EPN como un ebrio’’, remarcó su personalísimo territorio faccioso: ‘‘Ordené que la retiraran. No permitiré ataques a @EPN en mi área de responsabilidad’’. Ejerció luego la función de censor literario del régimen al calificar el texto de Aurora Reyes como ‘‘poema malicioso y perverso que expresa un torpe cuestionamiento a la autoridad vigente. No en la DGTVE’’. Negó ser ignorante de la calidad artística de la chihuahuense Reyes, muerta en abril de 1985, pues ‘‘tan la conozco que accedí a la exposición. Pero no a sus críticas torpes al gobierno al que sirvo’’ (¡tal vez la mayor torpeza de esas críticas provenga de que fueron escritas cuando ni siquiera había nacido el titular del ‘‘gobierno al que sirve’’ con denodadas tijeras censoras el doctor Alzati!). Y enseñó el cobre partidista, grupal, torpe, al replicar: ‘‘¿Me aplicaste el alcoholímetro? ¿Prepotencia? Indignación ante sus trucos de Amleros resentiditos’’.
Las vulgares expresiones de los dos funcionarios peñistas mencionados, el secretario particular, con su vergonzoso ‘‘humor’’ discriminatorio luego renegado, y el director de televisión educativa, con sus alegatos censores, forman parte de la entronización del peor espíritu político en las alturas de un poder que ni siquiera cuida ya las formas, engallado y frívolo, convencido de que el incruento saqueo a la nación a cuenta de la reforma energética les está regalando, también, el derecho a mostrarse crudamente tal cual son.
Y, mientras los legisladores se deciden a establecerle al Palacio Nacional una ‘‘servidumbre de paso’’ y a expropiarlo en favor de extranjeros, si así fuera solicitado por firmas externas de energéticos, ¡hasta mañana!
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