Arturo Rodríguez García / Apro
Para el poeta Javier Sicilia, la Ley General de Víctimas promulgada hoy por el presidente Enrique Peña Nieto, es apenas un primer paso para lograr que el país tenga acceso a la justicia y a la paz.
Sicilia, como representante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), expresó al presidente en la residencia oficial de Los Pinos que la promulgación del nuevo ordenamiento es motivo de esperanza, pero que es insuficiente porque no basta con destrabar esa ley.
Además, expuso que la publicación de la ley –aprobada por el Congreso, bloqueada por Felipe Calderón y desbloqueada por Peña Nieto— hace de esta fecha, una paradoja:
“La tristeza y la alegría. La tristeza, porque esta Ley General de Víctimas que por fin ha sido publicada y hoy se nos entrega, no debió existir. Es la consecuencia de la no aplicación de las leyes que están hechas para la protección y la justicia de los ciudadanos; es la consecuencia de la impunidad, de la corrupción, del desprecio, de la erosión del esqueleto moral y político del Estado mexicano, y de una guerra que nunca debió haber sucedido.
“La alegría, porque frente al dolor y el sufrimiento de esas graves omisiones, esta ley abre una esperanza: la esperanza de la justicia y de la paz, la esperanza de la palabra cumplida, la esperanza de un Estado que rompa la espantosa brecha entre ciudadanos y autoridades que tanto daño ha hecho al país y a la democracia, la esperanza de la vida contra la muerte, de la unidad del amor contra el odio, la esperanza de una nación que se rehace de sus miserias”, expresó.
En el primer encuentro público de Peña Nieto como presidente con el MPJD, el jefe del Ejecutivo federal ofreció un diálogo permanente con los organismos de la sociedad civil para realizar las mejoras que contribuyan a la justicia y la paz.
También dijo que invariablemente estará al lado de las víctimas.
Peña Nieto admitió que hay un México lastimado por la delincuencia y las víctimas son quienes más han sufrido:
“Hay miles de personas que ha perdido, lamentablemente, a un ser querido, a sus hijos, esposos o hermanos”, entre otras consideraciones.
Durante su intervención, instruyó al secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, a establecer mesas de diálogo para materializar los instrumentos de justicia que el ordenamiento publicado hoy tiene previstas, además de que se atiendan las demandas de las organizaciones de víctimas del delito, acciones que permitan acreditar “más allá de la retórica” que su gobierno está de parte de las víctimas.
Sin embargo, Peña Nieto incurrió en una pifia al señalar que la ley es una aportación mundial a los derechos humanos, pues sostuvo que ésta carece de precedente a escala internacional.
En realidad, al menos Colombia y Filipinas también cuentan con leyes de víctimas, si bien los contenidos son diferentes.
En el Salón Miguel Alemán, Sicilia inició su intervención con la lectura de un poema del extinto escritor uruguayo Mario Benedetti, a propósito de los desaparecidos.
Acto seguido, pidió un minuto de silencio por las víctimas de la violencia.
La Ley General de Víctimas fue aprobada por unanimidad desde hace ocho meses en el Congreso de la Unión, pero el entonces presidente Felipe Calderón se negó a promulgarla, e incluso interpuso una controversia constitucional.
A lo largo del acto de hoy, tanto Sicilia como Osorio Chong recordaron que luego del Diálogo por la Paz, celebrado con Peña Nieto a principios del año pasado, éste se comprometió a publicar la ley y que, y ya como titular del Ejecutivo anunció el cumplimiento de su compromiso desde el pasado 1 de diciembre.
“Usted cumplió no sólo con la justicia, sino con lo más sagrado que un ser humano tiene: su palabra”, dijo Sicilia a Peña Nieto.
Inclusive, Sicilia, Osorio y Peña Nieto coincidieron en admitir que la ley es perfectible, luego de que el poeta reiterara que ésta es insuficiente, pues aún se carece de los instrumentos que permitan ‘aterrizarla’, entre los que destacó la creación de un Sistema Nacional de Víctimas.
“Sin él, la Ley General de Víctimas será sólo letra muerta, una buena intención en medio del infierno, un sueño devorado por la pesadilla que no hemos dejado de habitar; un sistema que permita no sólo la justicia para los asesinados y los violentados en su dignidad, sino la vuelta a casa de los desaparecidos.
“Una nación democrática, una nación que se respeta, no puede aceptar no saber dónde se encuentran más de 20 mil hijos suyos, no puede aceptar que miles de sus hijos sean arrojados sin identificar a la fosa común”, advirtió.
Sicilia abundó en otros aspectos que considera indispensables para la pacificación del país, entre ellos la creación de los protocolos para aplicar la Ley de Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos; un marco legal sobre seguridad humana y ciudadana, así como que el Poder Judicial cumpla con la ley recién publicada.
Después de pedir a Peña Nieto que la Estela de Luz se convierta en un memorial para las víctimas de la violencia y del Estado, Sicilia concluyó con diferentes reflexiones y su tradicional llamado a que se aprueben los Acuerdos de San Andrés Larráinzar a favor de los pueblos indígenas del país.
Por su parte, Peña Nieto destacó las características de la ley y aseguró que su publicación es el inicio de toda una red de protección a favor de las víctimas.
En el evento estuvieron presentes el rector de la UNAM, José Narro Robles; el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia, y el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
Asimismo, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, y el vicepresidente de la de Senadores, Roberto Gil Zuarth, y el gobernador de Coahuila y representante de la Conago en materia de derechos humanos, Rubén Moreira, entre otros.
La ley fue publicada hoy en el Diario Oficial de la Federación y entrará en vigor en 30 días. El reglamento deberá expedirse, como máximo, seis meses después.
Entre los aspectos novedosos de la ley, destaca la reparación integral de los daños a las víctimas, así como medidas de “restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y garantías de no repetición”.
Comentarios