Las embajadas occidentales presentes en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, continúan abiertas y no tienen previsto interrumpir su actividad ni evacuar a su personal pese a la advertencia lanzada el viernes por el régimen norcoreano, que sostiene que no podrá garantizar la seguridad del personal diplomático británico a partir del 10 de abril.
Agencias
La Embajada de Reino Unido en Pyongyang y otras legaciones recibieron el viernes una comunicación oficial que advierte de que el Gobierno norcoreano no podrá garantizar la seguridad de las embajadas y las organizaciones internacionales en caso de conflicto armado y les pide que especifiquen qué asistencia requerirían para una evacuación o traslado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico ha reconocido que varias delegaciones extranjeras han recibido la notificación, pero ha señalado que no tienen intención de cerrar la Embajada. "Estamos consultando con nuestros socios internacionales sobre estos hechos. No se ha tomado ninguna decisión y no tenemos previsto retirar nuestra Embajada de inmediato", explica el Ministerio británico en un comunicado oficial.
"No creemos que haya ninguna misión extranjera que vaya a salir de Pyongyang", ha señalado un responsable gubernamental surcoreano en declaraciones bajo condición de anonimato a la agencia de noticias Yonhap. "La mayoría de los gobiernos extranjeros consideran el mensaje norcoreano una vuelta de tuerca más para incrementar la tensión en la península de Corea", ha argumentado.
Las autoridades surcoreanas analizan ya el mensaje para intentar averiguar las auténticas intenciones, ha explicado la fuente surcoreana, que ha destacado que la consigna es actuar con calma. En cualquier caso, creen que se trata de una nueva campaña propaganda. "Parece que esta es su estrategia para hacer llegar su mensaje: 'estamos desarrollando armas nucleares porque los americanos nos están presionando'", ha explicado otro responsable surcoreano.
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