Anuncian nueva jornada de resistencia contra la represión a los movimientos sociales
Durante la marcha –del Ángel de la Independencia al Zócalo– convocada por el movimiento #YoSoy132, se anunció una nueva jornada de resistencia permanente contra el gobierno federal y la represión que desde el Estado se ejerza contra los movimientos sociales.
Miles exigen la liberación inmediata e incondicional de los detenidos el sábado
Marchan vigilados por granaderos y agentes
Temor ante posibles actos de provocación
Emir Olivares Alonso / La Jornada
Cientos de voces se unieron en una sola para demandar la libertad inmediata e incondicional de todos los detenidos durante la refriega del sábado pasado en el contexto de las protesta contra Enrique Peña Nieto.
Miles de personas se sumaron a la movilización, en la cual la exigencia de libertad a los presos políticos cobró una fuerza que una madre de familia sintetizó así: a manifestarse con güevos, sin miedo. Es por nuestros presos.
Entre los asistentes se notaba incertidumbre ante la posibilidad de actos de provocación, la cual creció ante la noticia de que fueron consignados 69 detenidos –58 hombres y 11 mujeres– por el delito de ataques a la paz pública, el cual no alcanza fianza y puede sancionarse con penas de cinco a 30 años de prisión.
Alrededor de las 14 horas, cientos de personas comenzaron a congregarse en la glorieta del Ángel. Hora y media después arrancó la marcha, en la cual participaron unas 2 mil 500 personas, de acuerdo con las autoridades capitalinas.
Cuatro cabezas gigantes de cartón se levantaron en señal de que el nuevo PRI sigue siendo el mismo. Representaban a Enrique Peña, a los ex presidentes Luis Echeverría y Carlos Salinas y a la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo.
En otro sector, decenas de jóvenes lamentaron que en su primer día al frente del gobierno federal el priísta mexiquense haya reprimido a sus opositores.
La marcha fue encabezada por padres y otros familiares de los jóvenes detenidos.
En un comunicado leído durante el mitin en el Zócalo, denunciaron irregularidades en el proceso, como la consignación de decenas de detenidos sin tener siquiera actas integradas, abusos de autoridad y uso brutal e indiscriminado de la fuerza pública.
Responsabilizaron a Peña Nieto y al jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, por los daños físicos y sicológicos que se presenten por esta violación a los derechos humanos.
A lo largo del recorrido fue evidente la presencia de elementos del cuerpo de granaderos que custodiaban los comercios y construcciones cercanas al paso de la movilización, en tanto agentes de tránsito marchaban al frente y detrás de los manifestantes.
En la movilización participaron estudiantes de las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma de la Ciudad de México, Autónoma Metropolitana y Pedagógica Nacional, así como del Instituto Politécnico Nacional.
También marcharon integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, de la Liga de Trabajadores por el Socialismo y del magisterio disidente, entre otras organizaciones.
Los sentimientos tras la violencia en las inmediaciones de la Cámara de Diputados y del Centro Histórico se expresaron con gritos y carteles.
No más represión; Podrán encerrar los cuerpos, pero nunca el pensamiento; No soy porra ni revoltosa, sólo una ciudadana indignada; Fraude=violencia, No le tengo miedo a la opresión del Estado, sino al silencio de mi pueblo; Regresa el PRI y vuelve la represión contra nuestros jóvenes, decían las pancartas.
Fue notable la ausencia de los grupos anarquistas –llamados bloque negro–, cuyos integrantes se deslindaron de los ataques a comercios, edificios y sitios públicos el sábado pasado.
La marcha rompió la ruta habitual de estas movilizaciones. Se realizó por Paseo de la Reforma y se incorporó a avenida Hidalgo. En Eje Central dobló a la derecha para tomar la calle 5 de Mayo. Al llegar a ese sitio, los miles de manifestantes se unieron en un solo grito: México sin PRI.
Durante el mitin, el movimiento #YoSoy132 responsabilizó, una vez más, a los gobiernos federal y capitalino de cualquier futura represión en su contra.
Agregó que el primero de diciembre el Estado orquestó una estrategia represiva contra la movilización social, por lo que demandó castigo a los responsables de la misma.
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