“¿Cómo les digo ‘hola’?”


Rosario y su regla de tres
SedHerodes o Seconazi
Maquila natal indígena

Julio Hernández López / Astillero

No supo qué hacer, así que preguntó abiertamente, deseosa de agradar, con original y copia inmediata: “¿Cómo les digo ‘hola’?, ¿cómo les digo ‘hola’?” Las anfitrionas no necesitaron indagación profunda ni elaborado estudio de campo: “Así: ‘hola’, ‘hola’”. Otras voces locales intervinieron para salvar el delicado momento lingüístico: Hola, hola... Hola, ¿cómo están? y los pequeños, sentados a las mesas del comedor comunitario que visitaba Rosario Robles, levantaron las manos y a coro respondieron al saludo de la secretaria federal de Desarrollo Social.

Luego, invitados por las organizadoras a repetir la frase, los niños pidieron ¡Regresen pronto! y con alborozo dijeron adiós a la ex jefa del Gobierno del Distrito Federal, al gobernador priísta de Nayarit, Roberto Sandoval; a su comisionada, para que como delegada federal de la Sedesol haga fluir los recursos asistenciales conforme a planes políticos 2015, y a una amplia comitiva cuya vestimenta y conducta contrastaban notablemente con la de los habitantes de la comunidad de Los Encinos, en el municipio El Nayar, desde donde Robles, vestida con pantalón claro, blusa blanca, chaleco de campaña oscuro y un colorido morral indígena terciado, dio nota nacional a la hora en que planteó el retiro de apoyos de Oportunidades a los padres que tengan más de tres hijos (en http://bit.ly/Sq8pO3 puede verse el material que la propia Robles promovió en su página de Facebook. Al 1’11 puede escucharse una voz masculina imperiosa que casi con aire policiaco pregunta tal vez a un pequeño, ¿Cómo te llamas?, y a partir de 1’24 puede apreciarse el episodio del Hola en busca de traducción que no era necesaria).

No sabía la ex dirigente perredista cómo saludar a los pequeños reunidos en esa pequeña comunidad nayarita, pero sí tenía un diagnóstico implacable respecto a la impertinencia de que mujeres y hombres de esos segmentos socioeconómicos marginados, sujetos de discriminación histórica, decidieran cuántos hijos tener, pues, según la experiencia personal de la funcionaria o con fundamento en estudios que no ha dado a conocer, aunque debería, a la luz del escándalo que provocó, hay una especie de industria rural de la procreación, con adultos especializados en la maquila natal para la obtención de beneficios gubernamentales por cuna (es un decir) presentada.

La primera reacción de la titular de la SedHerodes (secretaría de Herodes) fue tratar de negar lo que la corresponsal de La Jornada, Myriam Navarro, publicó el viernes recién pasado (http://bit.ly/1rYucsc) bajo el título de Familias indígenas con más de tres hijos ya no tendrán apoyo de Oportunidades. El poderoso jefe de la oficina de Rosario Robles, el también ex perredista Ramón Sosamontes, compañero de andanzas múltiples de la ahora funcionaria (fue él quien le presentó al empresario argentino Carlos Ahumada y el mismo Sosamontes fue personaje involucrado en las maniobras de corrupción política, partidista y personal de quien fue copresidente sentimental y económico del partido del sol azteca), quiso puntualizar que el sentido en el que está redactada dicha nota es incorrecto.

La corresponsal Navarro reprodujo lo que había dicho en entrevista la mencionada Robles: Todas esas mujeres que son beneficiarias de Oportunidades, solamente, a lo largo de su vida puedan tener tres hijos. Es decir, luego sacan uno adelante, y ya es más grande y entonces hay otro. No: sólo tres. Les decía, así como era con el Issste, que sólo podías tener una casa toda tu vida, así igual, sólo tres hijos con derecho a Oportunidades. Eliminamos la parte para las nuevas familias que se incorporan, del dinero que recibía un niño al nacer, porque los estudios dicen que alienta a una mayor población. Y lo que estamos viendo es que en los sectores más bajos de la población es donde la tasa de natalidad es más alta. Entonces estamos reproduciendo la pobreza.

Pero no hacían falta los esfuerzos fallidamente aclaratorios del subordinado Sosamontes, pues la propia página oficial de la Sedesol consigna un par de frases de discurso en el sentido de lo dicho luego en entrevista por Robles: Y quiero también aprovechar para decirles que no por tener muchos hijos van a tener más Oportunidades. Oportunidades ya no va a beneficiar a las que tengan muchos hijos, sino que va a apoyar a las que tengan pocos hijos, porque la familia pequeña vive mejor y porque tenemos que pensar en estos niños y en estas niñas.

Enseguida confirmó: Así es que no se me equivoquen, no me hagan cuentas multiplicando diez por cinco. No. Eso ya se acabó porque Oportunidades lo que quiere es que esa familia salga adelante, y esa familia sólo saldrá adelante si es una familia pequeña y tiene la posibilidad de educación, de salud, de una vivienda digna, de todo lo que nos garantiza nuestra Constitución. Estos párrafos pueden ser leídos en http://bit.ly/1ktjtAc donde, además, se consignan perlas como la demanda de Robles a los miembros del comité comunitario de Los Encinos para que rindan protesta con más energía: ¿protestan ustedes trabajar a favor de su comunidad, hacerlo con pasión, con compromiso, dedicados a que verdaderamente las obras y las acciones de la Cruzada Nacional Contra el Hambre lleguen a quien verdaderamente lo necesita?, preguntaba la enjundiosa funcionaria. ¡Sí, protestamos!, respondieron los hambrientos. ¡Más fuerte!, exigió la secretaria Robles a quien la primera respuesta había parecido lánguida, en ayuno. Vino entonces la contestación que a los redactores de la página oficial de Sedesol les pareció indispensable poner en sonoras mayúsculas: ¡SÍ, PROTESTAMOS!

Ah, ante tan alimenticio logro, la secretaria de control natal en zonas indígenas (Seconazi) pudo ya desarrollar su discurso de sistemáticas referencias a las preocupaciones permanentes del presidente Peña Nieto ante la pobreza y el hambre de tantos mexicanos a los que ahora pretende ella, aunque dice que todo lo hace por instrucciones de su jefe, aplicarle una regla obligatoria de tres hijos como máximo en caso de pobreza necesitada de ayuda gubernamental. ¡Hasta mañana!

Comentarios