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Los peritajes que determinarán la responsabilidad y origen de la explosión ocurrida el pasado 31 de enero en el edificio B2 de la Torre de Pemex, con un saldo de 37 muertos, tardarán entre cinco y 10 días, afirmó Alfredo Castillo, subprocurador de Procesos Penales, Control Regional y Amparo de la Procuraduría General de la República (PGR).
El funcionario federal afirmó que lo apremiante era determinar las causas. En los siguientes días, añadió, las diligencias serán para determinar responsabilidades y la fuente que provocó la explosión.
“Lo importante ahorita era determinar las causas, y ya todo lo que tiene que ver con algún tema de responsabilidades y la fuente, el origen tal cual y demás, es propio de las diligencias que se tienen que seguir realizando”.
El funcionario reiteró que la explosión fue lineal, horizontal y difusa, causada por una acumulación de gas “que no tiene un origen de un artefacto explosivo vertical o focalizado”.
Añadió:
“No existe ningún tipo de cráter y hemos encontrado las zonas de mayor impacto, que son donde se busca la salida. La salida de los ductos es donde se tienen daños, que es por donde pasa el gas en determinado momento”.
En entrevista televisiva, Castillo insistió en que lo importante tras la explosión era buscar personas vivas y rescatar los cuerpos de quienes murieron, y ahora se trabaja en la remoción de escombros y la toma de evidencia para las pruebas periciales, con lo que a partir del miércoles 6 los empleados de la paraestatal podrán regresar a trabajar.
Una lámpara pudo ser el detonante
El delegado de la PGR en el Distrito Federal, Pedro Luis Benítez, manifestó que todo apunta a que una lámpara de taller mecánica con rejillas habría sido la causante de generar la chispa que activó el gas acumulado en el sótano del edificio B2 de Pemex.
Comentó que el cadáver de uno de los empleados de la empresa de mantenimiento Copicosa y el cable que proporcionaron los rescatistas, hallado en el sitio donde se originó la explosión, hacen pensar en esa hipótesis.
“Lo encuentran (al empleado) en posición decúbita con la mano extendida, metiendo una clavija, y tiene el cable coaxial de uso rudo fundido en el costado izquierdo”, detalló.
Señaló que le pidieron a los rescatistas que les dieran el cable porque querían saber a qué estaba conectado.
“Era de esas lámparas que se usan en los talleres que llevan un foco común, con una pequeña rejilla. Esa extensión se está analizando para saber si tuvo alguna falla, si está quemada, los peritos siguen trabajando con ella. Esa es la más fuerte (hipótesis de la explosión)”, dijo Benítez durante un recorrido por la zona de desastre.
Frente a la zona colapsada, explicó que las losas del edificio B-2 se derrumbaron por el efecto vertical de la estampida y porque la explosión viajó por los ductos de aire acondicionado.
Indicó que la explosión viajó desde el sótano del edificio B-2 hasta el edificio de máquinas conocido como exbúfalo, mediante un ducto que cruza por debajo de la calle Bahía del Espíritu Santo.
El funcionario señaló que se han recogido más de mil 500 muestras de distintos elementos como papel, aluminio y madera, que son estudiados de manera individual y conjunta.
“Hay peritos en ingeniería industrial y química y civil, criminología, criminalística, antropología, medicina, en fenómenos de suelo, ingenieros petroleros, hay físicos y físicos matemáticos”, comentó, y señaló que podría durar hasta tres semanas y no 10 días el tiempo que tarden los resultados de las diversas diligencias y peritajes que faltan para aclarar las causas de la explosión.
Por separado, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, dijo estar convencido de la veracidad del informe ofrecido el pasado lunes por el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, en torno de las causas de la explosión en Pemex, y descartó por completo la versión de un atentado premeditado.
“Lo que se señaló ahí (en la PGR), de lo que yo pude observar, es puntual.
“Yo no encontré desde la llegada ningún tema que tuviera vinculación con un explosivo; los olores que se perciben en este tipo de eventos, no había un olor que hablara de fuego o que marcara una situación así y no se advertía de la presencia de un cráter, como lo dejan característicamente los explosivos”, señaló en entrevista, luego de poner en marcha trabajos de repavimentación en avenida Insurgentes Sur.
En el mismo sentido se pronunció el rector de la UNAM, José Narro, quien afirmó que “los expertos de la UNAM han tenido acceso a toda la información, a las instalaciones, a los estudios y resultados que se han elaborado”, y su opinión coincide con la de las autoridades.
Los especialistas de la UNAM, dijo, “han estado participando en todo momento cerca del procurador, cerca de los peritos y cerca de los conocedores y no hay ninguna discrepancia entre ellos”.
Funcionarios de Pemex, encabezados por su director general, Emilio Lozoya Austin, se reunieron hoy en la Torre Ejecutiva. A través de su cuenta en Twitter, Lozoya confirmó que el miércoles 6 se reanudarán las actividades en el Centro Administrativo de la paraestatal, con excepción de los edificios B1 y B2.
Según el director general de Pemex, los peritos en estructuras determinaron que existen las condiciones de seguridad necesarias para el ingreso de los trabajadores y la ocupación de los inmuebles, específicamente la Torre Ejecutiva y los edificios A, C y D.
Por su parte, el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, informó que se llevarán a cabo revisiones de las bitácoras de Pemex para verificar las medidas de mantenimiento, seguridad e higiene que debieron realizarse en la paraestatal y que no se hicieron en los últimos dos años.
“En la Torre de Pemex no ha habido recientemente inspecciones, por lo menos en los últimos dos años, y desde luego el mantenimiento que se le tendría que dar por parte de la paraestatal tiene que demostrar en bitácoras que se haya dado ese seguimiento”, dijo en entrevista, luego de participar en el Seminario Internacional “El constitucionalismo contemporáneo”, en Ciudad Universitaria.
Habrá plazas para familiares de víctimas: Deschamps
En su primera declaración pública desde la explosión del pasado jueves 31 de enero, que dejó un saldo de 37 muertos, el líder del Sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps, afirmó que los hijos de trabajadores que perecieron a raíz de la explosión tendrán una plaza en la paraestatal con la finalidad de que se conviertan en “el sustento de su familia”.
Entrevistado antes del inicio de la sesión del Senado, donde hoy iniciaron las pláticas para integrar una comisión o grupo para visitar la zona siniestrada, el legislador manifestó que desde el punto de vista humano o laboral, lo menos que se puede hacer es indemnizar a los deudos de los 37 fallecidos.
Respecto de la mujer que permanecía en calidad de desaparecida, María de la Cruz Canales, el subprocurador de la PGR, Alfredo Castillo, explicó que se trató de una confusión debido a que al hacer el reconocimiento de cadáveres, una familia se llevó por equivocación el de María de la Cruz.
“Existió la devolución de un cuerpo. Cuando existió el reconocimiento por parte de los familiares, se hizo la entrega del cuerpo, se dio la cremación, posteriormente hubo un cuerpo sin identificar, se hicieron las pruebas de ADN y no salió positivo”, refirió Castillo.
La misma familia, detalló, volvió para reconocer el cuerpo de la mujer que hasta el lunes pasado estaba en calidad de desconocida y admitió que se trataba de su familiar. Acto seguido, devolvieron las cenizas del primer cuerpo y se pudo corroborar que era el de María de la Cruz por la vestimenta que portaba.
Justificó el malentendido al señalar que “el MP es un órgano de buena fe y cuando el familiar dice ‘yo la reconozco’ se procede a la entrega del cuerpo”.
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