SME: portazo judicial


Negociar con Bucareli
Lázaro no anda
Descarta embajada

Julio Hernández López / Astillero

La resolución de una sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación deja a los trabajadores pertenecientes al Sindicato Mexicano de Electricistas en un desamparo jurídico que ahora habrá de derivar hacia Los Pinos y Bucareli, en un desventajoso plano de negociaciones netamente políticas.

Un tribunal colegiado de circuito había otorgado el recurso de amparo a los trabajadores para que la Comisión Federal de Electricidad asumiera responsabilidades laborales como patrón sustituto pero ayer, por unanimidad, los ministros integrantes de la segunda sala de la Corte revocaron aquella decisión, establecieron que no hay tal suplencia patronal y dejaron como único camino jurídico para los electricistas el cobro de sus liquidaciones.

Aun cuando el golpe al SME forma parte del conjunto de excesos cometidos por el calderonismo, en esta ocasión no hubo las rectificaciones que el peñanietismo ha impulsado en otros casos (el de Cassez, en la propia Corte; el de los generales, a través de la PGR), de tal manera que en términos jurídicos acabaron triunfando las posturas del propio Calderón y de su secretario del trabajo, Javier Lozano Alarcón.

El desenlace agrava un problema social y aviva la frustración y enojo de quienes se han sostenido en pie de lucha hasta ahora. La dirección de ese movimiento requiere más que nunca de serenidad y madurez para no permitir que, sembrada o genuina, aparezca la violencia. Especial cuidado debe haber respecto a la marcha que se ha anunciado para hoy, del Ángel de la Independencia al Zócalo de la capital del país.

Aun cuando ayer mismo se informó a los electricistas en resistencia que se explorarán alternativas internacionales en busca de justicia, el cauce más inmediato estará en las pláticas que antes del resolutivo de la Corte ya había adelantado la directiva del SME que se establecerán con la nueva administración federal, con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a la cabeza, según esa versión. Un movimiento reivindicatorio, como el del SME, debe establecer negociaciones con los poderes que pueden dar respuesta a sus reclamos, por lo cual la directiva sindical ha tenido acercamientos con el priísmo peñanietista desde antes de las pasadas elecciones presidenciales.

En estricto sentido, a Los Pinos le favorece en terrenos pragmáticos la resolución de la Corte, pues podrá proponer ciertas formas de auxilio al SME que en dado caso reditúen ganancia política al priísmo gobernante y presenten al emblema mexiquense como un personaje dispuesto a buscar salidas condicionadas y menores a un problema que él no creó. Quienes han maquinado las jugadas políticas del peñanietismo federal podrían buscar fórmulas compensatorias. Con una victoria judicial en sus manos, el SME sería una consolidada y persistente piedra en el actual zapato gobernante. En cambio, con una definitoria resolución adversa, Bucareli y Los Pinos podrán negociar en condiciones marcadamente dominantes.

Lázaro Cárdenas Batel descartó el planteamiento de ser embajador del gobierno peñista en Cuba. Lo hizo luego de que durante semanas se mencionara esa posibilidad en el ámbito gubernamental e incluso se publicara en portales informativos de Internet. Con los relojes políticos anteriores a Internet solía decirse que 24 horas era demasiado tiempo, pero en la era de la inmediatez electrónica el ex gobernador de Michoacán tardó más que eso (casi dos días) para fijar postura respecto a la nota publicada en este periódico (de la que ya había un adelanto en la página de Internet del día anterior) en la que con base en fuentes oficiales se confirmaba el envío de LCB a La Habana.

Luego de abundantes críticas y señalamientos (el Astillero del martes habló del Cárdenas legitimador http://bit.ly/VokspC, en un análisis que sigue en pie, si acaso con ajenas complicaciones de organigrama a última hora), Cárdenas Batel emitió una breve carta informativa (http://bit.ly/-WS0qW9) cuya esencia conceptual se reduce a esta frase: No hay tal cosa, en referencia a que lo habían confirmado como embajador.

En el marco de confusión y recelo que ha causado el pactismo de cierta izquierda con el PRI y EPN, hubiera resultado muy positivo que LCB fijara términos inequívocos de deslinde respecto al peñismo y que despejara sin sombra de duda cualquier posibilidad de posterior entendimiento o colaboración. Por lo pronto, sólo queda como certeza la volatilidad del presente que, como podría demostrarlo Pero Grullo, es cambiante: (hoy) no hay tal cosa, ¿mañana sí podría haber alguna cosa? (A propósito de perogrulladas, cuya pálida adaptación local podrían ser las frases del Filósofo de Güemez, es de recordarse una de las escritas por Francisco de Quevedo en 1622: Se volará con las plumas,/ andarase con los pies;/ serán seis dos veces tres/ por muy mal que hagas las sumas http://bit.ly/WyBjcX )./

¡Uf: qué alivio! Ante una distinguida concurrencia, comprometida con la verdad y la justicia e integrada por diputados del PRI y el Verde Ecologista, el licenciado Peña Nieto ha hecho saber con todas las letras de una especie de teleprompter salido de un corazón nacionalista que es mentira que la reforma energética pretenda privatizar Pemex. Luego de desahogar tan confiable compromiso hubo quienes se preguntaron si el enunciado del entusiasta lic. no estaría confundiendo el significado de las siglas Pemex, como en el caso del Ifai.

A propósito del lamentable manejo del quienes por parte de un tecleador astillado para tratar de encubrir su anterior observación de mala leche sobre el desconocimiento institucional de siglas, ha de acogerse al buen uso que, en cambio, hizo ayer mismo el antedicho licenciado en derecho al acusar, obviamente sin mencionarlos, a quienes pretenden engañar a la sociedad propagando que sí hay propósitos privatizadores respecto al Ifamex, perdón, al PemAI; es decir, a Pemex. Hubo una segunda referencia difusa: nos hemos ocupado en reiteradas ocasiones de tener que reafirmar (que no habrá privatización) por aquellos que pretenden engañar o confundir. ¡Hasta mañana!

Comentarios