SLP: pederastia clerical
Padrinazgo verde
Negocios de P. J. Coldwell
Julio Hernández López / Astillero
Justamente cuando en San Luis Potosí crece el escándalo a causa de Eduardo Córdova Bautista, un influyente cura acusado de protegida pederastia al que nadie ha tocado ni, hasta el momento, se atreve a tocar, el papa Francisco ha sido puesto fotográficamente en las redes sociales portando una estola con motivos indígenas huastecos.
Los alcances y el significado de esa suerte de guiño regional están por verse. Podría tratarse de un hecho generado espontáneamente por el presbítero de origen huasteco Juan Jesús Melgarejo Martell, quien regaló la mencionada prenda ceremonial a un pontífice que en ciertas ocasiones se deja llevar por las circunstancias. En realidad, ni siquiera se sabe cuándo fue tomada la fotografía del caso, puesta este lunes por Melgarejo en su cuenta de Facebook (http://on.fb.me/1ncOBeu), aunque cierto es que los obispos mexicanos y sus acompañantes han cumplido en estas fechas con la visita ad limina apostolorum (en latín: a los umbrales de los apóstoles, es decir, a las basílicas de Pedro y Pablo. Al Vaticano, en concreto).
Ese tipo de visitas sirven para que los obispos rindan cumplido informe de la situación de sus diócesis al máximo ejecutivo de esa religión, en este caso el papa Francisco, quien en reciprocidad a lo escuchado pronunció discursos en los que lamentó la violencia desatada en México a causa del crimen organizado y demandó a los mencionados obispos que estén cerca de la gente y sus necesidades (http://bit.ly/1lKN2z6), pero entre las desgracias del México actual no mencionó la que le corresponde enfrentar directamente a esa élite, que es la de la pederastia clerical tan extendida cuan impune.
En el caso potosino, el presbítero Córdova Bautista ha gozado de una notoria protección durante décadas, a pesar de los señalamientos hechos por padres de familia y por víctimas de abusos sexuales. Personaje relevante del ámbito de clases medias y altas de la ciudad de San Luis Potosí, Córdova llegó a ser el apoderado legal de la arquidiócesis y, particularmente entreverado con los gobernantes (del PAN y del PRI), ha sido, hasta hace poco, miembro del Consejo Ciudadano de Transparencia y Vigilancia para las Adquisiciones y Contratación de Obra Pública del gobierno del estado de San Luis Potosí (uf) y, hasta ayer, del Monitor Ciudadano del ayuntamiento de la capital.
El ex sacerdote Alberto Athié Gallo ha denunciado que el cura acusado de pederastia ha sido protegido por la Arquidiócesis, pero también por este gobernador y su esposa, en referencia al médico Fernando Toranzo, el mandatario formal, carente de oficio político, blandengue y grisáceo, quien ha agudizado el atraso de la entidad, y a María Luisa Ramos Segura, la cónyuge a la que insistentes voces atribuyen una arrolladora injerencia decisoria. Ya se verá, en este contexto, si la estola huasteca del Papa de refrescante discurso servirá de manto protector de lo que ha sucedido en el ámbito urbano de SLP, e incluso, si esa recurrencia simbólica a lo étnico se extenderá a Oaxaca, donde casi 50 niños indígenas fueron violados por un presbítero que fue largamente denunciado por una decena de sacerdotes, incluso ante el arzobispo Chávez Botello y ante el Vaticano, sin que se hiciera nada, sino parcialmente, hasta que el escándalo estalló públicamente.
Un destacado sacerdote jesuita, Enrique González Torres, quien fue rector de la Universidad Iberoamericana, ofició este sábado la boda de su sobrino Jorge Emilio González Martínez, recordado por su apodo de El niño verde, en el exclusivo Club Chileno Bay, de Cabo San Lucas, en Baja California Sur, según nota de Enrique Méndez publicada ayer en La Jornada (http://bit.ly/1m1euu2). El desposado, González Martínez, ha sido partícipe y beneficiario de la impunidad y el saqueo del país, mediante el negocio familiar de alquiler del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que en su más reciente arrendamiento está al servicio del PRI y de Enrique Peña Nieto.
El historial de corrupción y excesos del emblema de los Verdes no obstó, sin embargo, para que en la celebración nupcial tuviera como padrinos al propio Peña Nieto y su esposa, y que en el festejo participaran los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y de Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud (militante del PVEM, abierta concesión a la voracidad negociante del falso ecologismo electorero: la iglesia del medio ambiente en manos del Lutero Niño Verde y sus secuaces); el coordinador de los senadores priístas, Emilio Gamboa, y los gobernadores de Baja California Sur, Marcos Covarrubias; de Chiapas, Manuel Velasco Coello (con su novia Anahí); de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, y de Yucatán, Rolando Zapata Bello, de acuerdo con la información del reportero Enrique Méndez.
A otro secretario del gabinete peñista, Pedro Joaquín Coldwell, la senadora perredista Dolores Padierna le está colgando milagritos que, de ser ciertos, podrían forzar al ex gobernador de Quintana Roo a pasar provisionalmente a otra vida política. Según las indagaciones de la legisladora, el actual secretario de Energía (cuya familia concentra una de las mayores riquezas de Quintana Roo) aparece en documentos oficiales como accionista de seis empresas que tienen tratos y relación directa con Pemex, en específico, en algunos de los casos mencionados, porque son estaciones distribuidoras de gasolina. A reserva de que se confirmen las infracciones legales invocadas por Padierna, y que el lance no quede en el terreno de lo efectista, el tráfico de influencias es una práctica histórica en quienes ocupan cargos particularmente redituables en cuanto a arreglos bajo la mesa, como la dirección de Pemex y la Secretaría de Energía, verdaderas fábricas de multimillonarios.
Y, mientras Servando Gómez, La Tuta, es elevado a la categoría de figura simbólica por el fetichista secretario de Gobernación, ¡hasta mañana, con Jesús Zambrano (a nombre propio y de Carlos Navarrete) y Gustavo Madero ya retomando el camino de las negociaciones pactistas!
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