ALEJANDRO GUTIÉRREZ
Madrid, (proceso.com.mx).- El duque de Palma, Iñaki Urdangarín, quiso hacer negocios en México al amparo de la buena relación de su suegro, el rey Juan Carlos de Borbón, con el entonces presidente Felipe Calderón.
Esto se desprende de nueva documentación que el exsocio de Urdangarín, Pedro Torres, entregó este martes 23 al juez José Castro. Estos documentos confirmarían el papel de Urdangarín como intermediario para que Eugenio Calabuig, propietario de Aguas de Valencia, entrara en negocios en la gestión de agua pública, en desarrollos turísticos y en energía eólica en México, publican hoy los diarios El País, El Mundo y ABC.
Entre la documentación aportada al llamado caso “Nóos”, la trama de corrupción que salpica a algunos miembros de la Casa Real, está el informe titulado “Oportunidades de negocio en México”, elaborado para Urdangarín por la consultora Neocity, con sede en San Pedro Garza García, Nuevo León, que dirige Alicia Guajardo Alatorre.
En ese documento se le hace ver al duque que como esas oportunidades de negocio “se promueven principalmente a nivel federal, por tanto, la puerta es el mismo presidente de México, Felipe Calderón, con quien la Casa Real tiene muy buenas relaciones”, señala la información publicada hoy.
El juez instructor también recibió mensajes enviados por Urdangarín en febrero de 2008 sobre la posibilidad de invertir en México, sólo cuatro meses antes de la Visita de Estado que Calderón hizo a España, donde los duques de Palma, Iñaki y su esposa, la Infanta Cristina, participaron en los actos encabezados por el rey Juan Carlos.
Urdangarín señaló a Calabuig que existe una buena relación con Calderón, derivada de su visita en 2007, y le anuncia que “está previsto un nuevo encuentro con él en pocos meses en La Zarzuela”, lo que significa que el yerno del rey ofrecía datos específicos de la agenda de la familia real.
La Cadena Ser, la radiodifusora del grupo Prisa, señaló que Urdangarín “aprovechó la visita institucional del entonces presidente Felipe Calderón para abordar el asunto en un almuerzo en el Palacio de Zarzuela al que también asistieron los reyes”. Ahí habría hablado de la intención de un grupo de inversores de participar en proyectos de agua pública, turismo y energía eólica.
El letrado de Torres, Manuel González Peeters, incluyó en el escrito dirigido al juez instructor fotografías de la recepción a Calderón en la que aparece el rey Juan Carlos, la reina Sofía, los príncipes de Asturias y los duques Urdangarín y la infanta Cristina.
También explicó que Calabuig se reunió con Urdangarín a principios de 2008, y con otros intermediarios como Miguel Zorío, tal y como el dueño de Aguas de Valencia reconoció en su declaración judicial.
En ella señala que el duque ofreció servicios “para hacer cualquier negocio que pudiera salir, siempre a nivel internacional, nunca en Europa”.
Calabuig explicó que pagó 375 mil euros por asesoría en negocios en el extranjero a una sociedad internacional a través de una cuenta en Suiza, que pertenece a la sociedad Alternative General Service, de Robert Cockx.
El juzgado tiene una copia del contrato entre Calabuig y Cockx acompañado de una nota manuscrita de Julita Cuquerella, secretaria de Urdangarín, donde se indica el número de cuenta de un banco suizo y apunta: “Me pide que te copie el siguiente número de cuenta, que tú ya sabes para qué es”, le dice la secretaria al empresario.
Ante el juez, el empresario dijo que pagó a esta sociedad “por los honorarios” de Urdangarín.
En su visita de Estado, Calderón encabezó diversas reuniones de trabajo con empresarios promoviendo inversiones en México, incluyendo infraestructura, turismo y energía, como lo hizo en el Foro Nueva Economía y en el Encuentro Empresarial Hispano-Mexicano.
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