Vuelta al redil
Ahora, lo financiero
Tragedias con causa
Julio Hernández López / Astillero
Han vuelto las sonrisas y el entusiasmo a la cúpula de la política nacional. Bienaventurados los que regresan al Pacto por México (PpM) después de una breve pausa anecdótica, pues de ellos será el reino del peñismo repartidor de regalías tanto a diestra de blanco y azul como a siniestra de negro y amarillo. La secretaria Rosario Robles y el gobernador Javier Duarte pueden seguir en paz, pues la revuelta opositora ha terminado: la primera se deshizo de algunos empleados absolutamente prescindibles y el segundo sacrificó a su secretario de Finanzas. Y todos felices.
A la canasta básica de engaños agradecidamente aceptados por Gustavo Madero y Jesús Zambrano para regresar al redil pactista, del que en realidad nunca se apartaron más que en términos teatrales, se agregaron dos piezas igualmente volátiles, meras emisiones palabreras circunstanciales: un discurso de apasionado compromiso de Enrique Peña Nieto contra el uso electoral de los recursos públicos (y, si no lo cumpliere, que Monex, Soriana y los ríos de dinero electoral de 2012 se lo reclamen) y un agregado ( addendum, fue el término en latín seleccionado para tan especial fecha) al texto original del Pacto por México, con el que de manera ceremoniosa se establecieron rigurosas medidas de blindaje para evitar los malos pensamientos y peores acciones de los mapaches priístas en general y de la Cruzada contra el Hambre en particular.
Aterrorizada con ese clausulado de añadidura, Rosario Robles habrá de convertirse a partir de ahora en una especie de monja ascética con presupuesto federal que repartirá sin consideraciones partidistas ni cálculos comiciales, al igual que los gobernadores de tres colores que, arrinconados por el mencionado addendum, ya no querrán reproducir en sus terruños la experiencia de los veracruzanos grabados en semanas anteriores en audio y video en plena cátedra de trapacerías electorales con programas sociales.
Aparte de superar el incidente en mención, los nuevamente sonrientes Madero y Zambrano prestarán hoy otro servicio a la Patria, pues darán marco de convalidación a la propuesta de reforma en materia financiera que el vicepresidente Luis Videgaray ha elaborado y que formalmente presentará Peña Nieto. No hay rebelión alguna de banqueros, financieros ni especuladores por el contenido de esa reforma que forma parte del paquete de reordenamiento de factores de poder en torno al cesarismo restaurado, sin beneficios reales para las mayorías populares pero con una devolución al priísmo pinolero de hilos de control de gigantes que se habían trepado a las barbas del panismo pigmeo en los dos sexenios anteriores.
Fuera de los salones palaciegos, las desgracias continúan. La explosión de una pipa de gas en el estado de México, en un tramo de la autopista México-Pachuca, causó cuando menos 20 muertos, decenas de heridos y daños a casas y automóviles. Como en otras tragedias recientes, no todo queda en el casillero comprensible de los accidentes por sí mismos, de lo azaroso, lo imprevisto. La sobrevivencia diaria de los mexicanos está sujeta a las condiciones de funcionamiento de servicios que en su gran mayoría son prestados de manera deficiente e incluso ofensiva a partir del entramado de intereses corruptos que colocan a los habitantes del país en maltratos y riesgos constantes (un ejemplo inmediato, evidente: el transporte público concesionado a empresarios que aportan dinero para campañas políticas para que los ganadores toleren vehículos en pésimo estado, choferes agresivos y una permanente violación de las reglas mínimas de cuidado a los pasajeros).
Un México en el que no hay pacto social vigente, en el que los que tienen poder agreden a los demás, en el que se pueden violentar por sistema las reglas básicas de convivencia, está lleno de potenciales formas de explosión, y no sólo políticas o sociales. El paso de vehículos pesados, por encima de las normas permitidas, o cargados de sustancias peligrosas, o manejados de manera imprudente, forma parte del paisaje natural de los mexicanos a lo largo de todo el país, con especial riesgo en zonas altamente pobladas. Mientras la nación tenga en los cargos públicos a políticos ansiosos de obtener dinero subterráneo, para enriquecimiento personal y para campañas electorales, continuarán los accidentes que deberían ser prevenidos e impedidos. No es un asunto de mala suerte o de coincidencias, sino resultado de la descomposición institucional que arregla las cosas a gusto de los poderosos, con pactos sonrientes, mientras abajo deja a la gente a merced de la ley de la selva.
Astillas
En la entidad que tiene como gobernador a Ángel Aguirre se ha vuelto a clases en condiciones volátiles, como consecuencia de las negociaciones aceleradas luego de la detención, y casi inmediata liberación, de cuatro miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero. En Bucareli, mientras tanto, el poderoso subsecretario Luis Eduardo Miranda continuaba ayer dialogando con una comisión de profesores, entre versiones de que es inminente que el gobierno de Peña Nieto fije su posición definitiva respecto a las demandas y protestas relacionadas con la reforma educativa... En el ámbito del sindicalismo magisterial oficialista los dirigentes siguen replegados, decididos a no recorrer caminos judiciales como su antigua jefa, Elba Esther Gordillo. Tanto en la directiva nacional como en las estatales hay expedientes de uso irregular de cuotas sindicales y de enriquecimientos inexplicables para ser activados contra quienes pretendiesen moverse fuera de la línea que les ha sido marcada... Y, mientras The Walt Disney Company trata de quedarse con la marca Día de Muertos, no en relación con las jornadas fúnebres de cada día en el México de Calderón, continuado con Peña Nieto, sino por razones de comercialización de productos lúdicos y de una película sobre esa antigua fiesta popular mexicana, ¡hasta mañana, con Agustín Carstens calificando el alza del huevo como choques temporales!
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