¿A quién asesora y defiende?
Beneficiarse de lo gobernado
CIDH y el fuero militar
Julio Hernández López / Astillero
Además de su reciente designación como consejero de Citigroup (firma que tiene en su agenda en México el delicado caso de Oceanografía y las redes de poderes económicos y políticos que confluyen en operaciones fraudulentas), el ex presidente Ernesto Zedillo forma parte de directivas y consejos, a títulos honorarios o remunerados, según cada caso, de Alcoa Inc (la tercera productora de aluminio en el mundo, en cuya cartera de clientes destacan los productores de armas, sobre todo para ejércitos), Coca Cola Company, Procter & Gamble, el Centro para Estudios de la Globalización de la Universidad Yale, el Foro Económico Mundial, el Grupo de los Treinta, la Iniciativa Global Clinton, el Diálogo Interamericano y el Instituto Peterson sobre Economía Internacional.
El portal estadunidense Muckety, especializado en realizar mapeos de personajes de poder a partir de sus cargos pasados y actuales, y de otras formas de interrelación, señala que Zedillo tiene múltiples conexiones indirectas con Jacob E. Frenkel, el presidente de JP Morgan Chase International, quien fue gobernador del Banco de Israel entre 1991 y 2000 (Alfredo Jalife define a este personaje como un fondomonetarista, prototipo de la banca israelí-anglosajona http://bit.ly/QCvQCI). Postulado para ocupar nuevamente esa gubernatura bancaria, Frenkel prefirió declinar luego que fue mediáticamente actualizado un escándalo menor sucedido en 2006 en el aeropuerto de Hong Kong, cuando fue acusado de pretender el robo de un caro portatraje, en circunstancias que no llegaron a consignación judicial alguna e incluso, según versión del propio banquero, a que la policía le ofreciera disculpas por el malentendido (http://bit.ly/QJiKDf).
En segundo lugar de esas relaciones intensas, Muckety menciona a Tony Blair, el ex primer ministro inglés (http://bit.ly/RPMmQH), declarado culpable de genocidio y crímenes contra la paz junto con George W. Bush por un tribunal malasio, que revisó el papel de esos aliados en los ataques contra Irak. Luego de dejar los cargos políticos, Blair ha aceptado ser asesor del emblemáticamente rector de JP Morgan Chase, de la aseguradora internacional Zurich Insurance Group y del consorcio que agrupa a más de 60 renombradas marcas comerciales, Louis Vuitton Moet Hennessy.
La reputación de Blair empeoró al conocerse que se beneficiaba como muy bien cotizado asesor, aunque fuera de manera indirecta, de las decisiones guerreras que emprendió como gobernante. En agosto de 2008 aceptó ser asesor de la empresa sud-coreana Ul Energy Corporation, que entre otros contratos desarrollaba uno para explotar petróleo conforme a contratos firmados por el gobierno kurdo, pero no por las autoridades iraquíes. El diario español Público mencionó que en una demostración de que Blair siempre acude a la llamada del dinero, también está a sueldo desde diciembre de 2007 de la familia real de Kuwait, cuyos negocios son casi indistinguibles de los del país. Un fondo de inversiones de Emiratos Árabes Unidos, denominado Mubadala, lo ha tenido también como asesor, con honorarios de un millón de libras al año (http://bit.ly/1nsQVNu).
Con esos antecedentes y relaciones, sería de salud pública precisar el papel que juega el ex presidente mexicano en la defensa de intereses contrarios a la nación. Tiene en su haber no sólo el golpe histórico del Fobaproa, sino también el nefasto y oscuro proceso de privatización de los ferrocarriles nacionales, a un risible costo de mil 400 millones de dólares, según el señalamiento de diputados de PRI, PRD, PT y Movimiento Ciudadano que en febrero pasado exigieron juicio político contra quien de pequeño fue aseador de calzado en Baja California y ahora ha salido a defender a Kansas City Southern, una de las empresas beneficiadas con la privatización que él hizo (nota de Enrique Méndez y Roberto Garduño en La Jornada, http://bit.ly/MOhZa4).
La aparición de Zedillo fue para encomiar esa privatización luego que este año en San Lázaro se aprobaron normas de índole ferroviaria que rompen las exclusividades pactadas por el ex presidente, que incluso fue asesor y, según los diputados denunciantes, accionista y administrador de una de las entonces beneficiadas, KCS (recuérdese que Carlos Salinas es enemigo jurado de Zedillo y que el PRI peñista impulsa reformas en la operación ferroviaria para beneficiar a sus propios allegados, entre ellos algunas firmas asentadas en el estado de México).
Convertido en defensor confeso de intereses de empresas cuya operación entra en conflicto con los de la nación, opinante y diseñador (en centros de inteligencia) de políticas globales que ven a México como tierra de saqueo, dócil operador de directrices estadunidenses que propiciaron la apertura democrática que entre otros resultados tuvo el de dar paso libre a la llegada del inepto pro yanqui Vicente Fox, Ernesto Zedillo sigue ganando asientos directivos en consejos de administración y directorios de empresas, organismos privados y centros de análisis que tienen en su portafolio expedientes mexicanos densos.
Astillas
Aunque tardía, es plausible la unanimidad de los senadores para cumplir con lo exigido desde 2011 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (a partir de las sentencias referentes a los casos de Rosendo Padilla, Valentina Rosendo, Inés Fernández y un grupo de campesinos ecologistas) de que sea en tribunales no castrenses donde se lleven a cabo los procesos contra militares acusados de cometer delitos contra civiles. Una larga resistencia institucional fue vencida, con plazos internacionales en contra, y los márgenes de impunidad para los miembros de las fuerzas armadas serán menores a partir de esta resolución, que ahora queda en espera de confirmación por parte de la Cámara de Diputados.
Y, mientras el llamado zar de los casinos, Juan José Rojas Cardona, ve palidecer la estrella que tanto brilló en tiempos panistas, en que untó la mano a diversos e incluso luego confrontados miembros del calderonismo, ¡feliz fin de semana!
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