Inusual diligencia
¿Salvar o amagar?
Profes: sigue el diálogo
Julio Hernández López / Astillero
Tan inusual resulta que un trabajo de investigación lleve al Cisen y a la PGR a impedir la comisión de un delito relevante que, a pesar de la primera impresión positiva que genera el anuncio de que fue frustrado un plan para asesinar a dos de los hermanos Monreal (diputado federal uno, senador el otro), queda justificado espacio para la duda y la reflexión meramente políticas.
Los hermanos Monreal han tenido una larga participación en el cambiante mosaico político tanto en Zacatecas (donde Ricardo fue gobernador, al dejar el PRI para ser candidato perredista, y David fue presidente municipal de Fresnillo) como en el plano legislativo federal y en cargos de dirigencia partidista, tanto en el sol azteca como en el PT y ahora en Movimiento Ciudadano. Ricardo fue coordinador general de la campaña de Andrés Manuel López Obrador en 2012 y cumplió con discreción tareas de organización interna y de producción de propuestas, hasta llegar al tramo de la protesta posterior a los comicios, en el que fue el personaje con mayor exposición pública después del propio candidato presidencial, convertido el zacatecano en el principal articulador del argumento central de denuncia de las maniobras ilegales del priísmo para la compra de votos y el financiamiento de las redes de adulteración electoral. Ricardo Monreal recibió múltiples denuncias, evidencias y pruebas de lo que el PRI hizo, con ríos de dinero público y privado, para acomodar números y percepciones a favor de Enrique Peña Nieto. En la cúpula del aparato de tres colores hubo enojo profundo por los asuntos de las tarjetas Soriana (llegando a decir en ese ámbito priísta que todo había sido una especie de invento de Monreal, apoyado por medios de comunicación afines al lopezobradorismo) y Monex.
El amplio rejuego nacional de Ricardo Monreal siempre tuvo como polémico punto de referencia lo que sucedía en Zacatecas. Mantuvo un permanente forcejeo con su sucesora, Amalia García, a la que amplios sectores de aquella entidad acusaban de gobernar en medio de una gran corrupción (que le beneficiaba a ella y a su hija, Claudia Corichi, convertida en virtual vicegobernadora) y de haber abierto las puertas a determinado bando de delincuencia organizada. En mayo de 2009, la Secretaría de la Defensa Nacional reportó el hallazgo en Fresnillo de 14.5 toneladas de mariguana en una planta deshidratadora de chiles que era propiedad de Cándido Monreal Ávila. A pesar del revuelo descalificador que se desató en su contra, los hermanos Monreal salieron jurídicamente indemnes aunque, como en esta ocasión del atentado fallido, el simple involucramiento en temas de narcotráfico, aunque no hubiese consecuencias judiciales, deja huellas políticamente explotables por los adversarios.
Aun cuando Ricardo Monreal no fue designado para dirigir el proyecto partidista de Morena, y hubo de hacerse a un lado para que entrara Martí Batres, sigue siendo uno de los contados personajes con experiencia y capacidad para tareas venideras en el marco del lopezobradorismo. Si AMLO decidiera en 2018 no presentarse por tercera ocasión a la candidatura presidencial, el ex gobernador Monreal sería uno de los aspirantes naturales con más fuerza.
Sin embargo, el golpe de presunta salvación física que fue anunciado ayer conlleva otro, de carácter político, que acarrea cuando menos una forma de posible desacreditación electoral. El hidalguense Jesús Murillo Karam, desde la PGR, y Eugenio Ímaz, desde el Cisen (llegado éste al cargo por ser colaborador de gran confianza de Miguel Ángel Osorio Chong en Pachuca), habrían detectado a un grupo de personas que complotaban para atentar contra David y Ricardo Monreal. Informados y presurosos, los funcionarios federales desarticularon el plan que luego fue dado a conocer públicamente.
Cierto es que debe aplaudirse toda acción de autoridad que impida la comisión de delitos contra cualquier ciudadano. Y, en este caso concreto, una administración federal sin ánimos revanchistas ni motivaciones grupales estaría anotándose un gran tanto al abortar un tramado criminal que tendría graves repercusiones e instalaría un clima de violencia política parecido al del tramo final del primer salinismo. Pero la diligente actuación inusual del aparato de procuración de justicia y de inteligencia y seguridad nacional salva venturosamente la vida de dos políticos opositores, mas deja la percepción aniquiladora del amago, del enturbiamiento, de segundas intenciones. Es de desearse que todo quede esclarecido de manera pronta, suficiente y creíble. Altamente satisfactorio sería que el Cisen y la PGR estuvieran inaugurando una etapa de acción profesional para proteger a los ciudadanos en general y que en este lance no hubiera cargas políticas sembradas.
A pesar del discurso preparatorio de represión que han desplegado diversos funcionarios federales en relación con las protestas magisteriales, sobre todo las correspondientes a Guerrero, al cierre de las hostilidades de ayer se mantenía la disposición al diálogo. Luego de que nuevamente fue cerrado temporalmente el tráfico automotriz en la Autopista del Sol y a pesar de la acumulación preventiva de elementos policiacos para eventuales desalojos, en la secretaría de Gobernación se programaron citas de negociación para la semana venidera.
El saldo pacificador de este jueves se sostendrá si las autoridades federales frenan las anunciadas intenciones de encarcelar a dirigentes sindicales de Guerrero y de Oaxaca, y de comenzar a levantar actas de abandono de empleo para gestionar despidos masivos de profesores en protesta.
Y, mientras Indira Cato avanza en el largometraje documental Llévate mis amores, sobre Las Patronas, el grupo de mujeres que diariamente cocinan, embolsan y avientan comida a los migrantes que viajan en el tren conocido como La Bestia (el tráiler, en http://bit.ly/WwYBR2 y allí mismo se puede ver la forma de ayudar al fondeo de esta producción), ¡feliz fin de semana!
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