Por segunda vez consecutiva uno de sus equipos está en la final. Gracias no sólo a su dinero, sino a sus aliados y a una federación que se burla de sus propios reglamentos, Carlos Slim ya se planta de igual a igual ante Televisa y TV Azteca. Esto, sin embargo, no ha potenciado la calidad de la Selección Mexicana, de la liga y ni siquiera en los clubes de Grupo Pachuca, donde el potentado participa.
Raúl Ochoa y Beatriz Pereyra / Proceso
La llegada del empresario Carlos Slim al futbol mexicano reconfiguró el mapa de la liga local, que hasta hace un año controlaba el duopolio Televisa-TV Azteca. El Grupo Pachuca dejó de ser el tercero en importancia para convertirse en un competidor superior a las televisoras, en lo deportivo y en lo económico, pues además logró que una cadena de televisión restringida, Fox Sports, participara en la transmisión de sus partidos.
La cabeza de Grupo Pachuca es Jesús Martínez Patiño, empresario veracruzano avecindado en Hidalgo, donde gracias a sus relaciones políticas con gobernadores priistas creó un emporio futbolístico. Tuvo el tino de asociarse con Carlos Slim, alianza con la que, sin embargo, cometió la misma violación al reglamento que las televisoras: Se convirtió en propietario de varios equipos de Primera División y de divisiones inferiores.
La FIFA establece en el artículo 14 de su estatuto que las asociaciones nacionales, en este caso la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), deben evitar la multipropiedad en sus ligas, reglamentación que en México ha sido históricamente desoída.
“Cada miembro deberá garantizar que sus clubes afiliados puedan tomar las decisiones que implican su afiliación con independencia de cualquier entidad externa. Esta obligación será válida independientemente de la forma jurídica del club. En todo caso, el miembro (la Femexfut) deberá garantizar que ninguna persona física o jurídica (compañías y sus filiales incluidas) controle más de un club si esto crea el riesgo de atentar contra la integridad del juego o de una competición”, se lee en el estatuto.
Nueve meses después de que América Móvil anunciara su alianza con Grupo Pachuca, la Femexfut dio a conocer, en mayo de 2013, que al fin la multipropiedad sería abolida del futbol mexicano. La propuesta salió del presidente de la Federación, Justino Compeán, eterno empleado de Televisa.
En ese momento Televisa sólo era dueña de un equipo en la Primera División, América (pero también tenía al Necaxa en la Liga de Ascenso), y TV Azteca de dos: Monarcas Morelia y Jaguares de Chiapas.
“La visión de la Liga Mx es que cada dueño tenga un solo equipo. Durante los próximos cinco años ningún club podrá incrementar la cantidad de equipos que tenga hasta el día de hoy”, prometió en conferencia de prensa Decio de María, presidente de la liga.
Ese directivo se rehusó a hablar de los motivos por los cuales, de un momento a otro, los dueños del futbol mexicano se animaron a regular la multipropiedad, situación tolerada durante más de 25 años. Cuando los reporteros le preguntaron si la incursión de Carlos Slim había motivado el cambio, respondió: “Siempre es tiempo de analizar dónde estás parado y, sobre todo, para dónde vas”.
El directivo detalló que, en caso de que un propietario tenga un equipo en Primera División y otro en la Liga de Ascenso, y el de la división inferior ascienda, el dueño tendrá tres años para vender uno de sus clubes. Si no lo hace, perderá la categoría. Añadió que la “simulación accionaria” será sancionada. Puso como ejemplo la situación de Grupo Pachuca, donde Martínez Patiño es dueño de los Tuzos y, su hijo, Jesús Martínez Murguía, lo es del León. No pueden alegar que son empresas o dueños diferentes porque son familiares.
El 20 de mayo la televisora anunció que vendía Jaguares de Chiapas al dueño de la empresa Oceanografía, Amado Yáñez Osuna, quien se llevó la franquicia a Querétaro. Actualmente el empresario está bajo investigación por parte de la PGR, y el club Gallos Blancos fue embargado por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes.
A un año del anuncio de Compeán, León y Pachuca, que pertenecen a la sociedad conformada por Martínez y Slim, resultaron ser los que disputan la final del torneo Clausura 2014. La lucha del campeonato entre equipos hermanos ha levantado suspicacias. Por situaciones así surgió la prohibición de la FIFA acerca de la multipropiedad.
En la misma medida que en medios de comunicación y redes sociales se especula sobre la posibilidad de que la familia Martínez y Carlos Slim decidan en la mesa cuál equipo conviene que sea campeón, ha habido voces, principalmente de los equipos protagonistas, que critican esas suposiciones y defienden la limpieza del futbol mexicano.
“Me da hasta risa lo que están comentando. Le están faltando el respeto al jugador, que es un profesional. La multipropiedad es transparente. ¿Tú crees que un Rafa Márquez, un Enner Valencia, (Gustavo) Matosas, El Profe Enrique Meza no quieren ganar?”, declaró Jesús Martínez, presidente del Pachuca, al diario Reforma.
“No existe (acuerdo). Soy muy respetuoso de lo que cada uno piensa, pero no, no existe. Acá (en León) y en Pachuca también hay gente de valores que no permitiría jamás eso. A los dueños no se les ocurriría jamás eso. Es lo que tienen que entender”, apuntó el entrenador del León, Gustavo Matosas.
El vicepresidente deportivo del cuadro leonés, Rodrigo Fernández, defendió la multipropiedad desde otro ángulo. Ante la dificultad de que existan 18 diferentes empresarios con la solvencia económica que se requiere para operar un equipo en la Primera División, los dueños de los clubes deben ser aquellos que por lo menos puedan cumplir a tiempo con el pago a los jugadores y cuerpo técnico.
“La multipropiedad no es mala, porque es un grupo (el de Slim y Martínez) que tiene buen trato con los jugadores, tiene pagos puntuales, les da todas las facilidades, siempre está viendo por el jugador. Si es así, que vengan más empresarios (como los mencionados) y si tienen dos equipos, adelante”, refirió.
El lunes 5 el vicepresidente del Pachuca, Andrés Fassi, pronosticó que en virtud de que no hay inversionistas que quieran comprar equipos de futbol en México, “con el tiempo probablemente se revocarán” las medidas que la Femexfut instauró contra la multipropiedad.
Dinero llama dinero
El Grupo Pachuca se quedó a un gol de tener un tercer equipo en la Primera División. Estudiantes Tecos cayó por la mínima diferencia (en tanda de penales) ante Leones Negros en la final de la Liga de Ascenso, que se disputó el domingo 11.
En contraparte la Femexfut tardó más en anunciar el fin de la multipropiedad y su decálogo de buenos deseos que, seis meses después, en autorizar que TV Azteca comprara el Atlas. El 25 de noviembre del año pasado la asamblea de socios del equipo rojinegro anunció que, por 500 millones de pesos, había vendido el club a la televisora.
En agosto de 2012 Carlos Slim llegó al futbol mexicano, tres meses después de que el equipo esmeralda ascendiera a Primera División. En un comunicado de prensa, América Móvil, una de las empresas de la cual es dueño, anunció que adquirió 30% de los clubes Pachuca y León, así como también una parte de la Universidad del Futbol y Ciencias del Deporte.
Esto abrió una nueva rivalidad entre Slim y las televisoras. Ya estaban confrontados en el mercado de la telefonía fija y móvil (Grupo Salinas y Grupo Televisa son dueños de Iusacell, y Slim de Telcel-América Móvil), en banda ancha y video por internet.
En los últimos dos torneos de la liga local los equipos de Slim han sido protagonistas, amén de que logró introducir a un tercer actor en las transmisiones de los partidos: la cadena estadunidense Fox Sports.
La idea de que una cadena diferente a Televisa o a TV Azteca transmitiera la final del torneo Clausura 2013 desencadenó la ira de Emilio Azcárraga. El director de Televisa Deportes, Javier Alarcón, se quejó amargamente de que los aficionados no tendrían acceso al penúltimo partido de la temporada porque muy pocos tenían acceso a la televisión restringida.
En un boletín despachado el 18 de diciembre, Fox Sports anunció que el partido de ida León-América rompió el récord histórico para un juego transmitido por televisión de paga, con un promedio de 22.03 puntos de rating en hogares que cuentan con algún sistema de cable.
Para la final entre Pachuca y León ni los comentaristas de Televisa ni los de TV Azteca se quejaron de que los aficionados no podrían disfrutar del juego de ida que, por segundo torneo consecutivo, transmitió Fox Sports por televisión restringida.
La directiva del León optó por no vender los derechos de transmisión de sus partidos a TV Azteca porque no estuvo de acuerdo con el precio que ese consorcio pretendía pagarle cuando ascendió a Primera División.
El equipo estaba obligado a negociar con la televisora porque ésta transmitía los juegos de Estudiantes Tecos, el equipo que descendió. Por acuerdo de la Femexfut, el duopolio televisivo se reparte en partes iguales los derechos de transmisión de los 18 equipos de la liga.
En un hecho sin precedentes, la familia Martínez vendió a Fox Sports los derechos en 5 millones de dólares, en una muestra de rechazo a los abusos de la televisión abierta. Telemundo –rival directo de Univisión, donde Televisa tiene 7% de participación– le pagó 6.3 millones de dólares por transmitir los partidos en Estados Unidos.
Para difundir sus juegos en internet le vendió los derechos a los portales Medio Tiempo, Uno TV (de la cual es dueño Carlos Slim) y Viva Sports, canal que produce MVS y forma parte de la barra de programas de Dish.
Al término del torneo Clausura 2014 concluye el convenio de derechos de transmisión entre TV Azteca y Pachuca. Si los Tuzos son campeones, Jesús Martínez tendrá manga ancha para negociar el pago que considere justo y escuchar la oferta del mejor postor. Aunque el empresario ha dicho que Azteca “tiene mano” en las negociaciones, lo cierto es que puede darse el lujo de despreciar a la televisora.
Pachuca y León no fueron los mejores planteles de la competencia en su fase regular y su pase a la liguilla se definió de panzazo en la última jornada. En juego de visita, los Tuzos –sexto lugar en la tabla general– anotaron cuatro goles en los últimos 15 minutos frente a Gallos Blancos del Querétaro para alcanzar un dramático lugar en la liguilla, en la que eliminaron a los Pumas con un empate (1-1) en el estadio Hidalgo y una victoria (4-2) en el estadio Olímpico.
En semifinales, la escuadra hidalguense superó al Santos (2-0 en el Hidalgo) y no obstante perder 2-4 (4-4 el global) en Torreón, en el partido de vuelta clasificó a la final gracias a los goles de visitante. Pachuca terminó el torneo en su fase regular con 24 puntos, apenas uno más que los esmeraldas.
León, que apostó todas sus cartas a la Copa Libertadores, donde fue eliminado por el Bolívar de Bolivia en cuartos de final, también pasó de rebote a la liguilla como el octavo y último participante, beneficiado por la combinación de cuatro resultados: primero venció de visita a su rival Xolos de Tijuana, y luego quedó a expensas de que sus adversarios directos, Guadalajara, Morelia y Atlas, no ganaran sus respectivos juegos, como ocurrió.
El conjunto guanajuatense superó en la liguilla al líder y sublíder del torneo en su fase regular, Cruz Azul y Toluca. Con el primero rescató par de empates, pero gracias a los goles de visitante pudo avanzar. Y en cuartos de final se impusieron a los rojos con idénticos marcadores de 1-0.
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