Tras la adopción de nuevas sanciones de la ONU en su contra, Norcorea ha intensificado su retórica beligerante.
SEÚL, COREA DEL SUR (INFORMADOR).- Norcorea da un paso más hacia una conflagración con Corea del Sur, y corta la línea de comunicación militar (teléfono rojo) con Seúl.
En una muestra más de su discurso bélico, un despacho de la estatal Korean Central News Agency (KCNA), cita a un militar de alto rango, quien habla de la tensión entre las dos coreas: “En una situación en la que una guerra puede estallar en cualquier momento, no hay necesidad de mantener las comunicaciones militares” entre ambos países.
Este comunicado surge en momentos en que los gobiernos de Seúl y Washington realizan ejercicios militares conjuntos, actividades que Pyongyang califica como provocadoras. Esta línea de urgencia, instalada en 1971, ha sido suspendida por el Norte en cinco ocasiones; la última en 2010.
Corea del Norte cortó recientemente una línea de comunicación de la Cruz Roja con Corea del Sur y otra con el comando de la ONU encabezado por Estados Unidos en la frontera entre ambas Coreas.
Desde principios de marzo, y tras la adopción de nuevas sanciones de la ONU contra Pyongyang, Corea del Norte ha intensificado su retórica beligerante, amenazando en repetidas ocasiones a Seúl y a su aliado estadounidense con “ataques estratégicos” y una “guerra total”.
Las sanciones de la ONU contra Pyongyang fueron adoptadas tras un ensayo nuclear norcoreano el mes pasado. Pero las tensiones en la Península de Corea habían aumentado ya en diciembre, tras un lanzamiento con éxito de un cohete de Pyongyang, un acto prohibido por precedentes sanciones de la ONU.
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