Millón de amparos abre agujero al Pacto


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Enrique Galván Ochoa / Dinero

¿No que el Pacto por México casi, casi era con Dios? Se suponía que estaba blindado hasta contra misiles. Un millón de amparos contra el reformón laboral y otro millón que se prepara contra la reforma educativa muestra sus debilidades. Si un millón de trabajadores presentaron varias toneladas de papel ante los tribunales reclamando que los cambios incorporados a la Ley Federal de Trabajo violan uno o varios artículos de la Constitución, quiere decir que uno de cada 12 trabajadores del país –los que tienen un empleo formal– rechazan la legislación de la que son correponsables Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Atascaron los juzgados, necesitarán personal y tiempo extra para desahogarlos. Los acuerdos en lo oscurito con el sector empresarial tal vez no van a poder ser cumplidos enteramente. Dos de las violaciones que señalan los amparos se refieren al pago por hora y el outsourcing. El millón –o más– que cocinan los abogados de la miss Elba Esther contra la reforma educativa son parte de la resistencia pacífica que anunció y hasta ahora había sido muy pacífica. Ya comenzó a hacer ruido.

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