EPN y la ciencia
Sinaloa a la Sagarpa
Aguirre: mano dura
Julio Hernández López / Astillero
De la dictadura perfecta a la dictadura pactada en las cúpulas. La pactocracia como sustituto de disensos y deliberación colectiva. El diseño se hace en Los Pinos, pasa por las sonrientes reuniones del grupo de tarea del peñismo con los serviciales dirigentes de los dos principales partidos de oposición y aterriza en el Congreso donde las bancadas obedientes suministran los votos apabullantes que convierten en normas de aceptación obligatoria lo que el adquirente de la Presidencia de la República ha decidido al inicio de este ciclo de concertaciones benefactoras solamente de las élites.
Así ha sido que, a pesar de ciertas resistencias provenientes más de ánimos de encarecimiento chantajista de las negociaciones que de auténtico espíritu corrector y justiciero, Peña Nieto ha desaparecido entre otras oficinas la de quien fue una suerte de vicepresidente policiaco del país, Genaro García Luna, para concentrar esas y otras tenebrosas funciones y facultades en Miguel Ángel Osorio Chong, el supersecretario de Gobernación, quien con una mano negociará en términos estrictamente políticos y con la otra ordenará acciones policiacas y represivas a través de sus órganos de inteligencia y de seguridad pública. En el Congreso, es cierto, se aprobaron ciertos can- dados para evitar la desmesurada concentración de poder en el vicepresidente político-policiaco, pero a sabiendas de que el PRI cedería esa satisfacción pírrica a los legisladores, pues pretende entablar una controversia judicial de índole superior para abatir en otro ámbito tales candados que, por lo demás, igualmente serían superables por la vía práctica que ya se está perfilando: pactos en las cúpulas para votar en las cámaras lo que convenga al Poder Ejecutivo repartidor de utilidades entre sus colaboradores no priístas.
La celeridad en los procesos legislativos (extraordinario el caso de la iniciativa sobre temas educativos; arrollador el de la ley de ingresos), la domesticación de los líderes y coordinadores, y el abatimiento de cualquier indicio de oposición trascendente han convertido de golpe a México en el país de los acuerdos, aterciopelada la superficie donde pocas semanas atrás había prácticas destempladas. Tan súbito cambio sería altamente plausible si proviniera de un proceso profundo de entendimiento nacional, que involucrara el mosaico de intereses, sobre todo los populares y no sólo los cupulares. La política requiere ciertamente de pactos, pero no para suprimir por decreto y mediante reparto de cuotas la diversidad y la crítica, mucho menos en momentos tan polarizados y política y socialmente peligrosos como los que se viven actualmente y que están siendo exacerbados mediante esos arreglos facciosos.
Pasando a otro tema, desde Japón, donde colabora en un centro de investigación científica como profesor asociado, Rodolfo Cruz Silva opina: “Estamos siendo testigos de cómo las televisoras le siguen cuidando la opinión pública al presidente. No basta que EPN no cumpliera su palabra de apoyar la ciencia, y que esté destinando una fracción de lo esperado y que por ley le corresponde. Ahora las televisoras y Milenio emprenden una campaña de desprestigio al gremio de científicos. Acaban de ser mostradas dos cápsulas con López Dóriga de una seudoinvestigación de un supuesto fraude del gran telescopio milimétrico. No son más que cápsulas tendenciosas que están destinadas a respaldar la agenda presupuestal del gobierno. El tipo que sale ahí, Gerardo Sosa Castelán, es un porro que pasó de líder estudiantil a cacique de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Ha sido dos veces rector y dos veces secretario general de la UAEH. Hay un libro llamado La sosa nostra, donde detallan el tipo de persona que es. Y esos son los auditores. No estoy diciendo que el manejo del GTM sea impecable (como cualquier proyecto multimillonario, seguro alguien sacó provecho), pero esto que se presentó de ninguna manera es un juicio objetivo. La ciencia mexicana está descuidada por el gobierno y, desafortunadamente, porque hay unos pocos científicos parásitos que viven del sistema, pero esto que se presentó desde los medios es preocupante”.
Astillas
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, ha sacado el priísta que siempre ha llevado dentro aunque técnicamente ahora sea perredista. Ante los múltiples problemas que no ha podido resolver ni atender y que le están rebasando, ha anunciado un regreso a la política de mano dura: con la ley en la mano, advirtió, sancionará a quien se tenga que sancionar por manifestaciones, plantones o protestas. Además, acusó a defensores de derechos humanos de hacer de esa tarea un modus vivendi y a otros opositores de hacer negocio con la protesta pública... Afamada internacionalmente por algunas variantes de la producción agrícola, Sinaloa ha colocado a dos piezas importantes en la secretaría federal del ramo (de la agricultura, no de las variantes): el ex gobernador Jesús Aguilar ha sido nombrado subsecretario y en la oficialía mayor ha quedado Marcos Bucio, quien ha representado los intereses del sinaloense Francisco Labastida, como secretario particular y vocero... En Sonora, los diputados de PAN, Panal y una de los dos representantes del PRD aprobaron que el año entrante se reviva un pago disfrazado de tenencia: 3 por ciento a quienes tengan vehículos de modelos de 10 años a la fecha... Y, mientras Enrique Peña Nieto recibe en Palacio Nacional al boxeador Juan Manuel Márquez, quien le dedicó el triunfo de días atrás sobre Manny Pacquiao (Márquez ha sido consistente en sus preferencias partidistas: tan priísta que en la anterior pelea con el filipino llevó una etiqueta del Revolucionario Institucional en su calzoncillo de combate, lo que llevó a anular las elecciones municipales de Morelia, que finalmente quedó en manos del PRI), ¡feliz fin de semana, en espera de que se sepa a qué vino realmente Janet Napolitano a hablar durante dos horas con Osorio Chong!
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