Pobrecitos políticos


Profeco, sacrificio
Granier y el clóset
SNTE: EPN al revés

Julio Hernández López / Astillero

Si el hilo de las complicidades se rompe por lo menos importante, entonces el peón Humberto Benítez se ha sacrificado para que sigan adelante el Rey de los Pinos, la reina Sedesol, el alfil sindical de Pemex y otras piezas realmente importantes en el tablero político-electoral (hasta un vestuario tabasqueño de excesos, supuestamente concebido al tenor del exceso de copas, da al mexiquense caído las gracias por llevar la atención pública a otros foros).

Fue una jugada de priísmo clásico: primero se echó a los leones mediáticos a un cuarteto de casi anónimos subordinados a los que se suspendió provisionalmente para darle curso a alguna farsa justiciera menor, luego la secretaría encubridora de las disfunciones públicas expidió un irónico certificado de presunta inocencia al papá que se refugiaba entre presuntas incapacidades médicas y decía que nunca había pensado siquiera en renunciar, y al final apareció la espada justiciera del jefe máximo (pero no Bistrot) que a pesar de todas las suposiciones de que no atiende las demandas populares tuvo a bien intervenir para decapitar administrativamente a su amigo, paisano y promotor, a quien en todo caso habrán de llegar nuevos favores en terrenos judiciales o diplomáticos, por imaginar algunos ejemplos.


Tan previsible era la jugada a tomar que hasta un columnista astillado se atrevió a fantasear el pasado 29 de abril, calientito el tema de la Lady Profeco, en un texto que llevaba como sumario ¿Profeco por Sedelec? y así rezaba (amén): En ese cuadro de irritación generalizada ante los constantes abusos del priísmo restaurado, es posible que el dúctil Benítez Treviño pueda prestarle a su jefe Peña Nieto el servicio, luego pagadero con réditos especiales, de renunciar o ser renunciado, para dar la impresión de que hay sensibilidad pinolera respecto a quejas del presuntamente respetado público. No en el caso de la protegida secretaria de acción electoral (Sedelec), Rosario Robles (Chayote A. Pobres), pues sus faenas son del máximo interés del jefe en busca del carro completo en los próximos comicios, pero sí podría ser en el rubro menor, prescindible, de la Profeco (http://bit.ly/15OetEW).

A fin de cuentas, EPN aprovecha oportunamente el regalo que en bandeja de hija le presentó el titular de la Profeco, a quien eximió de responsabilidades viendo al pasado (mediante el dictamen de la extinguible secretaría de la -dis- función pública) y preparó para el futuro al dejar constancia de sus grandes servicios a la Patria en los cargos públicos que ha ocupado. Todo lo que ayer dijo Osorio Chong que decía Peña Nieto respecto a ética, profesionalismo, autoridad y eficacia, valores según eso reivindicados al dar de baja a Benítez, quedan en palabrería si se toma en cuenta que una particular, conocida como Lady Profeco, no ha sido consignada judicialmente por haber hecho funcionar la maquinaria de esa procuraduría nada más por ser hija de quien la dirigía. ¿Cualquier persona puede activar mecanismos públicos de supervisión y clausura gubernamental sin tener derecho y sin ser castigada por ello?

Otro político priísta en aprietos es el químico Andrés Granier, ex gobernador de Tabasco que en realidad terminó como alquímico, convirtiendo en oro personal los recursos públicos que dejó en calidad de plomo contable, escandaloso ejemplo de depredación salvaje y demencial del erario que ha sido denunciado por un Arturo Nuñez tibio y cuidadoso, pero que hasta ahora no ha sido tocado con el pétalo de una sujeción a proceso penal.

El pobrecito alquímico Granier sufre la inmensa pena de pasarse de copas –según eso– y confesar su arribismo indumentario, su pasión por los trapos y los zapatos lucidores, e incluso el problema tan entendible de mantenerlos ordenados y bien cuidaditos. Premio Clóset de Economía para el ex mandatario tan campante que tuvo a bien transformar los dineros enviados para atender, por ejemplo, las inundaciones y las devastaciones consecuentes (oh, aquellas escenas del entonces gobernador, en fachas de trabajo, metido en el agua, es decir, la de las inundaciones, no las bebestibles en exceso que ahora le habrían llevado a confesar sus andanzas compradoras y sus complejos de ropero, en diálogos con su hijo Fabiancito igualmente tan mentado y recordado en aquellas tierras tropicales por los muchos negocios y beneficios habidos para sus cuentas particulares). ¡Cómo se sufre el poder (hasta el pobrecito César Nava se queja de que las fundadas acusaciones en su contra son mera grilla, ganas de distraer y de molestar, motivadas por razones políticas)!

Astillas

El gobierno federal va a tomar ciertas riendas en Michoacán. El gobierno interino de Jesús Reyna, mientras Fausto Vallejo hace esfuerzos estéticos por parecer en vías de mejoría de salud, no ha podido reducir la violencia entre cárteles y las consecuencias hacia la población civil. Ya se verán la dimensión del esfuerzo centralista, los resultados y, en especial, los guiños y significados políticos hacia el calderonismo que por vía de la hermana Luisa María, apodada Cocoa, trata de reacomodarse cuando menos en esa entidad.

Para los aficionados a leer en sentido contrario las solemnes declaraciones de los políticos en el poder, resulta claro el énfasis de EPN en precisar que la educación ni se privatiza ni se concesiona, y que los profesores deben estar confiados en los buenos propósitos de la administración federal reformista. Ya sin Elba Esther Gordillo, pero con el aparato gordillista intacto aunque silencioso bajo amenazas judiciales, Peña Nieto pronunció un discurso en el que dijo que la educación de calidad no puede seguir siendo privilegio de unos cuantos. ¿Mexicanos primero? ¿Escuelas Televisa? ¿Próximos negocios de panzazo?

Y, mientras (oh, cuánta independencia y osadía) las bancadas de PAN y PRD en el Senado hacen su propia propuesta de reforma electoral, brincándose el Pacto por México y sin tomar en cuenta al PRI, ¡hasta mañana!

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