XALAPA, Ver. (proceso.com.mx).- Con la toma simbólica de una playa ubicada a un costado del hotel Punta Azul, militantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) protestaron en la playa Cachimba de Boca del Río en contra de la reforma constitucional que promovió el PRI para que extranjeros puedan comprar propiedades en la zona costera.
Unos 30 integrantes de Morena acudieron a la zona federal marítima para fustigar que, con la venta de terrenos en la zona costera a manos de extranjeros, se pone en riesgo la soberanía del país.
Con mantas con leyendas como “las playas públicas no se venden”, los manifestantes llevaron banderas mexicanas y cartulinas recriminando esta medida al gobierno de Enrique Peña Nieto y exigieron se dé marcha atrás a esta reforma.
En plena celebración de la Batalla de Puebla, los integrantes de Morena invitaron a los veracruzanos a salir a protestar para evitar este nuevo golpe de “entreguismo” al país norteamericano por parte de las autoridades federales.
La propuesta lanzada por el coordinador de la bancada del PRI en el Congreso de la Unión, Manlio Fabio Beltrones, estipula que los extranjeros puedan aparecer como propietarios de terrenos en playa.
Los integrantes de Morena se quejaron que esta medida no promueve las inversiones y, por el contrario, es un paso más para continuar con el proceso privatizador del país, como ya sucedió con el petróleo.
Los diputados federales aprobaron la reforma al artículo 27 de la Constitución y ahora falta que el Senado de la República dé su aval.
En otra protesta, en el puerto de Veracruz, militantes del PRI hicieron una huelga de hambre de 24 horas por la imposición del junior Gerardo Poo Gil a la alcaldía de Veracruz cuyo padre, Gerardo Poo Ulibarri, ya fue edil de este ayuntamiento porteño.
Encabezados por la lideresa de comerciantes priistas, Irene Aragón, fustigaron que el actual candidato a la presidencia municipal de Veracruz, sin una trayectoria que avale una postulación de esa envergadura dentro del PRI, no se ha aproximado con intenciones de “cerrar filas” con las seccionales y organizaciones priistas y en contraste ha dejado ver dejos de “soberbia y prepotencia”, acusó Aragón.
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