MÉXICO, D.F. (apro).- Este viernes, a los 88 años de edad, falleció Arnoldo Martínez Verdugo, último dirigente del Partido Comunista Mexicano (PCM) y líder político y moral de la izquierda mexicana.
La noticia la difundió el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quien escribió en Twitter: “Mi más sentido pésame a Martha Recasén, familiares y amigos de Arnoldo Martínez Verdugo por su sensible fallecimiento”.
Martínez Verdugo nació el 12 de enero de 1925 en Mocoritos, Sinaloa. Se unió al PCM en 1946; en 1959 fue miembro del secretariado general, y fue ungido secretario general del Comité Central en 1963, cargo que desempeñó hasta 1981.
Participó activamente en la negociación política para la primera reforma electoral en 1978, con e fin de que el PCM obtuviera su registro como partido político, y así participara en las elecciones intermedias de 1979.
La izquierda obtuvo entonces el triunfo en 18 distritos electorales y alcanzó representación en la Cámara de Diputados; luego Martínez Verdugo asumió la coordinación parlamentaria.
En 1981 encabezó la disolución del PCM y su fusión con otras organizaciones de izquierda para constituir el Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Y en 1982 fue postulado como candidato presidencial.
En 1985 fue secuestrado y liberado tras el pago de un rescate.
Más tarde, en 1988, se unió a los grupos de izquierda que apoyaron la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia y, en 1989, apoyó la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Fue un luchador social que transitó en la política y el comunismo mexicano en los años setenta de la mano de Valentín Campa y Miguel Ángel Velasco.
Apenas el 12 de enero anterior, día de su cumpleaños, se le rindió un homenaje en la Casa de Cultura del Bosque de Tlalpan. Ahí estuvieron Cuauhtémoc Cárdenas, coordinador de Asuntos Internacionales del Gobierno del Distrito Federal, y Joel Ortega Juárez, líder político y compañero de Arnoldo en el PCM.
Cárdenas recordó los primeros encuentros con Martínez Verdugo en 1988, cuando fue candidato presidencial. Fue en mayo, durante la declinación de Heberto Castillo como candidato presidencial del Partido Mexicano Socialista:
“Yo me encontré por primera vez con Arnoldo justo en el proceso de declinación de la candidatura de Heberto en los últimos meses de la campaña del 88. Sabía de Arnoldo, él había sido fundamental en el proceso de unificación de otras organizaciones de izquierda y centro”.
En opinión de Cárdenas, el proceso de unificación de grupos afines en la política es la mayor contribución de Arnoldo a la vida democrática del país. En ese camino deben seguir “recogiendo las enseñanzas de Arnoldo para mejorar la vida política del país”.
Ortega Juárez recordó cuando Arnoldo realizaba las juntas del PCM en la nevería La Bella Italia, en la colonia Roma.
“Con Arnoldo vivimos momentos sombríos en la clandestinidad. El era como la niña de los ojos del partido y, a partir de 1960, él construyó la nueva izquierda mexicana, la libertaria, la que se enfrenta al autoritarismo priísta. Esa es, yo creo, la gran contribución de Arnoldo”, aseguró.
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