Olvidadizos apanicados


Deudas estatales a tope
En riesgo, 70% de ellas

Carlos Fernández-Vega / México SA

Vieron cómo crecía a pasos agigantados, y a nadie le importó; sabían que era utilizada para gasto corriente, y todos voltearon para otro lado; sabían que los gobernadores la incrementaban cotidianamente, y nadie dijo nada; tuvieron el detalle a la mano, pero ninguno intentó siquiera corregir la situación; tuvieron tiempo más que suficiente para contener su avance y reorientar su uso, pero ¡sorpresa!: sólo hasta ahora, a punto de estallar la bomba, autoridades financieras, legisladores y partidos políticos dicen estar sumamente preocupados porque la llamada deuda subnacional (la de estados y municipios) amenaza a la estabilidad del país. Qué cachaza.

Lo sabían y cómodamente lo dejaron pasar, pero ahora todos dicen estar apanicados (Fox dixit) y hasta sorprendidos por el vertiginoso crecimiento de la deuda pública de estados y municipios, como si fuera algo novedoso. En tiempo y forma, todos ellos conocieron que en el periodo 2008-2011 en ocho entidades de la República se registraron muy altos niveles de crecimiento real en su deuda: Campeche, 2 mil 420.5 por ciento; Coahuila, mil 639.2; Tamaulipas, 552.9; Morelos, 412.9; Zacatecas, 406; Quintana Roo, 312.4; Nayarit, 213.7, y Yucatán, 199.1 por ciento (informe de la Auditoría Superior de la Federación), pero a estas alturas se dicen asombrados por el saldo que reporta tal débito. Además, a la situación crítica de las finanzas públicas subnacionales contribuye que sus ingresos se componen principalmente por subsidios, aportaciones y participaciones, todos de origen federal, toda vez que los ingresos propios de estados y municipios a duras penas promedian 10 por ciento del total.

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