Alimentos: alzas moderadas
Hasta que el destino nos alcance
Carlos Fernández-Vega / México SA
En el arranque de año, los precios de los alimentos reportan una menor dinámica de crecimiento, pero se mantienen al alza, lo que sin duda golpea el de por sí deteriorado bolsillo de la mayoría. Como ya es costumbre, los relativos a la canasta básica de consumo se mantienen por arriba de la inflación general, y en el primer de mes de 2013 su avance duplicó el del segundo de los indicadores mencionados, de acuerdo con el más reciente reporte que sobre este tema divulgó el Inegi. La regla, pues, es que paguen más quienes menos tienen.
Se repite, así, el desequilibrio de años anteriores, pues en 2012 el índice de precios de los alimentos observó un mayor avance que el de la inflación general y la canasta básica, como apunta el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, que atribuye al aumento generalizado de los precios internacionales de productos alimenticios y la presencia de fenómenos climatológicos que afectaron los rendimientos y el abasto de varios productos agrícolas en el mercado nacional.
En diciembre pasado el índice de precios de los alimentos se mantuvo elevado a pesar de que redujo su ritmo de crecimiento por tercer mes consecutivo, incrementándose a una tasa anual de 7.48 por ciento, en tanto que los índices inflacionario general y el correspondiente a la canasta básica aumentaron 3.97 y 3.57 por ciento, ambos respecto a diciembre de 2011.
El comportamiento de la inflación de alimentos estuvo respaldado por los altos precios de productos pecuarios como huevo, carne de res y pollo, que aumentaron 33.45, 12.52 y 10.71 por ciento anual, respectivamente. En el renglón de los granos destaca el precio del maíz, que se incrementó 9.07 por ciento. Con ello, los productos derivados de granos con mayor alza en su precio fueron el pan blanco, las galletas saladas y la tortilla de maíz, la cual reportó un crecimiento de 8.25 por ciento.
El crecimiento menos marcado de los precios de alimentos se explicaría, señala el citado centro de estudios, por un aumento en la oferta de granos por el reciente periodo de cosecha. Por ello es importante mantenerse alerta sobre la evolución de los precios de productos pecuarios, granos básicos y de sus derivados como la tortilla de maíz, el pan y los cereales, entre otros, ya que en los próximos meses podría presentarse una nueva escalada de precios por la menor producción de granos y hortalizas ocasionada por las heladas que afectaron los estados del norte del país como Sinaloa y Sonora, donde se estiman pérdidas por cerca de 500 mil hectáreas de maíz, frijol, garbanzo y hortalizas.
En el recuento el CEFP apunta que los precios al mayoreo de los alimentos en el mercado nacional se mantuvieron al alza hasta la primera mitad de 2012, debido a diversos factores, tanto internos como externos, entre los que destacó: inestabilidad e incertidumbre de los mercados internacionales; mayor costo de las importaciones de granos básicos por la apreciación del dólar; menor productividad del campo por los factores climatológicos de 2011 y 2012 en diversos países productores de granos como Estados Unidos, Rusia, Australia, la zona sur de Europa y México; la menor superficie de siembra por el aumento de suelos erosionados y creciente especulación y acaparamiento de productos básicos por intermediarios.
El encarecimiento de los granos y leguminosas fue una constante a lo largo del primer semestre de 2012, y a partir de julio algunos cultivos como maíz y garbanzo chico iniciaron un proceso de menor variabilidad con ligera tendencia a la baja. Este comportamiento se consolidó hacia finales de año debido a una menor incertidumbre sobre el abasto de alimentos a nivel nacional e internacional, así como por una mayor producción interna por el periodo de cosecha del ciclo agrícola primavera-verano y la debilidad de la economía mundial, que originó una menor demanda de granos. De esta manera, la disminución de precios se amplió al frijol, alubia, lenteja chica, hortalizas y otros cultivos como caña de azúcar y café.
Sin embargo, pese a la disminución de precios al mayoreo de granos y leguminosas de granos registrada hacia finales de 2012, estos se mantienen en niveles elevados. De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, en diciembre de 2012 el kilogramo de frijol negro de importación y de maíz, productos estratégicos en la alimentación de los mexicanos, se cotizaron en 17.50 y 5.80 pesos, respectivamente. En diciembre, el precio del kilogramo de maíz se redujo a una tasa anual de 7.94 por ciento; sin embargo, productos derivados como la tortilla continúan su tendencia al alza, aunque a menor ritmo.
De acuerdo con el CEFP, los precios al productor de los combustibles e insumos agrícolas aceleraron su tendencia a la baja a partir del primer trimestre de 2012. Esto debido a una menor demanda de fertilizantes por una posible reducción en el ingreso de los agricultores y una disminución en la demanda de petróleo (principal insumo para producir fertilizantes); lo anterior, por la fragilidad de la economía mundial. Ello, originó que en 2012 se registrara una ligera caída en los costos de producción de las empresas.
En el último mes del año pasado el precio promedio del kilogramo de tortilla fue de 12.33 pesos, 8.91 por ciento más que en diciembre de 2011. El mayor precio de la totilla sigue presentándose en Hermosillo, Sonora, donde el kilogramo se ubicó en 16.50 pesos. El problema se agudiza con la creciente importación de alimentos, la que ninguna autoridad ha contrarrestado mediante el fomento al campo nacional, cuya única función es la de fabricar pobres.
Así, puntualiza el referido centro de estudios, es necesario promover políticas públicas que impulsen la investigación y el desarrollo tecnológico con el fin de aumentar la productividad y garantizar una buena producción del sector agropecuario; ello, para disminuir la dependencia alimentaria de granos básicos y reducir la vulnerabilidad a la volatilidad de los precios nacionales e internacionales. No vaya a ser la de malas que terminemos comiendo galletitas verdes.
Las rebanadas del pastel
Cuidado, que nada raro sería que los voraces capitales golondrinos regalen a México una sacudida similar a la de finales de 1994, cuando por su febril especulación con los Tesobonos vaciaron las arcas nacionales. Cómo estará la cosa que hasta el doctor catarrito desde ya advierte sobre el peligro de una tormenta perfecta por la excesiva presencia de inversión foránea especulativa en el país. Y no es para menos, porque, como bien informó La Jornada (Roberto González Amador), la inversión extranjera en valores del gobierno mexicano aumentó 480 por ciento en el último lustro.
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